Ofrecemos la parte final de las palabras que dirigió el Papa en español a los religiosos, sacerdotes y seminaristas keniatas. Por su espontaneidad, por su intensidad, por el tono duro de algunos pasajes y el humorístico de otros y, sobre todo, porque trazó un programa de vida en Cristo muy concreto y universal, figurará entre las piezas más recordadas del pontificado de Francisco.
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