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domingo, 25 de agosto de 2019

Sacerdote para siempre: Seminarista con enfermedad terminal fue ordenado presbítero


P. Diego Peña Navia y Mons. Fabio Duque Jaramillo. Crédito: Oficina de Prensa- Diócesis de Garzón
P. Diego Peña Navia y Mons. Fabio Duque Jaramillo. Crédito: Oficina de Prensa- Diócesis de Garzó

Diego Omar Peña Navia es el joven seminarista que padece una enfermedad terminal y que hoy fue ordenado sacerdote gracias a un permiso especial otorgado por la Santa Sede.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
En declaraciones a ACI Prensa, el Obispo de Garzón (Colombia), Mons. Fabio Duque Jaramillo, manifestó que “todos los acontecimientos que vivimos, cuando lo hacemos desde una experiencia de fe, hacen palpable la cercanía de Dios”, en relación a cómo la enfermedad une a Peña con el Señor, así como la importancia de este hecho para la comunidad.
“Esto se hace patente en lo que hoy vive Diego Omar. Nuestra propia vida, con todos sus sufrimientos, es la mejor ocasión para asociarnos a la muerte y resurrección del Maestro”, aseveró sobre la ceremonia realizada este 22 de agosto.
Durante su homilía, Mons. Duque destacó que Peña está llamado a anunciar la esperanza en medio de su sufrimiento, donde Dios siempre está presente.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
“Lo único que queremos confirmar es la madurez en la fe de este hermano, que le permita seguir asociando su sufrimiento colocando allí, en su propia realidad, asumiendo en su propio cuerpo el sufrimiento de Jesús”, comentó.
La ceremonia de presbiterado tuvo lugar este jueves en la iglesia Catedral San Miguel Arcángel de Garzón, perteneciente a la Diócesis de Garzón, y a la que asistieron cientos de fieles, familiares y amigos.
Peña Navia fue ordenado diácono ayer 21 de agosto en la capilla del Seminario Mayor diocesano. 
P. Diego Peña en su ordenación diaconal. Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
El Obispo también animó a los fieles a entender el sentido de este acontecimiento, recordando que la ordenación no se realiza con el fin de que Peña pueda celebrar una Misa antes del desenlace final.
“La ordenación no tiene como objetivo que él pueda celebrar una Eucaristía. La razón de ser es que esta ordenación no es simplemente para esta vida, esta ordenación es también para la vida eterna”, enfatizó el Prelado.
Asimismo, reflexionó que “nadie tiene como vocación la muerte”. “Qué difícil es para nosotros comprobar desde nuestra experiencia de fe que la muerte es solo un paso, y que con esta, comienza lo definitivo”, aseveró.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
En ese sentido, señaló que es la esperanza lo que los reúne, y que la fe ayuda a “afirmar la voluntad de Dios en los acontecimientos de la vida”. “Nos cuesta renunciar a nuestro proyecto de vida y asumir el proyecto de vida de Dios, quien lleva los hilos de nuestra propia historia”, aseveró.
“A ti, querido hijo Diego Omar, que vas a ser ordenado presbítero, te infundirá en la parte que te corresponde la función de enseñar en el nombre de Cristo. Transmite a todos la palabra de Dios que has recibido con alegría, no tu palabra. Al meditar la ley del Señor, procura creer lo que lees, enseñar lo que lees y practicar lo que enseñas. Que tu enseñanza, sobre todo con tu vida, sea alimento para el pueblo de Dios. Que tu historia, sea un estímulo para los discípulos de Cristo, a fin de que con tu palabra y tu ejemplo se vaya edificando la casa que es la Iglesia de Dios”, dijo durante su homilía.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón

Su vocación

En declaraciones a ACI Prensa, el Obispo de Garzón explicó que el joven de 31 años tuvo un primer episodio de la enfermedad muchos años antes de ingresar al seminario.
“Los galenos certificaron que no permanecían en su organismo ningún rastro del tumor maligno que habían encontrado. El inicio de la enfermedad podemos ubicarla hace ocho o nueve años”, manifestó.
De acuerdo con el Prelado, el joven estaba muy alejado de la fe y de cualquier experiencia cristiana antes de conocer los primeros síntomas de su enfermedad.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
Sin embargo, esta luego se manifestó. El Obispo dijo que fue el proceso y la superación de su enfermedad en aquel momento lo que lo condujo a “buscar una cercanía con Dios y la Iglesia”.
“Comenzó a frecuentar y participar en las celebraciones litúrgicas que se daban en su vereda y lentamente comenzó a experimentar, lo que él ha reconocido como, ‘un llamado muy fuerte del Señor, manifestado de múltiples maneras’ al ministerio sacerdotal en la Iglesia”, comenta Mons. Duque.
No obstante, Peña siempre se resistía a reconocer el llamado del Señor. “Siempre se resistió, y no manifestaba mucho interés por dar respuesta a sus inquietudes, ignorando lo que él consideraba acontecimientos precisos, en los que hoy reconoce al Señor que lo llamaba”, aseveró.
Es así que desde hace cinco años decidió acercarse a la pastoral vocacional de la Diócesis de Garzón. En ese entonces “los certificados indicaban que no había huella dejada por la enfermedad”.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
Durante estos años recibió el acompañamiento que necesitaba para discernir su camino, mostrando “signos de crecimiento en la fe”.
“A lo largo de estos cinco años de seminario, el joven Diego Omar ha presentado signos de crecimiento en la fe, y desde hace año y medio, cuando reapareció la enfermedad, se ha distinguido por enfrentar este momento tan difícil desde una profunda unión de su sufrimiento con la pasión de Cristo y haciendo palpable una serenidad envidiable frente a la realidad de la muerte”, afirmó el Obispo.
Debido a estos signos de madurez, Mons. Duque lo consideró apto para ser ordenado diácono y posteriormente sacerdote, por lo que realizó la consulta a la Santa Sede.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
“Tratándose de una caso particular, sabiendo que es una carrera contra el tiempo y habiendo tomado la decisión definitiva hace solamente una semana, la preparación inmediata ha tenido que ser acelerada”, aseveró el Prelado.
Asimismo, manifestó que el joven seminarista estuvo preparándose mediante ejercicios espirituales intensos para recibir el orden sacerdotal.
“La reflexión guiada, la oración y la escucha intensa de la Palabra de Dios es lo que le dará la preparación para este momento tan definitivo de su vida”, enfatizó el Obispo.

Cortesía: Oficina de Prensa-Diócesis de Garzón
POR CARLA MARQUINA | ACI Prensa


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