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lunes, 8 de octubre de 2018

Cómo sanar de la infidelidad emocional en el matrimonio

Hay varias formas de engañar a tu pareja en el matrimonio, pero solo una para curar las heridas: la comunicación

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El vínculo que te une a tu pareja es más profundo que un simple vínculo físico: también es emocional y espiritual. Un matrimonio debe amarse y apoyarse mutuamente en la mayoría de los aspectos de la vida. Sois confidentes y compañeros. Pero, ¿qué pasa cuando uno de los dos deja de estar presente emocionalmente? ¿O si uno de los dos pide mayor disponibilidad emocional y hablar más de los sentimientos pero el otro no está preparado?
Muchos de nosotros al pensar en el matrimonio lo relacionamos con la fidelidad física. Pero la parte emocional es más profunda y a menudo resulta más compleja de lo que nos imaginábamos recién casados.
Thomas Gagliano, experto en relaciones de pareja, afirma que el término “engaño” tiene múltiples interpretaciones que van más allá de una condición física.
“El engaño lo define cada persona”, comenta. Puede englobar cualquier cosa desde frecuentar un club de striptease para cometer adulterio hasta confiar en alguien más que en tu pareja. Puesto que la definición varía mucho, tanto tú como tu pareja podéis tener un concepto diferente sobre lo que significa engañar, convirtiéndolo así en un tema problemático y complicado de abordar.
Pero cuando hablamos de un engaño emocional, Gagliano cree que lo que realmente importa es la confianza, no la semántica. Cuando sientes que tu pareja ha roto esa confianza, el matrimonio se enfrenta a una situación de crisis.
“Las relaciones se forman sobre la comprensión, la comunicación y, lo más importante, la confianza”, afirma. “Cuando esta confianza se rompe y la pareja desea superar la infidelidad, es fundamental que ambas partes se comprometan hacia el camino de la cicatrización”.
Uno de los problemas más difíciles en un matrimonio puede surgir cuando uno de los dos dedica tiempo y energía emocional a una persona fuera del matrimonio. Cualquier situación puede llevar a esta circunstancia, pero a menudo empieza con un compañero de trabajo o un buen amigo.
Puede parecer inofensivo cuando tu pareja se apoya en su “marido del trabajo” o “esposa del trabajo” para que escuche todos sus problemas (al fin y al cabo, el mundo profesional es duro y necesitamos ayuda para sobrellevarlo), pero esto puede tener consecuencias involuntarias para la vida familiar.
Aunque no se haya producido un contacto físico, la profundidad de la conversación puede borrar la línea y suscitar desconfianza. Al final, ambos podéis sentiros traicionados, pero puede ser especialmente duro para la parte que no empezó la infidelidad emocional que hay que curar.
¿Cómo puedes superar que tu pareja haya admitido sentirse emocionalmente más involucrada a otra persona que a ti?
Pero el primer paso para la cicatrización es admitir que hay algo que no funciona, observa Gagliano: “La persona culpable debe aceptar la responsabilidad de haber roto la confianza de la pareja”. De lo contrario, será muy difícil curar el dolor y solucionar el engaño entre ambos.
Gagliano sugiere escribir todo lo ocurrido (resistiéndose a la tentación de pasar por alto los detalles necesarios) y trazar un plan de acción para saber cómo planeáis cambiar este comportamiento. Este plan puede incluir cualquier solución, desde terapia matrimonial hasta sesiones grupales.
Si solamente estáis saliendo o estáis comprometidos cuando se descubre esta infidelidad emocional, esto puede ser un motivo para parar y pensar en vuestra relación. Pero cuando se trata de un matrimonio, el problema es cómo volver a empezar y seguir adelante juntos, lo que puede resultar mucho más duro.
Cuando se trata de la pareja dentro de un matrimonio, Gagliano sostiene que es fundamental “compartir honestamente los sentimientos y las dudas”, siempre que sirvan para curar una relación.
Se deben evitar las disputas o sacar a la luz información que no tiene que ver, aunque esto signifique tratar la conversación como si fuera una reunión: llegar con los pensamientos ordenados y hablar por turnos.
La persona engañada también puede crear un plan de seguridad para protegerse de futuras infidelidades emocionales, como limitar el tiempo en el ordenador o evitar salir por la noche hasta tarde, por ejemplo.
A partir de ahí, Gagliano recomienda ser todo lo abierto que se pueda con la otra parte: “Practicar la comunicación honesta”, afirma. “Siempre trabajar para arreglar la relación”.
Hablar cara a cara sobre un engaño emocional puede resultar complicado para ambos (sí, incluso para la persona que cometió el error), pero eso no significa que no merezca la pena. Y, por supuesto si sois creyentes, es importante rezar (juntos, si es posible) y pedirle a la gracia de Dios que cure y proteja la más importante de las relaciones.
Para curar las heridas, es necesaria la participación de ambas partes, como en la mayoría de asuntos en el matrimonio.

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