Fulminante de amor, que gana para siempre a Judah Ben-Hur, pero también fulminante de autoridad, frenando en seco al soldado romano. Es una escena de Ben-Hur, dirigida en 1959 por William Wyler (cuando aún muchos cineastas no se atrevían a poner rostro a Nuestro Señor) y uno de los papeles inolvidables del gran Charlton Heston (1923-2008).
No hay comentarios:
Publicar un comentario