"Estamos experimentando una situación política extremadamente preocupante en todo el mundo", pero "la oración de los niños tiene mucho poder"
La frase es del Padre Pío: “Si un millón de niños rezan el rosario, el mundo cambiará”. La iniciativa es de la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). La situación de urgencia la pone la realidad global.
La carta convocatoria –firmada por el cardenal Mauro Piacenza, presidente de ACN—recuerda que “estamos experimentando una situación política extremadamente preocupante en todo el mundo. Desde hace mucho tiempo los conflictos ya no son puramente nacionales”.
Para el cardenal Piacenza, son “muchas” las regiones en el mundo que se han convertido en “un polvorín” que puede fácilmente desencadenar un conflicto militar global. Y se (nos) pregunta: “¿Qué podemos hacer los cristianos en esta situación, aunque no estemos ocupando un puesto de responsabilidad política?”
San Juan Crisóstomo decía que “el hombre que ora tiene sus manos sobre el timón de la historia”. Es por ello que, al igual que en 2017, ACN ha lanzado el desafío a padres, maestros y educadores de todo el mundo para que participen en la iniciativa de oración “Un millón de niños rezan el Rosario”.
La cita es el 18 de octubre de 2018 a las 9:00 a.m., hora local (o a otra hora más apropiada), para rezar el Rosario con los niños por la unidad y la paz en el mundo. En muchos lugares se interrumpirán las clases durante media hora.
En 2005, algunos adultos en Venezuela comenzaron con esta iniciativa de oración, confiando en las palabras del Padre Pío. Ahora son muchos millones de niños de todo el mundo que se unirán durante un día, en el mes del Rosario, octubre, “para traer un poco más de cielo a nuestra tierra”, explica la convocatoria de ACN.
“La experiencia nos ha demostrado en sendas ocasiones que, en particular, la oración de los niños tiene un gran impacto”, subraya el cardenal Piacenza en su carta invitación.
El ejemplo de ello, dice el purpurado italiano, es el milagro, documentado por los más precisos testimonios oculares y auditivos, que tuvo lugar el 14 de abril de 1886 en Jaffa, en Tierra Santa, por intercesión de Santa María Alfonsina Ghattas.
“Ella rezó el Rosario con los niños y suplicó por la vida de Nousseira Habib, de 12 años, que había caído en la cisterna mientras recogía agua y parecía perdida. Después del milagroso rescate de la niña, toda la familia se convirtió a la fe católica y Nousseira dio testimonio del poder del rosario hasta el final de su vida. Lo que ningún empeño y esfuerzo humano pudo hacer, Dios lo hizo gracias al rezo del Rosario de los niños y de su maestra, Santa María Alfonsina”.
Se trata, dice la convocatoria de ACN de dar hoy muestra de la fe que esta hermana Santa María Alfonsina mostró “y animar a nuestros hijos a orar con nosotros por la paz en el mundo”. Los frutos esperados serán frutos de unidad y de paz.
Jaime Septién, Aleteia
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