53. Sed y Refresco
(Agua bendita)
Han llegado los días calurosos del verano. En el jardín las flores
mueren de sed. Las hojas se secan. El prado se pinta de marrón. Entonces
la gente va a comprar un rociador o un balde para cargar el agua. En la
noche el agua fresca llega hasta el último rincón del jardín. Uno siente
como las plantas respiran aliviadas. Nueva vida para todas las flores y
hojas.
La sed es una tortura. Hasta es una enfermedad que hace que la gente se
vuelva loca. Entonces bastan unas gotas de agua para salvar a un hombre.
Se celebra la vigilia pascual. La resurrección de Cristo es simbolizada
por la bendición del fuego y de la luz. Las lecturas hablan de los
pre-nuncios de la resurrección, especialmente del paso de los israelitas
por el Mar Rojo. Epístola, aleluya y evangelio anuncian la resurrección.
Luego nos acercamos a la fuente bautismal. Se bendice el agua bautismal.
La bendición del agua habla de la salvación de Israel, del bautismo de
Jesús en el Jordán, del agua que salio del costado del crucificado. Se
sumerge el cirio pascual en el agua. Se realiza el bautismo de los
candidatos al bautismo. No hay nada más hermoso que la vigilia pascual
en la liturgia de iglesia ni en el mundo entero.
La bendición del agua en le noche pascual es tan hermosa que quisiéramos
recordarla siempre. Es por eso que utilizamos el agua bendita. El
bautismo, el sacramento del agua es tan importante para nuestra vida que
quisiéramos recordarlo frecuentemente por medio del agua bendita.
El agua bendita nos hace presente que en la sequía el agua da nueva
vida. Por medio del agua bautismal nueva vida divina entra en el hombre
cuando anda errante, irredento y sin Dios.
El agua bendita dirige nuestros pensamientos hacia la sed interior que
sólo puede ser saciada por Dios.
Por eso usamos el agua bendita al entrar al templo. Como personas
purificadas, limpias, como bautizados nos acercamos a Dios, nuestro
Padre. El agua bendita se utiliza durante cl acto penitencial -
lamentablemente con muy poco frecuencia - en forma de aspersión. Somos
lavados de nuestras culpas. Se usa el agua bendita cuando se bendicen
objetos determinados. Son lavados con la vitalidad de Dios e
introducidos así en el misterio pascual. El agua bendita pertenece a la
casa cristiana como acción de gracias y recuerdo del bautismo.
Cuando se la utiliza conscientemente entonces las gotas muestran como
Dios nos refresca cuando los días de la vida son calurosos y de sequía.
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