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domingo, 29 de agosto de 2021

Jóvenes: Contemplen su modelo


 


 El Papa Juan Pablo II presenta especialmente a Santa María Gorretti como modelo para los jóvenes: "Nuestra vocación por la santidad, que es la vocación de todo bautizado, se ve alentada por el ejemplo de esta joven mártir. Miradla, sobre todo vosotros los adolescentes, vosotros los jóvenes. Sed capaces, como ella, de defender la pureza del corazón y del cuerpo; esforzaos por luchar contra el mal y el pecado, alimentando vuestra comunión con el Señor mediante la oración, el ejercicio cotidiano de la mortificación y la escrupulosa observancia de los mandamientos" (29 de septiembre de 1991).

La catequesis completa de San Juan Pablo II:

1. Hace cien años, el 6 de julio de 1902, moría María Goretti, gravemente herida el día anterior por la ciega violencia que le había agredido. Mi venerado predecesor, el siervo de Dios Pío XII, la proclamó santa en 1950, proponiéndola a todos como modelo de valiente fidelidad a la vocación cristiana hasta el supremo sacrificio de la vida.

He querido recordar esta importante fecha con un mensaje especial dirigido al obispo de Albano, subrayando la actualidad de esta mártir de la pureza, deseando que sea más conocida por los adolescentes y los jóvenes.

Santa María Goretti es un ejemplo para las nuevas generaciones, amenazadas por una mentalidad de falta de compromiso, a la que les cuesta comprender la importancia de los valores sobre los que no es lícito llegar a compromisos.

2. Si bien tenía poca instrucción escolar, María, que no había cumplido todavía los doce años, poseía una personalidad fuerte y madura, formada por la educación religiosa recibida en su familia. De este modo, fue capaz no sólo de defender su propia persona con castidad heroica sino incluso perdonar a su asesino.

Su martirio recuerda que el ser humano no se realiza siguiendo sus impulsos de placer, sino viviendo su propia vida en el amor y la responsabilidad.

Sé muy bien, queridos jóvenes, que sois sumamente sensibles a estos ideales. En espera de encontrarme con vosotros dentro de dos semanas en Toronto, quisiera repetiros hoy: ¡no dejéis que la cultura del tener y del placer adormezca vuestras conciencias! Sed "centinelas" despiertos y vigilantes para ser auténticos protagonistas de una nueva humanidad.

3. Dirijámonos ahora a la Virgen, de quien santa María Goretti lleva el nombre. Que la criatura más pura ayude a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo, en especial a los jóvenes, a redescubrir el valor de la castidad y a vivir las relaciones interpersonales en el respeto recíproco y en el amor sincero."
























Ángelus del Papa: no perder el tiempo culpando a los demás

 

¿A


“Hay un modo infalible de vencer el mal” dijo el
Papa Francisco durante el rezo del Ángelus de este
 domingo: “Empezar por vencerlo dentro de uno
mismo”. Por esta razón el Santo Padre invitó a pedir
 a la Virgen María, “que cambió la historia a través
de la pureza de su corazón”, que “nos ayude a
 purificar el nuestro, superando, ante todo, el vicio
de culpabilizar a los demás y de quejarnos por todo”,
según informa la agencia de noticias de la Santa
Sede  Vatican News.
Al comentar el Evangelio de este domingo que
muestra a los escribas y fariseos asombrados por
la actitud de Jesús, que se escandalizaron al ver
que sus discípulos tomando alimentos sin realizar
las tradicionales abluciones rituales, el Papa dijo:
“También nosotros podríamos preguntarnos: ¿Por
qué Jesús y sus discípulos descuidan estas
tradiciones? Al fin y al cabo, no son cosas malas,
sino buenos hábitos rituales, simples lavados antes
 de tomar lacomida. ¿Por qué Jesús no les presta
 atención?”.
El riesgo de una religiosidad de la apariencia
Francisco explicó que para el Señor es importante
 devolver la fe a su centro. “Y evitar un riesgo,
 que vale para aquellos escribas como para
nosotros: observar las formalidades externas
dejando en segundo plano el corazón de la fe”.
“Es el riesgo de una religiosidad de la apariencia
 -continuó el Santo Padre-, aparentar ser bueno por
fuera, descuidando purificar el corazón. Siempre
existe la tentación de ‘arreglar a Dios’ con alguna
devoción externa, pero Jesús no se conforma con
este culto. No quiere lo externo, quiere una fe que
llegue al corazón”.
Las cosas malas nacen desde el corazón
Tras recordar que Jesús dice a la multitud que
 “no hay nada fuera del hombre que, entrando
en él, pueda hacerlo impuro” y que, en cambio,
es “desde dentro, desde el corazón” que nacen
las cosas malas, el Pontífice añadió: “Estas
palabras son revolucionarias, porque en la
 mentalidad de entonces se pensaba que ciertos
alimentos o contactos externos lo hacían a uno
impuro. Jesús invierte la perspectiva: no es malo
lo que viene de fuera, sino lo que nace de dentro”.
El Santo Padre agregó que esto también nos
concierne a nosotros, que solemos pensar “que el
mal provenga sobre todo de fuera: de los
 comportamientos de los demás, de quien piensa
mal de nosotros, de la sociedad”.
Culpar a los demás
“¡Cuántas veces culpamos a los demás, a la
sociedad, al mundo, de todo lo que nos sucede!
Siempre es culpa de los ‘demás’: de la gente, de
quien gobierna, de la mala suerte”. También afirmó
 que “parece que los problemas lleguen siempre de
fuera”. Y que “pasamos el tiempo repartiendo culpas;
 pero pasar el tiempo culpando a los demás es perder
 el tiempo”. Y continuó: “No se puede ser
verdaderamentereligioso quejándose: la ira,
el resentimiento y la tristeza
cierran las puertas a Dios”.

Por esta razón, el Papa Francisco invitó a pedir
al Señor “que nos libre de culpar a los demás”.
Y que pidamos “la gracia de no perder el tiempo
contaminando el mundo con quejas, porque esto
 no es cristiano”. “Más bien -prosiguió-, Jesús
nos invita a mirar la vida y el mundo desde el
corazón. Si nos miramos por dentro, encontraremos
 casi todo lo que detestamos fuera”.
Aprender a acusarnos a nosotros mismos
Si “pedimos sinceramente a Dios que nos purifique
 el corazón”, comenzaremos “a hacer más limpio
el mundo, porque hay un modo infalible de vencer
el mal: empezar por vencerlo dentro de uno mismo”.
Concluyó invocando a la Virgen María, “que
cambió la historia a través de la pureza de su
corazón”, que “nos ayude a purificar el nuestro,
superando ante todo el vicio de culpabilizar a los
demás y de quejarnos por todo”.
Vatican News - ReL






















Evangelio del día

 

Marcos 7:1-8,14-15,21-23
Sus corazones están lejos de mí


Los fariseos y algunos de los escribas que habían venido de Jerusalén se reunieron en torno a Jesús, y observaron que algunos de sus discípulos comían con las manos impuras, es decir, sin lavárselas. Porque los fariseos, y los judíos en general, siguen la tradición de los ancianos y no comen nunca sin lavarse los brazos hasta el codo; y al volver de la plaza no comen nunca sin rociarse primero. También hay muchas otras observancias que les han sido transmitidas en relación con el lavado de copas y ollas y platos de bronce. Entonces estos fariseos y escribas le preguntaron: "¿Por qué tus discípulos no respetan la tradición de los ancianos y comen con las manos sucias? Él respondió: "De vosotros, hipócritas, profetizó Isaías con tanta razón en este pasaje de la Escritura:
Este pueblo me honra sólo de boquilla,
mientras sus corazones están lejos de mí.
El culto que me ofrecen es inútil,
las doctrinas que enseñan son sólo reglamentos humanos.
Dejan de lado el mandamiento de Dios para aferrarse a tradiciones humanas". Volvió a llamar a la gente y les dijo: 'Escúchenme todos y entiendan. Nada de lo que entra en el hombre desde fuera puede hacerlo impuro; son las cosas que salen del hombre las que lo hacen impuro. Porque es de dentro, del corazón de los hombres, de donde salen las malas intenciones: fornicación, robo, asesinato, adulterio, avaricia, malicia, engaño, indecencia, envidia, calumnia, orgullo, insensatez. Todas estas cosas malas salen de dentro y ensucian al hombre".

Comentario


Bulle

Concilio Vaticano II
Constitución dogmática sobre la Iglesia en el mundo actual «Gaudium et spes», § 82  (Copyright © Libreria Editrice Vaticana)


"En el interior del corazón del hombre": ¿El corazón de cada hombre, fuente de paz o de guerra?

Bien claro queda, por tanto, que debemos procurar con todas nuestras fuerzas preparar una época en que, por acuerdo de las naciones, pueda ser absolutamente prohibida cualquier guerra... Lo cual hoy exige de ellos con toda certeza que amplíen su mente más allá de las fronteras de la propia nación, renuncien al egoísmo nacional ya a la ambición de dominar a otras naciones, alimenten un profundo respeto por toda la humanidad, que corre ya, aunque tan laboriosamente, hacia su mayor unidad... Sin embargo, hay que evitar el confiarse sólo en los conatos de unos pocos, sin preocuparse de la reforma en la propia mentalidad. Pues los que gobiernan a los pueblos, que son garantes del bien común de la propia nación y al mismo tiempo promotores del bien de todo el mundo, dependen enormemente de las opiniones y de los sentimientos de las multitudes.
Nada les aprovecha trabajar en la construcción de la paz mientras los sentimientos de hostilidad, de menos precio y de desconfianza, los odios raciales y las ideologías obstinadas, dividen a los hombres y los enfrentan entre sí. Es de suma urgencia proceder a una renovación en la educación de la mentalidad y a una nueva orientación en la opinión pública. Los que se entregan a la tarea de la educación, principalmente de la juventud, o forman la opinión pública, tengan como gravísima obligación la preocupación de formar las mentes de todos en nuevos sentimientos pacíficos. Tenemos todos que cambiar nuestros corazones, con los ojos puestos en el orbe entero y en aquellos trabajos que todos juntos podemos llevar a cabo para que nuestra generación mejore.  (EDD)

Oración

Oh Dios todopoderoso, de quien procede todo don perfecto, infunde en nuestros corazones el amor de tu nombre, para que, haciendo más religiosa nuestra vida, aumentes el bien en nosotros y con solicitud amorosa lo conserves. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén
























sábado, 28 de agosto de 2021

Nuestro Fundador el P. Julio Chevalier MSC

 


 

Mateo 25:14-30
Señor, me has confiado dos talentos


Jesús dijo esta parábola a sus discípulos: El Reino de los Cielos se parece a un hombre que, de camino al extranjero, llamó a sus siervos y les confió sus bienes. A uno le dio cinco talentos, a otro dos y a un tercero uno, cada uno en proporción a su capacidad. Luego se puso en marcha.

El que había recibido los cinco talentos se puso a comerciar con ellos y ganó otros cinco. El que había recibido dos, hizo otros dos de la misma manera. Pero el que había recibido uno se fue y cavó un agujero en la tierra y escondió el dinero de su amo.

Mucho tiempo después, el señor de aquellos siervos volvió y revisó sus cuentas con ellos. El hombre que había recibido los cinco talentos se presentó trayendo otros cinco. "Señor", dijo, "me confiaste cinco talentos; aquí tienes otros cinco que he hecho".

'Su señor le dijo: "Bien hecho, siervo bueno y fiel; has demostrado que puedes ser fiel en las cosas pequeñas, te confiaré otras mayores; ven y participa en la felicidad de tu señor."

A continuación se presentó el hombre de los dos talentos. "Señor", dijo, "me confiaste dos talentos; aquí tienes otros dos que he hecho". Su señor le dijo: "Bien hecho, siervo bueno y fiel; has demostrado que puedes ser fiel en las cosas pequeñas, te confiaré otras mayores; ven y participa en la felicidad de tu señor."

'Por último se presentó el hombre que tenía el único talento. "Señor", dijo, "había oído que eras un hombre duro, que cosechas donde no has sembrado y recoges donde no has esparcido; por eso tuve miedo, y me fui a esconder tu talento en la tierra. Aquí está; era tuyo, devuélvelo". Pero su amo le respondió: "¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? Pues bien, deberías haber depositado mi dinero en los banqueros, y a mi regreso habría recuperado mi capital con intereses. Así que ahora, quítale el talento y dáselo al que tiene los cinco talentos. Porque a todo el que tiene se le dará más, y tendrá más que suficiente; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene. En cuanto a este siervo inútil, échalo a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes".

Comentario

El que no invierte no cosecha, y yo, como quiero cosechar, invierto. No me importa gastar dinero en mi formación, en herramientas de trabajo, en servicios, en la creación de activos, etc., pues se trata de una inversión, estoy poniendo al dinero a trabajar por mí, estoy plantando las semillas que germinarán al día de mañana en nuevas oportunidades para multiplicar esa inversión inicial.

Sigo gastando para cubrir mis necesidades básicas, sigo depositando dinero en el banco, sigo pagando mis deudas, pero una gran parte de lo que ingreso lo destino a inversión. Sólo así puedo decantar la balanza de la buena fortuna a mi favor. Aquí tienes un ejemplo real de una inversión que ha multiplicado su valor más de quince veces en apenas un mes. De no haber invertido no habría sido posible.

¿Qué Haces con Tus Talentos?

Los talentos mencionados en la historia no sólo representan el dinero, o las cosas materiales, sino también las cualidades y la capacidad que todos llevamos dentro nuestro, es decir, nuestro potencial.

La vida no es justa. No todos empezamos con las mismas cartas. Unos nacen en la abundancia (5 talentos) y otros lo hacen en la escasez (1 talento). Pero en la vida, como en la parábola, lo importante no es lo que tenemos sino lo que hacemos con lo que tenemos. 

¿Te has fijado que en la parábola se felicita por igual al que recibió cinco talentos (y los convirtió en diez) como al que recibió dos (y los convirtió en cuatro)? Esto es porque ambos hicieron todo lo que pudieron con lo que tenían disponible.

Seas una persona con muchos talentos o pocos es indiferente, lo importante es que los pongas a trabajar y saques de ellos lo máximo que tus posibilidades te permitan. Consigas lo que consigas estará bien, siempre y cuando hayas dado el 100% para conseguirlo.

En cambio, el que esconde sus talentos, por poco o muchos que estos sean, como dice la parábola, se le quitará lo poco que tenga y se le dará al que tiene en abundancia, y se le expulsará a las tinieblas donde encontrará llanto y crujir de dientes. Es duro, ¿pero alguien puede decir que esto no es así?

Quien silencia su potencial, no sólo menosprecia el valor de su existencia, sino que además se asegura una vida llena de frustraciones y sufrimiento.

La alternativa no es otra que superar el miedo que nos retiene para cumplir con nuestro potencial, para hacer lo que estamos llamados a hacer.

Sí, como dice la parábola, es el miedo lo que retuvo al tercer siervo de utilizar su talento, en este caso, el miedo a perder el dinero que le había dado su señor y a ser castigado por ello. Pero tener miedo no puede ser una excusa para mantenerse inactivo, esa es una actitud cobarde, de desidia y complacencia que terminará por pasar factura. (davidcantone)

Oración

Señor, en el camino de la vida, todo mira hacia delante, todo es futuro. Comenzamos cada día los nuevo que tú has preparado. Señor, echar a andar siempre resulta duro. Hasta tengo la tentación de soñar con un tiempo tranquilo, sin sobresaltos, en el que sea posible transitar por sendas conocidas, y así me sentiré cómodo y seguro. Pero yo sé que hay que seguirte, y andar tras tus huellas por donde tú vayas; eres Tú quien marca el camino. Hay que estar dispuesto a crecer y afrontar, con renovada ilusión, los desafíos que plantee cada día. Señor, Hoy pongo en tus manos esta aventura, tan apasionante como imprevisible. Quiero contar contigo, necesito contar contigo. Quiero que seas estrella que guía, fuerza que da vida, corazón que comprende y perdona, Espíritu de insuperable cercanía. Juntos haremos una historia que será una historia sagrada: Tú estarás conmigo, yo estaré contigo. AMÉN. 



























Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos

 Aquí podemos ofrecer  sólo unos pocos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa

La Eucaristía es un Cielo anticipado.

Cristo, como muestra de amor, para sostener esa esperanza del Cielo creó el lindo Cielo eucarístico, pues la Eucaristía es un Cielo anticipado. ¿Acaso en la Eucaristía no viene Jesús, bajando a la tierra y trayéndonos ese Cielo consigo? ¿Acaso donde está Jesús no está el Cielo? Si Jesús está sacramentalmente en la Eucaristía, trae consigo también el Cielo.

P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo


Al comulgar a Jesús en la Eucaristía recibimos igualmente el Cielo.

Al comulgar a Jesús en la Eucaristía, júbilo y gloria del Paraíso, recibimos igualmente el Cielo. Se nos da para mantener viva en nosotros el recuerdo de la verdadera patria y no desfallecer al pensar en ella. Se da y permanece corporalmente en nuestros corazones en cuanto subsisten las especies sacramentales. Una vez destruidas éstas, vuelve nuevamente al Cielo, pero permanece en nosotros por su gracia y por su presencia amorosa. Nos deja los efectos de su presencia: amor, pureza, fuerza, alegría y gozo.

P. Antonio Rivero LC
La Eucaristía, Cap. 33: Eucaristía y Cielo


Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos.

Al celebrar la Santa Misa nos hacemos santos porque lo hacemos in Persona Christi, como in Persona Christi hacemos las meditaciones, la oración, la acción de gracias, la alabanza, la oblación y la intercesión.

Somos intercesores, y estas funciones in Persona Christi nos ayudan a ser santos. Estas funciones renuevan en nosotros la memoria de nuestra ordenación... No se da sólo la memoria... Celebramos y actuamos con Jesús. Nos santificamos porque la Eucaristía es fuente de la nueva evangelización.

Cardenal F. X. Nguyen Van Thuan
El Gozo de la esperanza

No es menos la Palabra de Dios que su Cuerpo.

Conocéis vosotros, los que soléis asistir a los divinos misterios, cómo cuando recibís el Cuerpo del Señor, lo guardáis con toda cautela y veneración para que no se caiga ni un poco de él, ni desaparezca algo del don consagrado. Pues os creéis reos, y rectamente por cierto, si se pierde algo de él por negligencia. Y si empleáis, y con razón, tanta cautela para conservar su Cuerpo, ¿cómo juzgáis cosa menos impía haber descuidado su Palabra que su Cuerpo?

Orígenes, Padre de la Iglesia
Sobre el Éxodo, Homilía 13,3

Es imperativo instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.

La Iglesia desea y pide que los cristianos no asistan a este Misterio de fe que es la Santa Misa como extraños y espectadores, sino que participen consciente, piadosa y activamente, y procuren instruirse lo más posible acerca de la Eucaristía.

Concilio Vaticano II, Constitución
Sacrosanctum Concilium, n. 48



La Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.

La Iglesia ha venerado siempre las divinas Escrituras como venera también el Cuerpo del Señor. No cesa de presentar a los fieles el Pan de vida que se distribuye en la mesa de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo.

Catecismo de la Iglesia Católica, n. 103


El Santo Sacrificio infunde gran devoción y veneración.

Así como el Santo Sacrificio celebrado devotamente infunde gran devoción y veneración, de igual manera celebrado irreverentemente hace perder el concepto y veneración que le son debidos.

San Alfonso María de Ligorio, Doctor de la Iglesia
La Misa Atropellada





Apostolado de la Santa Misa Diaria























viernes, 27 de agosto de 2021

Pensamiento MSC del día

 


Evangelio del día

 

Mateo 25:1-13
La fiesta de Santa Mónica

San Agustín y Santa Mónica

Jesús contó esta parábola a sus discípulos: El reino de los cielos será así: Diez damas de honor tomaron sus lámparas y fueron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco sensatas; las insensatas tomaron sus lámparas, pero no llevaron aceite, mientras que las sensatas llevaron frascos de aceite además de sus lámparas. El novio se retrasó, y todas se adormecieron y se durmieron. Pero a medianoche se oyó un grito: "¡El novio está aquí! Salid a recibirlo". Al oír esto, todas aquellas damas de honor se despertaron y arreglaron sus lámparas, y las insensatas dijeron a las sensatas: "Dadnos un poco de vuestro aceite: nuestras lámparas se están apagando." Pero ellas respondieron: "Puede que no haya suficiente para nosotras y para vosotras; será mejor que vayáis a los que lo venden y compréis un poco para vosotras". Habían ido a comprarlo cuando llegó el novio. Las que estaban preparadas entraron con él en el salón de bodas y se cerró la puerta. Las otras damas de honor llegaron después. "Señor, Señor", dijeron, "ábrenos la puerta". Pero él respondió: "Os digo solemnemente que no os conozco". Así que mantente despierto, porque no sabes ni el día ni la hora".

Comentario

Bulle

San Agustín (354-430)
obispo de Hipona (África del Norte), doctor de la Iglesia
Sermón 93


«Las vírgenes se despertaron y prepararon sus lámparas»

El Esposo viene precedido de un clamor a medianoche. ¿Qué clamor es éste? Aquel del que habla el Apóstol: «En un abrir y cerrar de ojos, al sonido de la última trompeta. Sonará la trompeta; los muertos resucitarán incorruptos y nosotros seremos transformados» (1 Cor 15,52) y, como dice el apóstol san Juan: «Llegará el momento en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz y saldrán» (5,28-29).
¿Que quieren decir estas palabras: "no llevaban aceite en sus lámparas»? En su vaso, es decir en su corazón... Las vírgenes insensatas, que no han llevado el aceite con ellas, han procurado complacer a los hombres por su abstinencia y por sus buenas obras, que simbolizan las lámparas. Ahora bien, si el motivo de sus buenas obras es el de complacer a los hombres, no llevan el aceite con ellas. Pero vosotros, llevar este aceite con vosotros; llevadlo en vuestro interior donde sólo mira Dios; llevad allí el testimonio de una buena conciencia... Si evitáis el mal y hacéis el bien para recibir los elogios de los hombres, no tenéis aceite en el interior de vuestra alma...
Antes de que estas vírgenes se durmieran, no dice que sus lámparas estén apagadas. Las lámparas de vírgenes sensatas brillan con un vivo resplandor, alimentadas por el aceite interior, por la paz de la conciencia, por la gloria secreta del alma, por la caridad que la inflama.
Las lámparas de las vírgenes necias también brillan, y ¿por qué brillan? Porque su luz era mantenida por las alabanzas de los hombres. Cuando se han levantado, es decir, en la resurrección de los muertos, han empezado a disponer sus lámparas, es decir, a preparar la cuenta que debían rendir a Dios de sus obras. Sin embargo, entonces no hay nadie para alabarlas... Buscan, como lo han hecho siempre, brillar con el aceite de otros, vivir de los elogios del os hombres: «Dadnos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se apagan».

Oración

A ti recurro por ayuda e instrucciones, Santa Mónica, maravillosa ejemplo de firme oración por los niños. En tus amorosos brazos yo deposito mi hijo(a) (mencionar aquí los nombres), para que por medio de tu poderosa intercesión puedan alcanzar una genuina conversión a Cristo Nuestro Señor.

A ti también apelo, madre de las madres, para que pidas a nuestro Señor me conceda el mismo espíritu de oración incesante que a ti te concedió. Todo esto te lo pido por medio del mismo Cristo Nuestro Señor. Amén.

















































jueves, 26 de agosto de 2021

¿Cómo saber si estoy madurando?

FRIENDS


8 puntos de examen para conocerse, elaborados por un equipo de médicos, filósofos, sacerdotes y educadores

Todos queremos gozar de una personalidad feliz pero, ¿qué hacer para lograrlo? Un grupo de médicos, filósofos, sacerdotes y educadores han dibujado el mapa para guiarse por nuestro propio conocimiento.  

La identidad es un tesoro del que cada uno disponemos. Sin embargo, tiene mucho de enigma y no nos ha sido dado de forma acabada. No podemos darle a una tecla y nos aparecen todos los datos sobre nosotros mismos. Ni siquiera el big data podría hacerlo.

Desarrollamos nuestra personalidad a lo largo del tiempo, conforme vamos conociendo el mundo y conociéndonos, y en la formación adquirimos las herramientas para alcanzar -si queremos- el bien en cada propuesta que se nos presenta. Así logramos las virtudes, forjamos nuestro corazón y nos orientamos hacia la felicidad auténtica.

Una personalidad lograda no existe si no hay madurez. Es imposible tenerla si no somos personas maduras. El papa Francisco explica en la encíclica “Amoris laetitia” que la madurez «no es solo el desarrollo de algo ya contenido en el código genético”.

Se refiere a que, por ejemplo, el amor hacia una persona o la decisión de entregar la vida a Dios no están escritos en nuestro ADN, sino que son fruto de decisiones libres.

Francisco habla de los elementos que hacen que se notecuándo hemos adquirido la madurezla prudencia, el buen juicio y la sensatez. Y afirma: “no dependen de factores meramente cuantitativos de crecimiento sino de toda una cadena de elementos que se sintetizan en el interior de la persona; para ser más exactos, en el centro de su libertad.”

¿Cómo puedo saber si estoy adquiriendo madurez? Los autores del libro “Ser quien eres”(ed. Rialp) proponen una lista de características de la madurez. Así, cuando uno se pregunta si va madurando, tiene pistas para analizar cómo va.

A continuación tienes las ocho facetas de la madurez sobre las que hay que interrogarse y así saber si vamos madurando. Están descritas con las palabras que emplean los autores del libro:

Examen sobre madurez

Dolors Massot, Aleteia 

LVea también     12 síntomas, 10 causas, 17 soluciones y 15 sentencias de la crisis matrimonial de los esposos a los 35 y 45 años de edad

































Pensamiento MSC del día


 

Evangelio del día

 

Mateo 24:42-51
El siervo deshonesto que come y bebe con los borrachos

¡Cuidado con el lujo!

Jesús dijo a sus discípulos: "Estad despiertos, porque no sabéis el día en que vendrá vuestro maestro. Podéis estar seguros de que si el dueño de casa hubiera sabido a qué hora de la noche iba a venir el ladrón, habría permanecido despierto y no habría permitido que nadie traspasara la pared de su casa. Por eso, también vosotros debéis estar preparados, porque el Hijo del Hombre viene a una hora que no esperáis.

¿Qué siervo, pues, es lo bastante fiel y prudente como para que el amo lo ponga al frente de su casa para darles la comida a su debido tiempo? Feliz ese siervo si la llegada de su amo lo encuentra en este empleo. Os digo solemnemente que lo colocará sobre todo lo que posee. Pero en cuanto al siervo deshonesto que se dice a sí mismo: "Mi amo se toma su tiempo", y se pone a golpear a sus compañeros y a comer y beber con los borrachos, su amo vendrá un día que no espera y a una hora que no conoce. El amo lo cortará y lo enviará a la misma suerte que los hipócritas, donde habrá llanto y rechinar de dientes".

Comentario


Bulle

Homilía atribuida a San Macario de Egipto (¿-390)
monje
Homilías espirituales, nº 33


Para la oración, velar en espera de Dios

     Para orar no hacen falta ni gestos, ni gritos, ni silencio, ni arrodillarse. Nuestra oración, a la vez prudente y fervorosa, debe ser una espera de Dios, hasta que Dios venga y visite nuestra alma a través de todos sus caminos de acceso a ella, todos sus senderos, todos sus sentidos. Tregua de nuestros silencios, de nuestros gemidos y de nuestros sollozos: no busquemos en la oración otra cosa que el abrazo de Dios.
     En el trabajo ¿no empleamos con esfuerzo todo nuestro cuerpo? ¿No colaboran al mismo todos nuestros miembros? Que nuestra alma se consagre toda entera a la oración y al amor del Señor; que no se deje distraer ni dar tirones por sus pensamientos; que ponga toda su atención en Cristo. Entonces Cristo la iluminará y le enseñara la verdadera oración, le dará la petición pura y espiritual que es según Dios, la adoración «en espíritu y en verdad» (Jn 4,24).
     El que ejerce de comerciante no busca simplemente una ganancia. Por todos los medios se esfuerza en engrandecerlo y hacerlo crecer. Emprende nuevos viajes y renuncia a los que le parecen no son de provecho; sólo marcha con la esperanza de un negocio. Como él, sepamos nosotros conducir nuestra alma por los caminos más diversos y más oportunos, y adquiriremos, oh ganancia suprema y verdadera, ese Dios que os enseña a orar en verdad.
     El Señor se aposenta en un alma fervorosa, hace de ella su trono de gloria, se sienta en él y se queda allí. (EDD)

Oración

De cara al fin del mundo (para ti es la hora de tu muerte, ¿verdad?)







































miércoles, 25 de agosto de 2021

El Pan de Vida: testimonio de un niño que ha partido al cielo

osé María era un niño alegre, listo y valiente que vivió su fe de manera admirable. 

Este jueves he vivido una de las experiencias más duras que se pueden tener: acompañar a morir a un niño, José María Hernáez Montero, de apenas doce años de edad, dos de los cuales marcados por una dura lucha contra el cáncer. Sin embargo, esta ha sido también una experiencia de vida eterna, primero para él, y también para quienes le hemos conocido y seguiremos conociéndole ahora más profundamente.

Niño alegre, listo y valiente, sostuvo su lucha física y espiritual en dos pilares: escuchar la palabra de Dios y nutrirse diariamente de la Santa Comunión.

–Padre, las palabras que decimos en el Avemaría son las que le dijo el ángel a la Virgen, ¿verdad? –me preguntó el fin de semana pasado.

–Efectivamente. Sus mismas palabras –le respondí.

–Pues si son las palabras de un ángel –me dijo con mucho asombro y gravedad– habrá que repetirlas bien, no de carrerilla.

–¿Y qué me dices de las que se dicen en la misa? –le pregunté–. Son las que salieron del mismo corazón y los labios sagrados del Señor: “Tomad y comed, esto es mi cuerpo… Tomad y bebed, esta es mi sangre que se entrega para el perdón de los pecados”.

La mirada de estupor de este niño, alimentado día a día de la eucaristía, expresaba todo el amor con que merece ser recibida.

–¿Cómo es que la gente no se da cuenta? –me preguntó con pena, y finalmente volvió a decirme la frase recurrente de sus últimos días: “Quiero que la gente tenga fe, que se den cuenta…”

Josemari con su familia.

José María, junto a sus padres y hermanas en Garabandal. 

Las palabras y la experiencia de Josemari son un eco del evangelio que leemos este domingo, donde Cristo nos enseña acerca de la fe con que debemos acogerle en su palabra y, muy especialmente, en el sacramento del pan partido.

Leamos con atención: "En aquel tiempo, Jesús dijo a los judíos: «Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida». Muchos de sus discípulos, al oírlo, dijeron: «Este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?». Sabiendo Jesús que sus discípulos lo criticaban, les dijo: «¿Os resulta difícil aceptar esto? ¿Y si vierais al Hijo del hombre subir adonde estaba antes? El Espíritu es quien da vida; la carne no sirve para nada. Las palabras que os he dicho son espíritu y vida. Y, con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen». Pues Jesús sabía desde el principio quiénes no creían y quién lo iba a entregar. Y dijo: «Por eso os he dicho que nadie puede venir a mí si el Padre no se lo concede». Desde entonces, muchos discípulos suyos se echaron atrás y no volvieron a ir con él. Entonces Jesús les dijo a los Doce: «¿También vosotros queréis marcharos?». Simón Pedro le contestó: «Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el Santo de Dios» (Juan, 6, 55, 60-69).

"¿Os resulta difícil aceptar esto?", pregunta Jesús a los que se escandalizan de sus palabras. Así concluye el largo discurso del Pan de Vida, que hemos leído durante cuatro domingos, y sus palabras no dejan indiferente a nadie. Ellas son signo de contradicción, piedra de salvación o de tropiezo. Resulta revelador que llegados a este punto del evangelio, el escándalo se produce cuando Cristo anuncia que el pan que ha multiplicado y que tanta gente ha comido es su mismo cuerpo y su misma sangre, y que quien no los recibe no tendrá la vida eterna.

Aquí la conexión entre la palabra de Dios, la Eucaristía y la acogida que a ellas damos es inescindible y cargada de exigencia. Quien no escucha atentamente al Señor no se entera de qué alimento Él nos ofrece, y quien no recibe bien ese sustento, no permanece. Al llevarle la comunión a José Mari en sus últimos días, uno percibía que ese niño no moría, sino que estaba entrando en la vida eterna. Pero cuántos de nosotros, que creemos estar vivos, tantas veces quedamos indiferentes ante lo que Cristo nos ofrece porque no le escuchamos y recibimos con propiedad. Somos de los que todavía no creen, y será muy fácil que terminemos abandonando el camino a la vida plena.

–Muchos de tus amigos y gente que conoces van a misa y reciben al Señor, Josemari –le dije para animarlo.

–Pero todavía falta –me respondió–. Tenemos que darnos cuenta de quién es Dios.

“Con todo, hay algunos de entre vosotros que no creen”, dice Jesús a quienes acababan de participar del gran milagro y alimentarse del pan de vida. Por eso estas palabras, como las de Jose María, someten a juicio nuestra fe. Ante Él tenemos que hacer una elección y más bien ir hacia adelante; darnos cuenta de quién se nos ofrece y lanzarnos hacia la eternidad. No puede ser auténtico discípulo quien le sigue solo por costumbre o por convención social. Necesitamos ser auténticos cristianos.

Nuestro Josemari alcanzó en muy poco tiempo el cielo, esperamos con fe. Su unión con Cristo por tomarse tan en serio sus palabras y recibir con tanto amor su sacramento no pueden quedar sin la recompensa eterna. Él ofreció su vida para que mucha gente pueda creer. Hoy el Señor se vale de la pureza y la confianza de un niño así para decirnos también a nosotros que no seamos de los que no creen, que no nos echemos atrás ante sus palabras ni le recibamos con indiferencia en el pan de vida eterna. ¿Qué elección tomamos ante esto?

Christian Díaz Yepes, ReL

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