Entradas populares

jueves, 30 de noviembre de 2017

Papa Francisco tocó un asunto casi prohibido… y los medios fingieron no oír

¿Por qué no se habla de eso? ¿Sólo porque fue perpetrado por los comunistas?

El papa Francisco recordó este domingo a los cerca de 3,5 millones de víctimas de hambre provocada deliberadamente en los campos de Ucrania por las políticas del dictador comunista Joseph Stalin, de la antigua Unión Soviética, entre 1932 y 1933, para “colectivizar” granjas de ganado y tierras agrícolas.
El abominable episodio, llamado hoy de Holodomor, fue el más voluminoso, pero no el único del género: 1,5 millones de personas en Kazajistán y casi otro millón de habitantes del norte del Cáucaso y de regiones a lo largo de los ríos Don y Volga sufrieron suplicios semejantes, en la misma época, también causados intencionalmente por el gobierno comunista.
En un mensaje al pueblo ucraniano, el papa Francisco mencionó “la tragedia del Holodomor, la muerte por hambre provocada por el régimen estalinista que dejó millones de víctimas. Rezo por Ucrania, para que la fuerza de la paz pueda curar las heridas del pasado y promover caminos de paz”.
El genocidio ucraniano empezó debido a la resistencia de muchos campesinos del país a la colectivización forzada, una de las bases del régimen comunista por implicar la supresión de la propiedad privada. Los soviéticos confiscaron masivamente el ganado, las tierras y las granjas de los ucranianos y les impusieron castigos que iban desde trabajos forzados al asesinato sumario, pasando por brutales desplazamientos de comunidades enteras.
A pesar de haberse tratado del exterminio sistemático de un pueblo, aún no existe, en la llamada “comunidad internacional”, un reconocimiento amplio y claro del genocidio ucraniano. Algunas corrientes ideológicas evitan el término genocidio alegando que el Holodomor habría sido, a su ver, una consecuencia de “problemas logísticos” asociados a las radicales alteraciones económicas de la Unión Soviética. Es decir, algo que dejaría de ser ese algo porque llegó a ser algo como efecto colateral de alegadas buenas intenciones…
Es muy interesante observar que, recurrente y obstinadamente, se confeccionan teorías suavizares y condescendencias “técnicas” para regatear la verdad sobre el comunismo: esa aberración histórica jamás pasó, ni podría, de una monstruosidad tan odiosa y criminosa como el nazismo.
Además, al hablar de nazismo, prácticamente todo el mundo ya ha oído hablar del Holocausto. Mucha menos gente ha oído hablar del Holodomor. No se trata de comparar los horrores, sino de cuestionar el relativo silencio alrededor de éste en comparación con la amplia divulgación que se da a aquél, sin que ninguno de estos episodios atroces sea “menos grave” o “más grave” que el otro. Sólo hay relativización moral del exterminio humano, finalmente, en la mente de quien lo instrumentaliza.
Pero es un hecho que prácticamente todo el mundo que tiene acceso a los medios de comunicación ya ha oído decir que Hitler mató a 6 millones de judíos en los campos nazis de concentración entre 1933 y 1945 (aunque se preste menos atención al hecho que ese exterminio sistematizado también se extendió a minorías menos recordadas, como gitanos, polacos, prisioneros de guerra soviéticos, discapacitados físicos y mentales, homosexuales, además de minorías clamorosamente “olvidadas”, como las víctimas católicas – san Maximiliano Kolbe y santa Teresa Benedicta de la Cruz son dos ejemplos ilustres de entre muchos otros casi ignorados, pero bastan para cuestionar la campaña de desinformación orquestada por quien acusa a la Iglesia de haber sido “cómplice” de aquella carnicería).
Sin que se disminuya en nada, por lo tanto, la necesidad imperiosa de reconocer el horror a que fueron sometidos cobardemente el pueblo judío y las otras minorías perseguidas por el nazismo, es necesario observar paralelamente que, comparativamente, mucho menos gente ya ha oído decir que Stalin mató, poco antes, a 6 millones de ucranianos, kazajos y otras minorías soviéticas mediante la imposición de hambre masiva.
Y también son aún muy pocos los que saben de los otros 14 millones de personas que fueron asesinadas por el comunismo sólo en la Unión Soviética, por no hablar del resto de víctimas en una lista aterradora de seres humanos exterminados por el mismo comunismo en todo el mundo a lo largo del siglo XX:
  • 65 millones en la República Popular de China
  • 1 millón en Vietnam
  • 2 millones en Corea del Norte
  • 2 millones en Camboya
  • 1 millón en los países comunistas del Este de Europa
  • 1,7 millón en África
  • 1,5 millón en Afganistán 
  • 150 mil en América Latina
  • 10 mil como resultado de las acciones del movimiento internacional comunista y de los partidos comunistas fuera del poder.
Esta suma petrificante de 94,4 millones de personas exterminadas por los regímenes comunistas es estimada por los autores de “El Libro Negro del Comunismo: Crímenes, Terror, Represión”, una obra colectiva de profesores e investigadores universitarios europeos encabezados por el francés Stéphane Courtois.
Como el libro es de 1997, éste obviamente no abarca las muertes cometidas de allá hasta acá en las regiones que continuaron sujetas a ese régimen y a sus métodos esencialmente opresivos, como China y Corea del Norte; ni, está claro, en las regiones que retrocedieron en su trayectoria democrática para reeditar esa aberración histórica – como la Venezuela de Chávez, Maduro y sus comparsas del Foro de São Paulo.
En una época en que las farsas de sesgo socialista vuelven a presentarse al mundo como “liberadoras del pueblo” (nuevamente, véase Venezuela, pero véase también las modalidades del “reajuste de la riqueza” practicadas por gobiernos de ideología socialista en países como Cuba, Argentina e incluso Brasil), la verdad sobre el comunismo suele “evitarse” en las televisiones y en los “grandes” diarios y revistas al servicio de ese proyecto de poder – que no es exactamente un poder “del proletariado”, como predica, descaradamente, su propaganda (a este propósito, nunca está demás recordar el magistral resumen hecho por George Orwell sobre la “igualdad” realizada por el comunismo: “Todos son iguales, pero algunos son más iguales que otros”).
Dentro de este contexto ideológico y de tergiversación de los hechos que es una característica suya indisociable, es digno de aplausos que el papa Francisco haya dado nombre a los bueyes – así como lo dio al otro genocidio ampliamente “olvidado” por el mundo hasta recientemente: aquel que la Turquía otomana perpetró contra la Armenia cristiana en 1915.
Francisco Vêneto, aleteia


Adviento: una guía de 4 semanas para prepararte intensamente

Tiempo de disponer nuestro corazón para recibir a ese maravilloso Ser quien por puro amor a nosotros se “anonadó”

Sabemos que, como parte de la iglesia que fundó Cristo, celebramos su nacimiento al mundo con una gran fiesta a la que llamamos Navidad. Esta fiesta es sumamente importante, tanto que nos preparamos para recibirla con un periodo de tiempo llamado Adviento y el cual comienza 4 domingos antes de su nacimiento.
La palabra adviento significa “llegada o venida” y es una invitación a vivir en vigilancia, diligencia, sacrificio, penitencia, oración y con un espíritu esperanzador, generoso y agradecido hacia ese ser que siendo todo Dios se hizo hombre y nació por amor a ti y a mí.
Como en todas las tradiciones decembrinas su significado más importante no es el exterior, sino el interior. Es decir, saber, conocer y sobretodo vivir el fin espiritual que cada costumbre trae consigo.
Por ejemplo, la corona de advriento donde las familias se reúnen para hacer oración en torno a ella  la cual está hecha de ramas de hojas perennes y simboliza la alegría del tiempo de preparación a la navidad. Esta se decora con velas las cuales se enciende una cada domingo como símbolo de que estamos en espera del Señor con “la lámpara encendida”, listos para su llegada.
Piensa, ¿cómo preparas tu casa cuando esperas la llegada de ese invitado que para ti es muy especial, o de esa persona a la que amas profundamente y hace tiempo no ves? ¿Cómo te preparas tú personalmente para hacerle sentir bienvenido?
Segura estoy que la limpias hasta dejarla inmaculada, impecable; preparas tus mejores recetas no importando cuanto te canses, gastes o te sacrifiques. Y tú, te bañas, te perfumas, te arreglas con el atuendo que mejor te hace lucir, todo con tal de hacerle sentir que es muy importante para ti.
Imagínate, si eso haces por una persona de carne y hueso como tú y como yo, ¿cuánto más crees que debas preparar la morada de tu alma, alistar tu espíritu para recibir a ese Ser que es el amor y dueño absoluto, y que no sólo viene de visita, sino que si tú se lo permites, puede vivir en tu alma eternamente, hacer de ti su morada eterna?

¿Qué puedes hacer para preparar tu alma este Adviento?

Cada domingo reúnete en familia y vive la tradición de la corona: enciende una vela, lee el evangelio, haz oración y trabaja en algunas virtudes y valores cada semana. Te comparto algunas sugerencias.
Primera semana: a limpiar. Vive la virtud de la pureza, del perdón y de la rectitud de intención. Asea tu interior con un espíritu vigilante, y limpia en ti todo aquello que no te permita vislumbrar con claridad la magnificencia que Dios ha obrado en ti.
Ponte atento a lo que verdaderamente te hace crecer en amor, y lo que no, deséchalo. Limpia tu alma con un profundo examen de conciencia, pensando en las cosas que te separan de Dios. Luego haz una buena confesión y pídele perdón.
Tú también perdona. Saca de tu corazón aquello que te impida experimentar en profundidad su amor, mismo amor que deseas vivir y transmitir en plenitud a tus semejantes. Puedes hacer esta oración:
Padre bueno, humildemente te suplico dame todo eso que no te he sabido pedir y quítame lo que no te he sabido entregar. Aparte de mí lo que me aparte de ti y nunca permitas que ningún amor humano, ningún bien material, ni ninguna circunstancia de mi vida me separe de ti, de la verdad, de tu corazón porque deseo ser solo tuyo, mi Señor, completamente tuyo.
Segunda semana : a ordenar. La verdadera paz comienza teniendo los amores en orden, viviendo la vida en prioridades, la principal: desear la santidad y llevar almas a Dios.
Ordena tus afectos poniendo a Dios como número uno.  Viviendo en obendiencia a sus mandamientos experimentarás orden interior y, por lo tanto, vivirás en verdadera paz. Y esa misma paz será la que transmitas al mundo. Que los demás te vean y digan: “Quiero ser como tu”.
Recuerda que paz no significa ausencia de problemas. Esta es fruto de vivir con la certeza que detrás de cada evento o circunstancia -por muy dolorosos que estos sean- está la mano de Dios y un plan perfecto de salvación para ti y los tuyos.
Tercera semana: a servir. Esta semana vive la caridad y la misericordia hacia tus semejantes con un espíritu por demás alegre. Tu servicio, fruto de un auténtico amor y sacrificio, es alimento para tu alma, motor para tu vida y vehiculo del amor de Dios hacia los demás.
Recuerda que dando es cuando verdaderamente recibimos. Amar y servir a ese que nunca te reta es muy fácil; amar y servir a aquel que te hace desatinar con todo y sus defectos, tratando de ver en él únicamente el rostro de Cristo, eso es misericordia.
Cuarta semana: a gozar. Esta es la gran semana, así que a vivir el gozo y la felicidad con el alma henchida de esperanza. Estas nunca serán fruto de tener, sino de SER… Date cuenta de la magnitud de personaje que eres y vive con tal dignidad haciendo honor a ese nombre que llevas: HIJO/A DE DIOS.
 Luz Ivonne Ream, aleteia 


adviento


miércoles, 29 de noviembre de 2017

REGALO «INESPERADO» DEL PAPA EN BIRMANIA

El encuentro entre Francisco y el presidente de Myanmar, Htin Kyaw,
tuvo como colofón el habitual intercambio de regalos,
donde hubo sorpresa por parte del dirigente birmano.





Quiero confiar en Dios, pero ¿por qué no me quita el sufrimiento?

Si puede quitarme la cruz, ¿por qué no lo hace?

Me gusta creer en la fidelidad de Dios. Él me busca, nunca se olvida de mí.
Dice el profeta: Yo mismo en persona buscaré a mis ovejas, siguiendo su rastro. Como sigue el pastor el rastro de su rebaño, cuando las ovejas se le dispersan, así seguiré Yo el rastro de mis ovejas y las libraré, sacándolas de todos los lugares por donde se desperdigaron un día de oscuridad y nubarrones. Yo mismo apacentaré mis ovejas, Yo mismo las haré sestear. Buscaré las ovejas perdidas, recogeré a las descarriadas; vendaré a las heridas; curaré a las enfermas: a las gordas y fuertes las guardaré y las apacentaré como es debido.
Me gusta ese Dios cercano y personal que viene a mi vida a buscarme. Allí dónde yo estoy me sale al encuentro. Me gusta pensar en un Dios siempre fiel. Un Dios que no olvida. No me deja solo. No me abandona.
Esa fidelidad de Dios me parece maravillosa. No imagino cómo Dios puede ser infiel. Pero es verdad que tantas veces no siento su presencia. O me parece ausente cuando sufro. Estoy convencido de que Dios no me manda cruces para educarme, o para probarme.
No creo en ese Dios que juega con el hombre. No me manda dolores para ver si aguanto. En realidad Dios siempre me acompaña cuando sufro y sabe sacar algo bueno de una desgracia. Sabe sacar luz de la oscuridad. Y risas del llanto.
Creo en ese Dios que se abaja a mi vida a buscarme. No me quita las cruces que detesto. Por mucho que uno se diga a sí mismo: Si Él quisiera podría hacerlo.
Ese pensamiento, más que animarme y consolarme, me amarga. Si puede, ¿por qué no lo hace? Es lo que pienso. ¡Cuántas veces he escuchado este comentario!
Hasta yo mismo me he pillado haciéndomelo. ¿Por qué no interviene? Hay tantas injusticias en el mundo. Hay tantas muertes absurdas, sin sentido. ¿Por qué a mí? ¿Por qué yo? ¿Por qué ese niño tan pequeño? ¿Por qué otra vez a esta familia tan herida? Si Dios es fiel, ¿por qué no hace algo ahora mismo para mostrarme su fidelidad?
En realidad son preguntas muy humanas las que brotan del alma. Y reconozco que no me gusta la enfermedad, ni la justa ni la injusta. No me agrada la muerte, ni la temprana, ni la que se retrasa en exceso. No me gusta la ira, ni el odio.
No me gusta la guerra, porque siempre es injusta. No me gustan las críticas, porque me hieren muy dentro. Detesto la agresividad y las palabras hirientes, duele el alma. No quiero el corazón endurecido que me trata con desprecio, habiendo dado antes yo amor. No me parece bien el abandono, cuando no lo he querido.
No me contento con los sueños que no se realizan, porque había soñado tan fuerte. No acepto la renuncia impuesta, cuando no la he elegido. Me molesta el frío en un abrazo, cuando quise ser cálido.
Y no quiero las palabras vacías de contenido, estando las mías tan llenas. No me gustan las apariencias que a veces yo mismo busco. Ni amo ese deseo de poder tan profundamente arraigado en el alma, que de repente siento.
No quiero el desprecio que está a flor de piel, ni en los otros ni en mí mismo. Ni la soledad obligada, queriendo yo compañía. No me gusta el fracaso, la derrota, la humillación, habiendo luchado con todas mis armas por el triunfo. Detesto los gritos y las voces altas, cuando yo guardo silencio o hablo pausado.
En todo ello veo a veces la injusticia. Y quisiera acabar con todo lo que no quiero. Busco a ese Dios fiel que actúa. No lo veo. No ocurre lo que deseo. El mundo sigue su ritmo. Yo el mío.
Y veo que Dios es fiel aunque no cambie nada en los acontecimientos de mi vida. Sigue amaneciendo cada mañana. Cae el sol cada tarde. Es curioso, lo que cambia es mi vida al tocar su amor. Lo que cambia es mi mirada al ser mirado de otra forma.
Quiero aprender a vivir, porque se me olvida pronto. Busco responsables a mis causas perdidas, a todos mis males. Y siempre es Dios el que sale culpable. Porque si puede y no lo hace, es que no me quiere tanto.
Y no entiendo el absurdo de una cruz en lo alto de un calvario. El aparente olvido de Dios. El abandono más cruel. La dureza de la noche y el silencio. Y si no noto su abrazo creo que ya es infiel. O se ha olvidado de mí sin yo saberlo.
Quiero buscar a Dios en mi camino. Quiero encontrar su abrazo. Porque sé que su fidelidad no depende de que acabe con todo lo que detesto. Sólo sé que en medio de mis muertes logra una obra de arte y sabe sacar lo mejor para mi vida. Sabe cambiarme por dentro cuando yo me resisto al cambio. Y me abraza.
Hoy el P. Kentenich me invita a mirar a María que siempre es fiel: «Le regalamos nuestra disponibilidad y ella nos regala su disponibilidad. Le regalamos nuestra fidelidad y ella nos regala su fidelidad. Presentamos a María nuestro desvalimiento, y ella nos regala su desvalimiento, pero también su disposición a ayudarnos. ¿Qué pide en cambio de nosotros? Reconocer nuestro desvalimiento».
Reconozco mi incapacidad para ser fiel siempre. Reconozco mi desvalimiento para aceptar las injusticias. A cambio de mi entrega Ella me hace confiar y creer más en mí. Y cambia mi alma por dentro cuando me resisto a aceptar sus planes.
Carlos Padilla Esteban, aleteia


Por qué la rutina es buena para una pareja?

La rutina es como un punto de referencia necesario en la pareja. Procura una cierta comodidad diaria y nos calma. Sin embargo, con un poco de audacia, la rutina es incluso un placer, una forma de respetar el primer compromiso del matrimonio, reforzar la pareja y ser, sencillamente, felices los dos.

Mientras que, para muchas parejas, la rutina es sinónimo de aburrimiento,de hábitos repetitivos y lineales, lo cierto es que resulta positiva en la vida cotidiana. A modo de punto de referencia, permite a los amantes construir un refugio. Es también un verdadero desafío a lo largo de los días y fortalece, a través de esta dificultad, el vínculo entre las dos personas. Fiel al compromiso del matrimonio, la pareja se prometió hacerse feliz mutuamente.
Como una agradable rutina, la vida diaria en una pareja necesita estar salpicada de rituales de placer para los dos. Seguid los consejos de Maylis Duffaut, consejera matrimonial y familiar de la asociación CLER Amour et Famille, y de Karine Danan, psicoterapeuta de adultos y parejas, para hacer hueco a la rutina diaria y apreciar su verdadero valor.

Aceptar la rutina como un punto de referencia para la pareja

Si miramos la rutina desde otra perspectiva, veremos que crea hábitos tranquilizadores para los miembros de la pareja. Tomar el café juntos por la mañana, llamarse o enviarse un mensaje durante la pausa del almuerzo o compartir la experiencia de la jornada por la noche. “La rutina puede parecer negativa, pero vivir juntos todos los días tiene algo muy bueno y dulce”, considera Maylis Duffaut, consejera matrimonial y familiar de CLER Amour et Famille. “Encontrar olores, ciertos gestos o sensaciones con un sabor familiar es reconfortante”.
Estos hábitos permiten a la pareja crear puntos de referencia. “La rutina aporta rituales”,confirma Karine Danan, psicoterapeuta. Y toma el ejemplo de una pareja que fue a verla: “Todos los días, cuando vuelven del trabajo, se reúnen alrededor de un aperitivo. Es el momento de contarse el día, de encontrarse, de relajarse juntos, como una transición entre el trabajo y la vida familiar. ‘Nuestra cita diaria nos acerca más’, asegura la pareja. ‘Los dos estamos muy ocupados y somos muy activos, este ritual nos invita a relajarnos con entusiasmo. A veces faltamos a nuestras citas, pero es muy raro. Dos o tres días sin nuestra pequeña cita y nos sentimos perdidos’”.
Como un equilibrio frágil, la rutina y sus manías también pueden desgastar a la pareja. “La rutina agota a la pareja”, advierte Maylis Duffaut. “Ya no hay nada nuevo, esa pequeña llama. La rutina hace referencia a los rituales, pero no debe oponerse a la noción de deseo, a la necesidad de sorprender al otro, de sorprenderlo cada día”.

Ser uno mismo gracias a la rutina

“La rutina nos permite actuar sin pensar o, más bien, actuar pensando en otra cosa”, describe Karine Danan. Evita las dudas, las grandes reflexiones y las pérdidas de tiempo. “La vida cotidiana es sinónimo de confort en el sentido de que no requiere ningún esfuerzo adicional. En nuestra vida profesional y personal, siempre hay una noción de adaptación a las cosas nuevas, a un mundo exterior o a un entorno desconocido”, señala Maylis Duffaut. “Aporta un cierto alivio el volver a casa y poder relajarse, sin necesidad de hacer más sobreesfuerzo. Ante la bondad del otro, podemos mostrarnos tal y como somos, ser uno mismo en una relación auténtica”.
Mientras estamos en esta fase de “descanso mental”, también tenemos la oportunidad de optimizar nuestro tiempo, para que sea útil para hacer otra cosa. “Cuando nuestro cerebro ha adquirido una serie de gestos y destrezas, puede pensar en otra cosa”, explica Karine Danan. “La rutina crea un espacio de libertad para poder concentrarse en la novedad”. En la pareja, estos hábitos son numerosos, pueden aprovecharse para poner la mente en “pausa”, para pensar en nuevas perspectivas para los dos u otros proyectos conjuntos.

Entender la rutina como un desafío para la pareja

En vez de temblar de impaciencia con la idea del próximo viaje de dos o desconectarse organizando salidas permanentes, ¿y si la felicidad estuviera en la rutina diaria? “El amor está más profundamente arraigado en lo ritual”, explica Maylis Duffaut. “Cuando el corazón ya no palpita tanto como antes, es un verdadero desafío reanimar la llama. Si se tiene la voluntad de revivir el deseo, todo es posible. Es mucho más interesante cuando es un poco difícil. Se gana perspectiva, profundidad”.
Para ver la rutina como un elemento positivo en la pareja, también es necesario mirarla con otros ojos. “Para que esa rutina no rime con aburrimiento, hay que saber hacer lúdico lo que aparentemente no lo es”, recomienda Karine Danan. “Si vemos las cosas que hay que hacer como aburridas o represivas, inevitablemente lo serán. Todo lo que hacemos cada día nos aporta algo. En la vida de una pareja, ¿cuál es el beneficio? Y si esta rutina no nos trae nada bueno, ¿qué nos anima a seguir adelante? ¿Qué podríamos cambiar?”. Hacer preguntas es una forma de analizar a la pareja, ponerla en cuestión para lograr progresar.
“¿Cómo podemos hacer que el mañana sea tan vivo como lo es hoy?”, se pregunta Maylis Duffaut. “¡Es la vida cotidiana la que debe ser extraordinaria!”. Este desafío se debe también a la indisolubilidad del matrimonio. “Pase lo que pase, permanecemos juntos. Pero, ¿a qué precio?”, pregunta la consejera matrimonial. “El matrimonio cristiano implica fidelidad en el seno de la pareja y respetar compromiso hecho ante el Señor de hacer feliz al otro a lo largo de nuestras vidas. Lo primero es cumplir esa promesa trayendo felicidad a la vida cotidiana. La bondad debe ser recíproca, el viaje debe hacerse juntos. Es una fuerza común”.

Instaurar rutinas de placer

La pareja necesita encontrar su lugar en el ritmo frenético de la vida. “En una pareja, es importante definir cuándo se podrá establecer un ritual, un encuentro repetido”, recomienda Maylis Duffaut. “Tomaos un tiempo para escucharos sin preocuparos por nada más, aunque sean 10 ó 15 minutos. Esto es esencial para el equilibrio”. Hoy en día, el ámbito familiar ocupa mucho espacio, los niños están en el centro de nuestra atención. La cuestión es desbloquear un momento para los cónyuges, sin lavar los platos al mismo tiempo ni alimentar al pequeño. Solos los dos.
“Puede ser un momento de ternura, por ejemplo, abrazarse al menos tres veces al día. Al principio, esta cita puede parecer un poco forzada y no muy natural”, prosigue la consejera matrimonial. “Pero muy pronto, será algo familiar. Es extraño y mágico a la vez, con el paso del tiempo, este ‘imperativo’ se convertirá en un momento ansiado por la pareja, una rutina de placer”.
Mathilde Dugueyt, aleteia

Quizás le interesa: Cien maneras de amar

288 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!

Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.


 responsabilidad

288. ¿Es responsable el hombre de todo lo que hace?
El hombre es responsable de todo lo que hace
conscientemente y por propia voluntad. [1734-


No se puede hacer a nadie (plenamente) responsable de algo que ha hecho a la fuerza, por miedo, ignorancia, bajo la influencia de drogas o por la fuerza de malas costumbres. Cuanto más sabe un hombre del bien y más se entrena en la práctica del mismo, tanto más se aleja de la esclavitud del pecado (Rom 6,17; 1 Cor 7,22). Dios sueña con este tipo de personas libres, que pueden asumir la responsabilidad de sí mismos, de su entorno y de toda la tierra. Pero el amor misericordioso de Dios también pertenece a quienes no son libres; todos los días les brinda la posibilidad de dejarse liberar para ser libres.



* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 





martes, 28 de noviembre de 2017

El mejor entrenamiento cerebral que puedes hacer

Investigaciones con resonancia magnética revelan que este sencillo hábito ejercita el cerebro más de lo que te imaginas

Un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford han investigado lo que sucede en el cerebro mientras la persona lee libros de literatura.
Los investigadores escanearon el cerebro de un grupo de personas, recolectando imágenes de la actividad cerebral por medio de la resonancia magnética, mientras las personas leían libros de Jane Austen.
Los resultados de la investigación indicaron un aumento sorprendente e inesperado del flujo sanguíneo en diferentes regiones del cerebro.
La actividad cerebral y el flujo sanguíneo durante la lectura va mucho más allá del área cerebral asociada a la función ejecutiva de prestar atención a una tarea, es decir, la tarea de lectura.
Una de las responsables de la investigación, Natalie Philips, PhD, explicó que dedicarse con atención a la lectura “requiere la coordinación de múltiples funciones cognitiva complejas”.
El flujo sanguíneo también aumenta significativamente durante la lectura placentera, en diferentes áreas del cerebro.
Phillips cree que cada estilo diferente de lectura puede crear patrones distintos en el cerebro, lo que volvería la lectura una actividad mucho más compleja y benéfica para el cerebro que ver la televisión o jugar juegos, por ejemplo.
El experimento se concentra en la atención literaria, o sea, en la dinámica cognitiva de los diferentes tipos de atención que un lector trae para sí en el momento de la lectura.
Phillips subraya además que uno de los principales objetivos del estudio es investigar el valor del estudio de la literatura.
Además de incentivar buenos escritores, lectores y pensadores, ésta se interesa en descifrar cómo la lectura termina siendo un entrenamiento cerebral amplio y eficaz.
Este artículo fue originalmente publicado en laedición portuguesa de Aleteia y ha sido traducido para los lectores de Aleteia en español

Quizás le interesa: Ejercicios cerebrales para prevenir el Alzheimer


Para los que NO han ido a Misa el domingo

                           Es domingo: Contemplar y vivir el Evangelio del día

Jesucristo rey del universo



Jesucristo, Rey del universo

[Celebramos hoy, último domingo del año litúrgico, la solemnidad de nuestro
Señor Jesucristo, Rey del universo. El evangelio de hoy insiste precisamente
en la realeza universal de Cristo juez, pastor también, con la estupenda
parábola del juicio final. ¿Quién no conoce esta página tan elocuente del 
evangelio de san Mateo? “Forma parte de nuestra civilización. Ha marcado 
la historia de los pueblos de cultura cristiana: la jerarquía de valores, las instituciones, las múltiples obras benéficas y sociales. En efecto, el reino de 
Cristo no es de este mundo, pero lleva a cumplimiento todo el bien que, 
gracias a Dios existe en el hombre y en la historia” (Benedicto XVI). Añadir 
todavía que las imágenes de la parábola son sencillas, el lenguaje es popular, 
pero el mensaje es sumamente importante. ¿Cuál es? Es la verdad sobre 
nuestro destino último y sobre el criterio con que seremos juzgados].

Para empezar: Retírate… Recógete… Silénciate… Y agradece la Presencia 
y el Amor del Señor que está… Por la fe y el amor contacta con Él… Oh mi 
Dios Trinidad a quien adoro… Gloria y alabanza a ti. Habla, Señor, que tu
 siervo escucha… Espíritu Santo hazme dócil…

Leer despacio el texto del Evangelio: Mateo 25, 31-46

Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. Entonces dijo el rey a los de su derecha: “venid vosotros, benditos de mi padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo. Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuvo desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”. Entonces los justos le contestarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te alimentamos, o con sed y te dimos de beber?; ¿cuándo te vimos forastero y te hospedamos, o desnudo y te vestimos?; ¿cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y fuimos a verte?” Y el rey le dirá: “En verdad os dijo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermano más pequeños, conmigo lo hicisteis”. Entonces dirá a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, id a fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque tuve hambre y no me disteis de comer; tuve sed y no me disteis de beber, fui forastero y no me hospedasteis, estuve desnudo y no me vestisteis, enfermo y en la cárcel y no me visitasteis”. Entonces también estos contestarán: “Señor, ¿Cuándo te vimos con hambre o con sed, o forastero o desnudo, o enfermo o en la cárcel, y no te asistimos?” Él replicará: “En verdad os digo lo que no hicisteis con uno de estos, los más pequeños, tampoco lo hicisteis conmigo”. Y estos irá al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. 

Contemplar…, y Vivir… 

Pasemos a la contemplación del misterio.

>Cuando venga en su gloria el Hijo del hombre, y todos los ángeles con él, se sentará en el trono de su gloria y serán reunidas ante él todas las naciones. Esta es la composición de lugar. Sitúate ante esta escena. Es grandiosa. Uno se siente pequeñito ante esa realidad. Podrás ver ahí gente conocida: familiares, amigos… Están, muchedumbre incontable, con Dios. Sus rostros luminosos expresan una felicidad indecible… Están en un mundo nuevo inimaginable. Pero verdadero. Si estás atento, qué te dice el corazón, de qué te habla todo ello. Contempla: ¿dónde te gustaría estar ahí? ¿Junto a quien? ¿Se enardece de algún modo tu espíritu, tu deseo? Es la verdad de nuestro destino último: el juicio divino de la humanidad. La verdad de las verdades.
>Él separará a unos de otros, como un pastor separa las ovejas de las cabras. Y pondrá las ovejas a su derecha y las cabras a su izquierda. 
Jesús, el Hijo del hombre, el pastor y juez último de nuestra vida, separa a unos de otros a su derecha e izquierda; Él conoce a cada uno como nadie: su corazón, sus obras: lo que han hecho, cómo, por qué y a quién… Sólo Él… Ábrele tu corazón y confía en Él. Nada hay oculta que no salga a la luz…     

>Entonces dijo el rey a los de su derecha: “venid vosotros, benditos de mi padre; heredad el reino preparado para vosotros desde la creación del mundo.
Pocas, claras y muy consoladoras palabras éstas de Jesús: confirman la salvación de quienes ha puesto a su derecha: venid…, benditos…, heredad el reino preparado para vosotros…, desde… No se necesita más. ¿Cuál sería el gozo de aquellos obradores del bien a los demás? ¡Un estallido exultante del corazón! ¿Qué sientes tú al oírlas? Acógelas una a una como dichas para ti y pidiendo que ya desde ahora sean para ti: palabras de gran esperanza, consuelo y bendición. Palabras primeras y últimas. Pero el Señor va más allá y les da las razones: no son un capricho de Dios para algunos. Son lo que algunos, muchos, muchos, ¡ojalá todos!, han deseado que fuera, porque han vivido para los demás. Por mis hechos, ¿me estoy haciendo yo merecedor de una tal acogida y bendición?

>Porque tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber, fui forastero y me hospedasteis, estuvo desnudo y me vestisteis, enfermo y me visitasteis, en la cárcel y vinisteis a verme”
Por esto, venid; por esto, benditos y herederos del reino; para estos ha sido querido y preparado con mucho esmero y amor ese reino. No por decir, “Señor, Señor…”, sino por haber tenido ese pequeño gran detalle con el necesitado: darle de comer, o beber, o visitarle, o vestirle, o recibirle y acogerle… Pero, ¿dónde está el secreto de esas obras, para que tengan tan gran premio? El secreto es este: primero, en que eso es lo que hizo Jesús en su vida con los demás; segundo, en que Jesús mismo está en esas personas necesitadas: conmigo los hicisteis, afirma rotundamente el Señor, y tercero, en que quien lo hace y para hacerlo ha salido de sí, se ha olvidado de sí mismo, se ha acercado al otro, le ha mirado y se ha interesado por él, le ha amado… ¡Le ha tratado como persona digna!

>Pero, “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre…, sed…, forastero…, desnudo…, preso…, enfermo…”? ¡Es que ni nos hemos dado cuenta, vamos! Y les dice: “En verdad os dijo que cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”.

Así de clarito, llano y contundente. No lo puedes olvidar: la cercanía y la ternura, el amor concreto no las palabras son la norma de vida para ti y para mí. Todavía más: a partir de eso seremos juzgados. Eso es vivir como Jesús según el Evangelio. Eso nos pide. Todo lo demás… ¡hasta puede estar demás!

--Esto lo predicó así el Papa Francisco: “La salvación no comienza con la confesión de  la realeza de Cristo, sino con la imitación de sus obras de misericordia a través de las cuales Él realizó el reino. Quien las realiza demuestra haber acogido la realeza de Jesús, porque hizo espacio en su corazón a la caridad de Dios. Al atardecer de la vida seremos juzgados en el amor, en la proximidad y en la ternura hacia los hermanos. De esto dependerá nuestro ingreso o no en el reino de Dios, nuestra ubicación en una o en otra parte. Jesús, con su victoria, nos abrió su reino, pero está en cada uno de nosotros la decisión de entrar en él, ya a partir de esta vida -el reino comienza ahora- haciéndonos concretamente próximos al hermano que pide pan, vestido, acogida, solidaridad, catequesis. Y si amamos de verdad a ese hermano o a esa hermana, seremos impulsados a compartir con él o con ella lo más valioso que tenemos, es decir, a Jesús y su Evangelio”.

-Los de su izquierda no hicieron así simplemente. No hicieron nada por Jesús y a lo mejor habían “rezado mucho”. Por eso concluye la parábola con estas palabras del rey, juez y pastor, Jesús: Y estos irán al castigo eterno y los justos a la vida eterna”. ¿Qué estoy haciendo yo? ¿Cómo vivo mi vida cristiana? ¿Lo es de verdad? Porque si no es así…

Para terminar: Concluye recogiendo los sentimientos, ideas o sugerencias que has percibido en la contemplación. Dale gracias al Señor e intenta conservarlas para irlas “recordando” poco a poco a lo largo de la semana, para ver cómo van pasando a tu vida. Pídelo al Señor: Padrenuestro…

 Dentro, muy dentro de ti, ReL



287 ¿Su Fe es la Fe de la Iglesia? ¡Compruébelo!


Esta es nuestra Fe, la Fe de la Iglesia que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, Señor nuestro.


Libertad para hacer el mal
287. ¿No consiste precisamente la «libertad» en poder decidirse también por el mal?
El mal sólo es aparentemente digno de interés y
decidirse por el mal sólo hace libre en apariencia. El mal no da la felicidad, sino que nos priva del
verdadero bien; nos ata a algo carente de valor y
al final destruye toda nuestra libertad. [1730­-1733,


Esto lo vemos en la adicción. En ella un hombre vende su libertad a cambio de algo que le parece bueno. En realidad se convierte en esclavo. El hombre es perfectamente libre cuando dice siempre sí al bien; cuando ninguna adicción, ninguna costumbre, le impiden elegir y hacer lo que es justo y bueno. La decisión por el bien es siempre una decisión orientada a Dios.



* El texto (pregunta y respuesta) proviene del Youcat = Catecismo para Jóvenes. Los números que aparecen después de la respuesta hacen referencia al pasaje correspondiente del Catecismo de la Iglesia Católica que desarrolla el tema aún más. Basta un clic en el número y será transferido. 

No habrá ideología de género en las escuelas de Perú: victoria contundente de #ConMisHijosNoTeMetas



No habrá ideología de género en las escuelas de Perú: victoria contundente de #ConMisHijosNoTeMetas



Cientos de miles de peruanos, quizá un millón y medio de personas,
salieron a  las calles en marzo protestando contra el adoctrinamiento
en ideología de género en las escuelas de Perú,  
convocados  por la
plataforma de familias #ConMisHijosNoTeMetas. Su movilización y
activismo ha logrado la victoria y el currículo escolar  lleno de "coladeros"
y de palabras clave de la ideología de género 
promulgado en 2016 que anulado.

En una publicación realizada el 24 de noviembre en el diario oficial El Peruano,
el Ministerio de Educación del Perú dispone que se aplique, para 2018, el
“Diseño Curricular Nacional 2009”, en el que no están incluidas las nociones
de ideología de género que se incorporaron en 2016.


Se recogen así las peticiones de las asociaciones de familias, maestros y comunidades cristianas de Perú (el 93% de los peruanos se declaran cristianos, de los que 8 de cada diez son católicos, y el resto protestantes, según un sondeo de Vox Populi de 2017).



Los obispos denunciaron la ideología de género
En un comunicado difundido a inicios de este año, la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) criticó que el Ministerio de Educación “haya incluido en este instrumento normativo de rango inferior nociones que no provienen de la Constitución sino tomadas de la denominada ideología de género”.

“El Papa Francisco ha advertido que la ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer”, recordaron los obispos.

Efectivamente, el Papa Francisco se ha referido a menudo a esta ideología como una de las "colonizaciones ideológicas" que él denuncia, implantada por poderes internacionales contra el sentir de los pueblos y las familias.

Los obispos recuerdan la enseñanza del Papa Francisco: "El Papa Francisco ha advertido que la ideología de género niega la diferencia y la reciprocidad natural del hombre y de la mujer. Esta presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia; intentando imponer sus ideas incluso en la educación de nuestros niños (Amoris laetitia, nº 56)"

Los padres tenían razón
En agosto de este año, el Poder Judicial dio la razón al colectivo Padres en Acción en su demanda contra el Ministerio de Educación, para evitar el adoctrinamiento de los niños en las escuelas bajo esta ideología.

En declaraciones a la agencia Aciprensa, Sergio Burga, investigador de la Oficina para América Latina del Population Research Institute, calificó la medida del Ministerio de Educación como “un gran triunfo para los miles de padres de familia representados por el colectivo #ConMisHijosNoTeMetas”.



Burga señaló que al dejar sin uso el Currículo promulgado a finales de 2016 “se han eliminado perniciosas expresiones como ‘construir tu identidad’ e ‘identidad de género’, e incluso que ‘lo masculino y lo femenino se construye día a día’”.

Sin embargo, el investigador del Population Research Institute advirtió que el currículo escolar de 2009 mantiene el uso del “término ‘género’”, por lo que “resta dilucidar si esas expresiones conservan el contenido ideológico que se quiere desechar o simplemente es una forma de referirse a los dos sexos”.



Ya hubo muchas manifestaciones en enero con multitudes a la calle, pero
la prensa y especialmente las televisiones peruanas tendieron a ignorarlas,
aunque las imágenes en Internet muestran su relevancia.

 Los manifestantes en marzo cantan el Himno de Perú que menciona
"al Dios de Jacob"


Un detalle de las manifestaciones de marzo Con Mis Hijos No te Metas

ReL