e las mil maravillas de la Santa Misa
Confesión y Comunión frecuente. |
Un consejo para ser feliz: evitar el pecado y frecuentar la Santa Comunión. Un joven de Confesión y Comunión frecuente, impresiona mucho más a sus compañeros que cualquier sermón. San Juan Bosco |
La presencia de la Eucaristía cambió la cárcel. |
La presencia de la Eucaristía cambió la cárcel; la cárcel, que es lugar de venganza, de tristeza, de odio, se había convertido en lugar de amistad, de reconciliación y escuela de catecismo. ¡El Gobierno, sin saberlo, había preparado una escuela de catecismo! Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
Cantando loores a Nuestra Señora. |
Procura dar gracias a Jesús Eucaristía, cantando loores a Nuestra Señora, a la Virgen Pura, la sin mancilla, la que trajo al mundo al Señor. San Josemaría Escrivá de Balaguer |
Centro y la raíz de la vida interior. |
Lucha para conseguir que el Santo Sacrificio del Altar sea el centro y la raíz de tu vida interior, de modo que toda la jornada se convierta en un acto de culto --prolongación de la Misa que has oído y preparación de la siguiente--, que se va desbordando en jaculatorias, en visitas al Santísimo, en ofrecimiento de tu trabajo profesional y de tu vida familiar... San Josemaría Escrivá de Balaguer |
Vivir la vida de Cristo no es otra cosa que reproducir sus misterios. |
Ahora bien, vivir la vida de Cristo no es otra cosa que reproducir sus misterios. Los misterios de la vida de Cristo, como hechos históricos, pasaron; pero como disposiciones del alma de Jesús, no han pasado, las conserva Cristo en al Eucaristía y las conserva sobre todo en el cielo. Y esas disposiciones íntimas del Corazón de Cristo son el alma, son lo esencial, son lo íntimo de todos sus misterios. Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez |
La Eucaristía y la Virgen |
La Eucaristía y la Virgen son las dos columnas que han de sostener nuestras vidas. San Juan Bosco |
El mundo eucarístico de la Iglesia. |
El mundo eucarístico de la Iglesia, que cree, que espera, que guía, que está destinada a la resurrección, que proclama la Trinidad, que renueva siempre el mundo, la sociedad. Éste es mi deseo y mi oración para todos ustedes. ¡Alabado sea Jesucristo! Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
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