Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
¡Señor mío y Dios mío! |
Al estrecharte en mi miserable corazón durante la sagrada comunión, me ha parecido oírte muy claro: "Hija mía, yo soy el pequeño de Belén, el adolescente de Nazaret, el querido de Betania, el Amor del Cenáculo, el triste de Getsemaní, la victima del Calvario, la Resurrección misma, soy tu Dios". ¡Oh, Jesús mío, cuán encantador eres! Beata María de San José |
Sé siempre mi fortaleza, mi esperanza y mi todo. |
Hostia adorable de mi Primera Comunión, Hostia santa de toda mi vida, sé siempre mi fortaleza, mi esperanza y mi todo hasta la muerte, hasta el cielo, que espero por tu misericordia. Beata María de San José |
Identificarse con Cristo. |
Durante la celebración de la Santa Misa hay que identificarse con los textos que se leen y con los gestos que se realizan. Siervo de Dios Cardenal F. X. Nguyen van Thuan |
La omnipotencia de Dios no puede hacer mayor milagro. |
¡La Eucaristía! David la llama el compendio de las maravillas de Dios; Santo Tomás, el mayor de los milagros, nuestro Padre San Agustín, el término de la omnipotencia de Dios, y éste habló más alto que todos. ¿Qué diré yo, amante esposo? Digo con San Agustín: La omnipotencia de Dios no puede hacer mayor milagro: en la adorable Eucaristía está la omnipotencia divina. Beata María de San José |
Nos amó así por la divina unidad de su pureza. |
Ese amor y ese sacrificio de Jesús en la Eucaristía suponen su pureza divina. Nos amó así, se nos dio así, se inmoló así por nosotros, por la divina unidad de su pureza. Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez |
¡Que alegría, que momento incomparable! |
¡Que alegría, que momento incomparable! Este momento en que Jesús cerca de mi lecho de dolor, espera que mi corazón sea purificado para darse a mí en su Sacramento de Amor, prenda suprema de vida eterna. Me parece que mi pobre y pequeñito ser desaparece, ya que no soy yo misma, es tanta la calma y la paz divina que inunda mi corazón. Sierva de Dios Marta Robín |
La humildad de Jesús en la Eucaristía |
Una vez que contemplas la humildad de Jesús en la Eucaristía, ¿cómo es posible justificar tu orgullo? Madre María Angélica de la Anunciación |
No hay comentarios:
Publicar un comentario