Con más de 50 mil seguidores, Quique ha encontrado la forma de poner sus talentos al servicio de la evangelización digital. Hoy comparte con Aleteia qué necesita el joven dentro de la Iglesia y cómo se puede vivir con autenticidad aún en las redes sociales
Debido al auge que han tenido las redes sociales, conocemos a muchos bautizados que han seguido su llamado a evangelizar en este entorno digital; sin embargo, aunque es una excelente herramienta para conectar con los jóvenes -que son la mayoría de los usuarios- sigue existiendo una necesidad de generar verdaderas conexiones entre el joven, Dios y su Iglesia.
Tan solo en México hubo 90 millones de personas conectadas a redes sociales en 2023 -el 70% de su población- cifra que no dista de la registrada en España durante el mismo año, en donde el 95,3% de la población de 16 a 74 años utilizó Internet, principalmente para mensajería y redes sociales.
Si los españoles pasan una media diaria de seis horas y 11 minutos conectados, la evangelización digital se vuelve más que necesaria; pero lograr que las personas encuentren cómo vivir ese mensaje en su propia comunidad es el reto en el que muchos ya están trabajando.
Aleteia tuvo la oportunidad de conocer y conversar con Quique Mira (@quiquemira) que, además de tener un proyecto de evangelización que busca ser un puente entre el joven y la Iglesia, se dedica a crear contenido para ayudar a otros en su crecimiento humano y espiritual para ser verdaderos líderes en la sociedad.
Un llamado que sale del amor
Quique es el fundador de Aute, un proyecto desde el cual 70 jóvenes crean puentes entre el joven y la Iglesia. «Lo que hacemos es compartir el mensaje de Cristo a través de la moda y del mundo audiovisual. Además, tenemos una aplicación donde volcar todas las opciones de la Iglesia para vivir la fe; entonces, conectamos al joven con la Iglesia».
Nuestra fe no está hecha para ser vivida para uno mismo, sino en salida».
Quique comparte que este proyecto es la respuesta a un llamado de Dios.
«Yo veo que, en la medida que me enamoro más de Cristo, y Jesús me cautiva, hay un punto en el que Él me dice que nuestra fe no está hecha para ser vivida para uno mismo, sino en salida. Ahí es cuando empiezo a discernir que la forma en la que Jesús me llama a mí a evangelizar es esta, con esta creación en redes sociales, siendo testigo en el mundo de que Él me ha cambiado la vida».
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