 Precisamente porque se trata de una realidad misteriosa que rebasa nuestra comprensión, no nos ha de sorprender que también hoy a muchos les cueste aceptar la presencia real de Cristo en la Eucaristía. No puede ser de otra manera. Así ha sucedido desde el día en que, en la sinagoga de Cafarnaúm, Jesús declaró abiertamente que había venido para darnos en alimento su carne y su sangre cf. Jn 6, 26-58.
S.S. Benedicto XVI Homilia de Corpus Christi, 2007
Es certeza para los cristianos.
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 Pero con humilde confianza la Iglesia hace suya la fe de Pedro y de los demás Apóstoles, y con ellos proclama, y proclamamos nosotros: "Señor, ¿a quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna" Jn 6, 68. Renovemos también nosotros esta tarde la profesión de fe en Cristo vivo y presente en la Eucaristía. Sí, "es certeza para los cristianos: el pan se convierte en carne, y el vino en sangre".
S.S. Benedicto XVI Homilia de Corpus Christi, 2007
Yo sé a quien creo.
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 Durante el día recogeos de tiempo en tiempo en el santuario interior de vuestro corazón, y decid al Señor que allí reside: ¡Oh Señor, qué dulce es vuestro espíritu! Yo sé a quien creo, y estoy cierto que estáis realmente en el tabernáculo del amor. ¡Oh, quién me diera alas de paloma para tomar mi vuelo de amor hacia vuestro divino Corazón!
San Pablo de la Cruz Fundador de los Pasionistas
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