“Prometo serte fiel“, es una de las promesas en el matrimonio
¿Qué significa ser fiel? A menudo, usamos la palabra “fidelidad” para referirnos a al hecho de simplemente no cometer adulterio, pero la palabra en sí abarca mucho más que eso ¡mucho más!
En el diccionario de la Real Academia Española, encontramos el significado de la palabra fiel, la cual describe así:
Adj. Que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él.
Ser fiel es ser enteramente confiable, firme e inquebrantable, y la Biblia habla de este tipo de fidelidad de cuatro maneras:
Un atributo de Dios;
Una característica positiva de algunos hombres;
Algo de lo que muchos hombres carecen;
Un don del Espíritu Santo.
Una PERSONA FIEL es una persona que ha respetado la confianza del otro de manera muy firme.
Una característica positiva de algunos hombres;
Algo de lo que muchos hombres carecen;
Un don del Espíritu Santo.
Una PERSONA FIEL es una persona que ha respetado la confianza del otro de manera muy firme.
Algunas personas hacen de la fidelidad un sello distintivo de sus relaciones humanas, pero la fidelidad que más importa es la fidelidad que mostramos hacia Dios y hacia nuestro prójimo
En el matrimonio aplicamos esta fidelidad hacia nuestro cónyuge respetando la confianza que ha depositado nuestro cónyuge en nosotros.
A continuación, 3 grandes significados de la fidelidad conyugal
1.- Ser fiel es ser riguroso en el cumplimiento del deber.
Ser un cónyuge fiel significa cumplir totalmente con todos nuestros deberes y obligaciones tanto por nuestro cónyuge así como en nuestro rol de pareja.
Esto incluye amar, respetar y compartir todos los aspectos de sus vidas entre ustedes. Significa llevar las cargas del otro.
Todo esto significa que el esposo debe amar a su esposa con sacrificio, significa que las esposas deben mantenerse obedientes a sus maridos. Es decir, significa lograr una intimidad exclusiva
Un cónyuge fiel es una persona que cumple con todas las funciones y deberes para con su pareja de todo corazón.
2.- Ser fiel en el cumplimiento de los votos y promesas matrimoniales
“Prometo serte fiel“, es una de las promesas en el matrimonio en el que cada cónyuge se da a sí mismo para el otro en extrema confianza.
Por supuesto que, un cónyuge fiel es aquel que cumple con TODOS sus votos matrimoniales.
Sin embargo, un cónyuge debe mantener todas las promesas que le ha realizado a su pareja.
Aquellos que son de confianza y dignos de ella en asuntos pequeños, con el tiempo, se les puede confiar grandes promesas como las que son dadas en el altar.
Un cónyuge fiel es un cónyuge que siempre mantiene su palabra por encima de cualquier situación
3.- Ser fiel en lealtad y afecto
Un cónyuge leal es mucho más que una persona monógama. Un esposo y una esposa siempre están del mismo lado, en el mismo equipo.
Ellos son una sola carne, hacen funcionar las cosas, perdonan y pasan por alto las ofensas, para permanecer en comunión los unos con los otros.
Al hablar con otras personas, una esposa fiel no habla mal de su esposo, ni se queja de él en frente sus amigas.
Del mismo modo, al hablar con otras personas, un esposo leal tampoco se burla de su esposa.
Un cónyuge que sabe respetar siempre busca lo mejor para la relación, es constante y dedicado a estar conectado y unido con su pareja en todos los sentidos.
Lo más importante, un esposo fiel es un cónyuge que demuestra el amor de Dios.
San Pablo, en su primera Carta a los Corintios nos dice que el matrimonio debe ser la imagen que refleje la alianza de Cristo con su pueblo.
Un esposo fiel es un marido que ama a su esposa tal como Cristo ama a su esposa.
Una esposa fiel es una mujer que se sujeta a su marido, y quien engendra paz y amor, creando un lugar de refugio y alivio en el mundo, al igual que la iglesia.
Un esposo que mantiene su fidelidad es un cónyuge que imita y obedece a Dios debido a su amor el uno por el otro.
“Que el Dios de la paz los santifique plenamente, para que ustedes se conserven irreprochables en todo su ser – espíritu, alma y cuerpo – hasta la Venida de nuestro Señor Jesucristo. El que los llama es fiel, y así lo hará”. (1 Tesalonicenses 5,23-24)
Artículo originalmente publicado por Abogados del amor
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