Luisa Restrepo, catholic-link
Hoy el tema de nuestro video es la existencia del diablo. No es bonito escribir sobre él y menos tenerlo presente, pero es necesario. Hace unos días leí una noticia donde el Papa Francisco decía a unos jóvenes de distintas partes del mundo que la principal dificultad que tiene en su Pontificado es “encontrar siempre la paz del Señor”, y les advertía de los engaños del demonio, quien ofrece un poco de diversión pero “al final te deja solo”.
A muchos les incomoda pensar en la existencia del diablo. Piensan incluso que ni siquiera los sacerdotes deberían hablar de él porque es un tema molesto, un asunto “extremo”, “y realmente exagerado” pues, “si Dios es tan bueno, no puede existir el diablo y menos el infierno”.
Les tenemos malas noticias. El diablo realmente existe y actúa. Está clarísimo que a Dios no lo puede vencer, pero a nosotros sí, y por ello debemos estar preparados para enfrentarlo como nuestro enemigo.
En esa misma ocasión el Papa advertía también a los jóvenes reunidos en la plaza San Pedro que “el diablo es un mal pagador, nunca paga bien. ¡Siempre te estafa! Te hace ver las cosas maquilladas y tú crees que es lo bueno, que te da paz, pero vas ahí y al final no encuentras la felicidad”. “El signo de la paz de Jesús —les explicaba— es la alegría, la alegría profunda; el diablo nunca te dará alegría. Te dará un poco de diversión, hará un poco de ‘circo’, te hace feliz un momento pero nunca te da esa alegría”. Esa alegría “sólo te la puede dar Jesús dándote el Espíritu Santo”.
Para profundizar un poco en el tema tomaré extractos de algunas preguntas esbozadas por el Padre Fortea en su libro, Summa daemoniaca, que nos ayudarán a entender mejor quiénes son los demonios y cómo actúan:
1. ¿Qué es un demonio? Un demonio es un ser espiritual de naturaleza angélica condenado eternamente. No tiene cuerpo, no existe en su ser ningún tipo de materia sutil, ni nada semejante a la materia, sino que se trata de una existencia de carácter íntegramente espiritual. Spiritus en latín significa soplo, hálito. Los pecados de los demonios, por tanto, son exclusivamente espirituales. En el principio Dios los puso a prueba y algunos optaron por desobedecerlo y alejarse radicalmente de Él. Esos son los demonios.
2. ¿Por qué Dios no retiró la libertad al ver que comenzaban a pecar? ¿Por qué Dios no retira la libertad en cuanto ve que alguien avanza por el camino del mal? Pues no lo hace porque realizar tal cosa supondría que tal espíritu quedaría ya para siempre en el mal. Permitir que siga haciendo el mal supone ofrecerle la posibilidad de que retorne al bien. Retirarle de la prueba haría que se cometieran menos pecados, pero el espíritu que ha sido retirado quedaría petrificado en el mal para siempre. Permitir que el malo siga haciendo el mal le deja abierta la posibilidad de enmendarse.
3. ¿Son todos los demonios iguales?Cada demonio pecó con una intensidad determinada. Además cada demonio pecó en uno o varios pecados en especial. La rebelión tuvo su raíz en la soberbia, pero de esa raíz nacieron otros pecados. Aunque todos se apartaron de Dios, unos son más malos que otros. Hay que recordar también que, como nos dice San Pablo, hay nueve jerarquías de ángeles. Las jerarquías superiores son más poderosas, bellas e inteligentes que las inferiores. Cada ángel es completamente distinto de otro ángel. De cada una de las nueve jerarquías cayeron ángeles transformándose en demonios. Es decir, hay demonios que son virtudes, potestades, serafines, etc. Aunque sean demonios siguen conservando intacto su poder e inteligencia.
4. ¿En qué piensa un demonio?Todo ángel caído conserva la inteligencia de su naturaleza angélica. Y con ella sigue conociendo. Conoce e indaga con su mente el mundo material y el espiritual, el mundo real y el conceptual. Como ser espiritual, eminentemente intelectual, no hay duda de que está profundamente interesado por las cuestiones conceptuales. En el conocer encuentra placer, pero también sufrimiento. Sufre cada vez que ese conocimiento le lleva a considerar a Dios. Y el demonio percibe continuamente el orden y la gloria del Creador en todas las cosas. Pero el demonio no está siempre en cada instante sufriendo. Muchas veces simplemente piensa. El demonio ni está tentando siempre, ni está retorcido de dolores espirituales siempre.
5. ¿Conocen el futuro? Ellos no ven el futuro, pero a veces pueden conjeturarlo. Con su inteligencia muy superior a la humana pueden deducir por sus causas algunas cosas que sucederán en el porvenir. Lo que pertenece sólo a la libertad humana está indeterminado y no lo conocen. No saben lo que yo decidiré libremente. Pero con su inteligencia superior ven los efectos de las causas donde nosotros no veríamos nada. Desde luego hay ocasiones donde ellos saben con toda seguridad lo que sucederá, aunque ni el más inteligente de los humanos podría sospecharlo por más que analizara los factores que hay en el presente. Pero en otras ocasiones ni una naturaleza angélica de la mayor jerarquía podría deducirlo. Sobre todo la libertad humana es el gran factor de indeterminación en sus previsiones.
jajajajajajaa que estupideces...no existe ningun diablo ni ser espiritual en ningun lado..esto proviene de las mitologias griegas y helenisticas...es todo una fabula adopaptada por la iglesia catolica primitiva ...que ilusos
ResponderEliminarSaludos...
EliminarParece que no ha leído los evangelios o no cree que Jesús es el Hijo de Dios hecho hombre. Él comenta frecuentemente la realidad del maligno. ¿Por qué no se informa un poco más?
http://www.mscperu.org/espirit/diablo/1malignoindex.htm
Dicen que el truco más eficaz del demonio consiste en que crean que no exista. "Más líbranos del mal(igno). Amén"