Entradas populares

miércoles, 25 de junio de 2025

Si cometí un pecado grave, ¿qué debo hacer ahora?

 

woman-confession-kneel-Catholic-
Como seres humanos, somos débiles y frágiles, y en ocasiones caeremos en pecado grave, o incluso en una vida de pecado.
¿Qué debemos hacer?

Las presiones del mundo y las muchas tentaciones que abundan son a menudo difíciles de resistir. Por mucho que nos esforcemos, podemos encontrarnos cometiendo un pecado grave o incluso viviendo una vida de pecado.

¿Qué debemos hacer? ¿Nos perdonará Dios?

Confía en la misericordia de Dios

Lo primero que hay que hacer es confiar en el amor misericordioso de Dios. A menudo podemos acusarnos a nosotros mismos y luego pensar que Dios nunca nos perdonaría.

Esta duda nos lleva a distanciarnos de Dios, pensando que Dios no nos ama o que nunca nos recibiría en sus brazos amorosos.

Tenemos que recordar siempre el amor del Padre Pródigo, que hizo una fiesta para su Hijo que volvía de una vida de pecado.

San Francisco de Sales da un consejo similar en su Introducción a la vida devota:

"[Cuando hayas caído, levanta tu corazón en silencio, humillándote profundamente ante Dios por tu fragilidad, sin maravillarte de haber caído; no hay motivo para maravillarse porque la debilidad sea débil, o la enfermedad, enfermiza. Laméntate de corazón por haber ofendido a Dios, y comienza de nuevo a cultivar la gracia que te falta, con una confianza muy profunda en su Misericordia, y con un corazón valiente y arrojado".

Ir a la confesión

Después de haber evitado huir de Dios, vuélvete hacia Dios y corre al confesionario más cercano.

Dios nos ha proporcionado un sacramento de curación y perdón, que nos da la gracia de restablecer nuestra relación con Él.

Los sacerdotes han escuchado todos los pecados del libro, así que no te avergüences de tus faltas.

El sacerdote solo está ahí para actuar como instrumento de la tierna misericordia de Dios.

También está ahí para ayudarte a superar tus pecados y puede proporcionarte consejo espiritual cuando lo necesites.

Dios quiere perdonarte y mostrarte su amor. No olvides nunca esta sencilla verdad.

Philip Kosloski, Aleteia

Vea también    Píldores para confesarse















No hay comentarios:

Publicar un comentario