Casi no le interesaba la fe, pero pasados los confinamientos del covid sintió una llamada
Nicola Camporiondo en una foto de 2022, poco después de asumir como suya l a fe heredada en la familia
Con veinte años, Nicola Camporiondo es uno de los influencers católicos más jóvenes de Italia. Le siguen muchos miles de personas por Tik Tok e Instagram. Estudia en la Facultad de Teología del Triveneto.
"Nací en 2005 en una familia religiosa y era muy practicante. Recibí todos los sacramentos, pero siempre viví mi vida parroquial y espiritual de forma pasiva, obligado por mi familia, sin una verdadera voluntad. Luego experimenté la pandemia y el confinamiento, un tiempo de sufrimiento: me sentí muy solo".
De esa soledad, surgió un impulso. "Un día, después de la pandemia, tomé mi bicicleta y fui a la iglesia, y ese fue mi primer encuentro verdadero con el Señor, porque fue un encuentro totalmente deseado, no forzado ni coaccionado", explica en Avvenire.
Entendió que en la Iglesia hacía falta que los jóvenes aportaran una presencia "vibrante y auténtica", y él empezó a mostrar su fe en Instagram y Tik Tok, las redes que siguen más los jóvenes.
Piensa que el evangelizador lleva su experiencia de Dios "a lugares donde la fe a menudo ni siquiera se comenta, como las redes sociales. Significa dar testimonio del Evangelio con el propio ejemplo, con la propia vida".
Como todos los jóvenes, también los católicos han de buscar espejos, referentes, en los que mirarse... a menudo santo jóvenes
Ser joven y afrontar prejuicios e incomprensiones
Para un joven, significa también combatir los prejuicios y estereotipos contra la Iglesia. "Hay que hacer comprender que la Iglesia es, ante todo, una gran familia, y como todas las familias, tampoco es perfecta, sino que requiere la contribución de cada persona bautizada", explica.
También tiene claro que un evangelizador, por digital que sea, tiene que hacer crecer su fe desde lo presencial, en su parroquia, sus asociaciones... Hay que hablar de lo que se vive, señala.
Cuando se volcó en la fe, algunos amigos no lo entendieron y se distanciaron. "Me sentí abrumado por un momento de gran consternación e incertidumbre. Cuando empecé en enero de 2021, muy pocos en las redes sociales hablábamos de fe, por lo que todo era muy malinterpretado. Con el tiempo, tanto mis amigos como mi familia han llegado a conocer, comprender y aceptar mi trabajo en las redes sociales y me apoyan en mis decisiones».
Por un lado, critica que los alejados de la fe estén anclados en estereotipos y no han intentado ir "más allá" y explorar distintos entornos de fe. Por otro lado, admite que los católicos muchas veces no han sabido transmitir esa fe.
Modelos y ejemplos
En la web FanPage.it habla del interés que el nuevo Papa León XIV despierta entre los jóvenes. "Sentimos curiosidad por él, es atlético, se mueve con soltura y queremos conocerlo. El Jubileo en Roma es importante porque para nosotros, los jóvenes católicos, es un 'refugio seguro'. Estamos aquí por la fe, por la diversión, para pasar una semana a la sombra del Vaticano. Nos sentimos unidos por nuestra fe y comprendidos, libres para ir a misa, rezar el Rosario sin ser juzgados y nutrir nuestro ser interior".
Añade su experiencia: "Yo, que hablo de fe en redes sociales, recibo críticas a diario. Si eres católico, chico o chica, la gente suele tener muchos prejuicios sobre ti. Quienes te juzgan suelen ser adultos: te dicen que eres joven y que vivas la vida al máximo. Pero ser católico, ir a misa y participar en la comunidad eclesial no significa que no vivas una vida feliz".
Cuando le preguntan por sus referentes, menciona al adolescente italiano Carlo Acutis, que murió con 15 años y pronto será canonizado. "Fue el primer verdadero evangelizador digital, el primero en usar internet para hablar de Cristo, así que es mi modelo a seguir para el contenido que creo. Luego, por supuesto, el Papa y también Piergiorgio Frassati", dice refiriéndose al joven de Acción Católica fallecido con 24 años hace un siglo. También Frassati será canonizado pronto.
Miriam y Aarón se pusieron a murmurar contra Moisés a causa de la mujer cusita con la que este se había casado. Moisés, en efecto, se había casado con una mujer de Cus.
"¿Acaso el Señor ha hablado únicamente por medio de Moisés?, decían. ¿No habló también por medio de nosotros?". Y el Señor oyó todo esto.
Ahora bien, Moisés era un hombre muy humilde, más humilde que cualquier otro hombre sobre la tierra.
De pronto, el Señor dijo a Moisés, a Aarón y a Miriam: "Vayan los tres a la Carpa del Encuentro". Cuando salieron los tres,
el Señor descendió en la columna de la nube y se detuvo a la entrada de la Carpa. Luego llamó a Aarón y a Miriam. Los dos se adelantaron,
y el Señor les dijo: "Escuchen bien mis palabras: Cuando aparece entre ustedes un profeta, yo me revelo a él en una visión, le hablo en un sueño.
No sucede así con mi servidor Moisés: él es el hombre de confianza en toda mi casa.
Yo hablo con él cara a cara, claramente, no con enigmas, y el contempla la figura del Señor. ¿Por qué entonces ustedes se han atrevido a hablar contra mi servidor Moisés?".
Y lleno de indignación contra ellos, el Señor se alejó.
Apenas la nube se retiró de encima de la Carpa, Miriam se cubrió de lepra, quedando blanca como la nieve. Cuando Aarón se volvió hacia ella y vio que estaba leprosa,
dijo a Moisés: "Por favor, señor, no hagas pesar sobre nosotros el pecado que hemos cometido por necedad.
No permitas que ella sea como el aborto, que al salir del seno materno ya tiene consumida la mitad de su carne".
Moisés invocó al Señor, diciendo: "¡Te ruego, Dios, que la cures!".
Salmo 51(50),3-4.5-6a.6bc-7.12-13.
¡Piedad, Señor, porque pequé contra ti!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad,
por tu gran compasión, borra mis faltas!
¡Lávame totalmente de mi culpa
y purifícame de mi pecado!
Porque yo reconozco mis faltas
y mi pecado está siempre ante mí.
Contra ti, contra ti sólo pequé
e hice lo que es malo a tus ojos.
Por eso, será justa tu sentencia
y tu juicio será irreprochable;
yo soy culpable desde que nací;
pecador me concibió mi madre.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro,
y renueva la firmeza de mi espíritu.
No me arrojes lejos de tu presencia
ni retires de mí tu santo espíritu.
Evangelio según San Mateo 14,22-36.
Después que se sació la multitud, Jesús obligó a los discípulos que subieran a la barca y pasaran antes que él a la otra orilla, mientras él despedía a la multitud.
Después, subió a la montaña para orar a solas. Y al atardecer, todavía estaba allí, solo.
La barca ya estaba muy lejos de la costa, sacudida por las olas, porque tenían viento en contra.
A la madrugada, Jesús fue hacia ellos, caminando sobre el mar.
Los discípulos, al verlo caminar sobre el mar, se asustaron. "Es un fantasma", dijeron, y llenos de temor se pusieron a gritar.
Pero Jesús les dijo: "Tranquilícense, soy yo; no teman".
Entonces Pedro le respondió: "Señor, si eres tú, mándame ir a tu encuentro sobre el agua".
"Ven", le dijo Jesús. Y Pedro, bajando de la barca, comenzó a caminar sobre el agua en dirección a él.
Pero, al ver la violencia del viento, tuvo miedo, y como empezaba a hundirse, gritó: "Señor, sálvame".
En seguida, Jesús le tendió la mano y lo sostuvo, mientras le decía: "Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?".
En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó.
Los que estaban en ella se postraron ante él, diciendo: "Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios".
Al llegar a la otra orilla, fueron a Genesaret.
Cuando la gente del lugar lo reconoció, difundió la noticia por los alrededores, y le llevaban a todos los enfermos,
rogándole que los dejara tocar tan sólo los flecos de su manto, y todos los que lo tocaron quedaron curados.
[Nuestro Señor:] “Hijos míos, no importa lo que les sucede, recuerden que estoy siempre con ustedes… Recuerden que visible o invisible, pareciendo actuar o pareciendo dormir y olvidarlos, estoy siempre velando, estoy en todos lados y soy todopoderoso. No tengan ningún temor, ninguna inquietud: ahí estoy, velo, los amo. Espero que no duden ya: ¡yo espero de Mi amor! Soy todopoderoso… ¿Qué más quieren?...
Todo lo que les sucede, les sucede con mi permiso o mi voluntad, con el permiso o la voluntad de Mi amor. Sacarán de ello un gran bien, gran bien que les ayudo a sacar con Mi gracia… No teman nada, porque nada les puede ocurrir sin Mi permiso… No se aflijan por nada, conformen su voluntad a la Mía…
Recuerden esos temporales que apacigüé con una palabra, trayendo luego una gran calma… Recuerden la forma con la que sostuve a Pedro, caminando sobre las aguas… Estoy siempre junto a cada hombre como lo estoy de ustedes, dispuesto a ayudarlo, socorrerlo en todo lo que requiera por el bien de su alma. (…) En esta vida la tempestad es continua y su barca está siempre en peligro de naufragar… Pero Yo, estoy ahí y conmigo la barca es insumergible. Desconfíen de todo y especialmente de ustedes. Pero tengan en mí una confianza completa, que destierre la inquietud…” (EDD)
Reflexión sobre el dibujo de antiguos maestros
En el
Evangelio de esta mañana, podemos observar tres momentos de oración, cada
uno de los cuales ofrece algo para nuestras propias vidas. En primer lugar,
la oración de Jesús a su Padre. Después de despedir a la multitud, sube al
monte a orar. Es una oración silenciosa, un momento de profunda cercanía
con su Padre. Podríamos pensar en ella como una oración quieta y
silenciosa, un tiempo simplemente para estar con Dios.
Entonces llega el grito de Pedro, un
segundo momento de oración: "¡Señor, sálvame!" Es una oración que
sale directamente del corazón, nacida del miedo y la angustia. Muchos de
nosotros habremos rezado así. Cuando la vida nos parece incierta, cuando ha
sucedido algo terrible, cuando nos hundimos bajo el peso de algo que no
podemos manejar. El Evangelio nos asegura que Jesús nos tiende la mano
precisamente en esos momentos, como hizo con Pedro. Dios nunca ignora
nuestros gritos de ayuda.
Finalmente, después de que la tormenta se
calma, hay una tercera oración, la oración de los discípulos:
"Verdaderamente, tú eres el Hijo de Dios". Es una oración de
adoración y reconocimiento. Brota del asombro y la gratitud. Es una de las
oraciones más hermosas que podemos decir, un simple "gracias" a
Jesús.
Estos tres momentos -la oración
silenciosa, la oración de necesidad y la oración de alabanza- pueden
guiarnos en nuestra propia relación con el Señor. A veces simplemente
descansamos en su presencia. A veces clamamos pidiendo ayuda. Y a veces
sólo queremos decir: "Gracias". Todo ello es oración. Todo ello
nos acerca a Dios.
Nuestro delicado dibujo, Cristo caminando
sobre las aguas, de Rembrandt, capta con sorprendente sencillez uno de los
momentos más misteriosos y reconfortantes de los Evangelios. El boceto,
conservado en el Museo Británico, muestra a Cristo acercándose a la barca a
través de las olas, con su figura pequeña y tranquila frente a la agitación
del mar y la tormenta. Con unas pocas líneas de confianza, Rembrandt
transmite tanto el miedo de los discípulos como la tranquila autoridad de
Jesús. Pedro es el que aparece dibujado de forma más elaborada, destacando
sus manos extendidas. El dibujo nos invita a reflexionar sobre la fe en
medio del caos, y la suave presencia de Cristo que sale a nuestro encuentro
incluso en las aguas más oscuras.
by Padre Patrick van der Vorst
Oración
PABLO VI
ORACIÓN POR LA FE
Señor, yo creo, yo quiero creer en Ti
Señor, haz que mi fe sea pura, sin reservas, y que penetre en mi pensamiento, en mi modo de juzgar las cosas divinas y las cosas humanas.
Señor, haz que mi fe sea libre, es decir, que cuente con la aportación personal de mi opción, que acepte las renuncias y los riesgos que comporta y que exprese el culmen decisivo de mi personalidad: creo en Ti, Señor.
Señor, haz que mi fe sea cierta: cierta por una congruencia exterior de pruebas y por un testimonio interior del Espíritu Santo, cierta por su luz confortadora, por su conclusión pacificadora, por su connaturalidad sosegante.
Señor, haz que mi fe sea fuerte, que no tema las contrariedades de los múltiples problemas que llena nuestra vida crepuscular, que no tema las adversidades de quien la discute, la impugna, la rechaza, la niega, sino que se robustezca en la prueba íntima de tu Verdad, se entrene en el roce de la crítica, se corrobore en la afirmación continua superando las dificultades dialécticas y espirituales entre las cuales se desenvuelve nuestra existencia temporal.
Señor, haz que mi fe sea gozosa y dé paz y alegría a mi espíritu, y lo capacite para la oración con Dios y para la conversación con los hombres, de manera que irradie en el coloquio sagrado y profano la bienaventuranza original de su afortunada posesión.
Señor, haz que mi fe sea activa y dé a la caridad las razones de su expansión moral de modo que sea verdadera amistad contigo y sea tuya en las obras, en los sufrimientos, en la espera de la revelación final, que sea una continua búsqueda, un testimonio continuo, una continua esperanza.
Señor, haz que mi fe sea humilde y no presuma de fundarse sobre la experiencia de mi pensamiento y de mi sentimiento, sino que se rinda al testimonio del Espíritu Santo, y no tenga otra garantía mejor que la docilidad a la autoridad del Magisterio de la Santa Iglesia. Amén.
(Pronunciada en la Audiencia general del 30 de octubre de 1968)
L'Osservatore Romano, Edición en Lengua Española, 2 de agosto de 1981, p-3.
La Conferencia Anual de Verano del Instituto Napa es conocida por reunir a líderes católicos durante una semana de formación intelectual, liturgia hermosa y comunidad, en el impresionante paisaje del Valle de Napa (Estados Unidos).
Pero este año, la conferencia tuvo un momento inesperado que conquistó corazones tanto en el evento como en redes sociales: ¡unas religiosas jugando a los bolos!
El viernes por la noche, después de la cena, más de una docena de hermanas de diversas comunidades —incluyendo a las Sisters of Life, dominicas, carmelitas y las Hermanas Marianas de Santa Rosa— se calzaron los zapatos de bolos en el Meritage Resort & Spa para una noche de alegría y competencia amistosa.
Con un entusiasmo contagioso, las hermanas llevaron su espíritu alegre a las pistas.
Fotos cortesía de Grady Connolly y del Instituto Napa.
La noche de bolos improvisada fue organizada por algunas de las propias hermanas, quienes quisieron crear una oportunidad divertida para que religiosas de distintas comunidades se reunieran y compartieran un momento de fraternidad.
El resultado fue una velada llena de risas, “strikes”, “spares” y una alegría auténtica que hizo sonreír a todos los que las observaban.
Fotos cortesía de Grady Connolly y del Instituto Napa.
“Para muchos católicos, es poco común ver a tantas mujeres religiosas reunidas”, comentó uno de los asistentes a la conferencia.
“Ver a hermanas de distintas comunidades alrededor del Meritage es un soplo de aire fresco. Nuestro mundo necesita ver más seguido el esmero de las mujeres consagradas”.
Fotos cortesía de Grady Connolly y del Instituto Napa.
La participación de las hermanas en la conferencia es posible gracias a la generosidad de los donantes, y su presencia aporta una vitalidad especial al evento.
Su testimonio público es un recordatorio poderoso de la belleza de la vida religiosa y de la alegría que nace de vivir plenamente entregadas a Jesucristo.
Fotos cortesía de Grady Connolly y del Instituto Napa.
Las fotos y videosde la noche de bolos, compartidos por el Instituto Napa, se volvieron virales rápidamente, acumulando miles de vistas y repartiendo sonrisas por todas las redes sociales.
Las imágenes captaron algo hermoso: hermanas religiosas compartiendo fraternidad y mostrando al mundo que la santidad y la diversión pueden ir de la mano.
Al ser testigos de la alegría que estas hermanas llevan a dondequiera que van, se nos recuerda la importancia de orar por las vocaciones a la vida religiosa. Su testimonio público del amor de Dios es justamente lo que nuestro mundo necesita ver.
Atrajo a muchos conversos, escribió sobre la conciencia, el desarrollo de la doctrina, la razón con corazón...
El cardenal Rylko en la vigilia por la canonización de Newman, junto a su imagen y reliquia, en 2019
León XIV, el Papa de lengua inglesa, será quien proclame entre los Doctores de la Iglesia a San John Henry Newman (1801-1890), un clérigo anglicano, intelectual en Oxford, cuyo estudio de la Historia de la Iglesia le acabó llevando al catolicismo en una época en que hacerse católico en Inglaterra significaba formar parte de una minoría mirada con desdén.
La Iglesia Católica tiene miles de santos, pero solo 36 hombres y mujeres tienen el título de Doctor de la Iglesia. El Papa Francisco proclamó sólo a uno: el místico armenio San Gregorio de Narek, hace diez años, en 2015. Benedicto XVI proclamó sólo a dos: el sacerdote español San Juan de Ávila en 2012 y su compatriota, la abadesa alemana Santa Hildegarda de Bingen, en 2012.
Una nota de prensa vaticana detalla que el Papa ha comunicado al cardenal Marcello Semeraro, del dicasterio de Causa de los Santos, que los cardenales y obispos de este dicasterio, reunidos en plenaria, se han mostrado a favor de dar ese título a Newman.
Newman fue beatificado en 2010 en Birmingham (Inglaterra) por Benedicto XVI, quien lo admiraba y citaba a menudo. El Papa Francisco lo canonizó en 2019 en Roma, al confirmarse un segundo milagro atribuido a su intercesión.
Newman fue nombrado cardenal en 1879, a la edad de 78 años, por León XIII, y aún viviría 11 años más. Tiene una gran fuerza simbólica que sea declarado Doctor por un León XIV, de cultura anglohablante.
Newman, de erudito anglicano a anciano cardenal católico
J.H.Newman nació en 1801. Era un niño durante las guerras napoleónicas y tenía 28 años cuando la ley inglesa dejó de prohibir a los católicos tener una profesión liberal o ser parlamentarios. En su juventud, en Inglaterra, los católicos eran vistos como inmigrantes irlandeses, pobres e incultos, o viajeros de "retrasados" países mediterráneos.
Newman era un prestigioso clérigo e intelectual anglicano cuando en 1845, con 44 años, lo dejó todo y se hizo católico. Su ejemplo cundió: en pocos años, unos 300 ingleses más, incluyendo varios de alto nivel social y cultural, adoptaron el catolicismo. Muchos lo hicieron a través del Oratorio de Birmingham que creó, inspirado en el de San Felipe Neri. El joven J.R.R.Tolkien, autor de El Señor de los Anillos, es uno de los jóvenes ingleses que se formó en ese entorno de oratorianos discípulos de Newman.
En los siguientes 120 años, miles de anglicanos y protestantes se acercarían al catolicismo leyendo sus obras y argumentaciones. Aún hoy, muchas personas devotas de origen anglicano o protestante leen a Newman para reconciliar la fe, la teología y la historia... y muchos se hacen católicos.
Incluso muchas personas que no son cristianas utilizan un argumento que Newman repetía: cuando muchos testigos y muchos indicios distintos apuntan en la misma dirección, aunque cada uno por separado no sea incontestable, su suma y acumulación generan una convicción lícita. En su caso, todos esos indicios apuntaban a la Iglesia Católica.
Es famoso el lema de Newman: "Cor ad cor loquitur", hablar de corazón a corazón. Lo tomó de una frase del obispo francés San Francisco de Sales. Tanto Newman como Francisco de Sales (patrono de escritores y periodistas) dedicaron incontables horas a escribir cartas muy personales a amigos y conocidos. Francisco de Sales decía: el corazón habla al corazón, la lengua solo a las orejas. Newman también pide al predicador llegar al corazón.
Respondiendo a un acusador, un libro que tocó muchas vidas
En los años 60 del siglo XIX, el famoso novelista y polemista inglés Charles Kingsley acusó en la prensa a Newman de falsedad y duplicidad por haberse hecho católico. Newman se volcó en responder argumentadamente: así escribió Apologia pro vita sua, toda una autobiografía intelectual que repasa su pensamiento durante 30 años y muestra que ser coherente con ese pensamiento le llevó al catolicismo. Es un libro que han bebido con fruición miles de conversos desde entonces.
El proceso de conversión duró, efectivamente, tres décadas, de reflexión, oración y estudio. Ante todo, sus estudios patrísticos y su trabajo como historiador le llevaron a la convicción de que la "Iglesia primitiva", la que Cristo fundó, la de los Padres de la Iglesia y los Apóstoles, era la Iglesia Católica unidad al heredero de Pedro, el Papa en Roma. "Se unió a la Iglesia católica simplemente porque creía que solo ella era la Iglesia de los Padres" (escribió en Certain Difficulties Felt by Anglicans in Catholic Teaching, I).
Hans Urs von Balthasar consideraba que Newman se parecía a aquellos que se han levantado contra diversos «ablandamientos de la fe»: Ireneo contra los gnósticos, Atanasio contra los arrianos, Ignacio frente al renacimiento y la Reforma.
La idea de desarrollo: clave para la teología moderna
Hay quien defiende que el papel de la Iglesia debe ser el de simplemente repetir lo que está escrito en la Biblia, y quizá repetir lo que dejaron escritos los Padres de la Iglesia. Pero ¿cómo se adapta eso a la vida real cotidiana, en distintos países y épocas? ¿Y a los nuevos problemas que surgen?
En época de Newman, muchos anglicanos y protestantes (y también hoy algunos ortodoxos) acusaban a la Iglesia católica de haber añadido al "depósito" primitivo de la fe novedades, que consideran adhesiones y corrupciones.
Newman responde que más bien son "desarrollos" legítimos y necesarios. A finales de 1844, se embarcó en una vasta investigación histórica, cuyos resultados se publicarían un año más tarde en su influyente Ensayo sobre el desarrollo de la doctrina cristiana. Era un territorio teológico novedoso (eso ya pone nerviosos a muchos, hoy como entonces) pero él se apoyaba en algunos teólogos medievales.
Newman pensaba a nivel histórico. Benedicto XVI dijo, cuando aún era un teólogo hablando de sus años de seminario, que "Newman nos enseñó a pensar históricamente". Newman señalaba que la propia Escritura, por su carácter fragmentario, inacabado, "reclama" el desarrollo. Sí, en la historia hay conflictos y desórdenes, pero la Iglesia lo asume como parte del desarrollo necesario de la doctrina. Ni la Biblia ni la Tradición contienen todas las respuestas a las nuevas preguntas que puedan surgir: se necesita una autoridad -en este caso, el magisterio de la Iglesia- capaz de decidir en determinados casos.
Así, Newman, con cierto humor, dijo que la Iglesia constituye "un Comité Apostólico permanente, para responder a las preguntas que los Apóstoles, al no estar aquí, no pueden responder, sobre lo que recibieron y predicaron" (Carta del 20 de octubre de 1871 a Richard Hutton, Cartas y Diarios, XXV).
En el siglo XX y XXI, golpeado por grandes cambios sociales y tecnológicos que plantean todo tipo de preguntas (desde la bioética hasta la justicia social) el concepto de desarrollo de la doctrina es el gran campo donde no puede dejar de trabajar la Teología.
La importancia de la conciencia en Newman
Stratford Caldecott, un estudioso inglés apasionado por Tolkien y Newman, converso llegado de la New Age y el anglicanismo, al estudiar a Newman escribió: «Una de las grandes aportaciones de Newman se centra en la vital importancia que otorga a la conciencia natural de la persona como voz de Dios dentro de nosotros».
Caldecott aclara que, según Newman, «conciencia e Iglesia no pueden a fin de cuentas estar en desacuerdo y si parecen estarlo, nuestra tarea será la de profundizar en los motivos para ello y solucionarlo» (John Henry Newman, Editorial Fundación Maior, Madrid, 2015).
Newman recibió muchas críticas de sectores católicos porque la doctrina de la infalibilidad pontificia, al menos tal como se formulaba en el Concilio Vaticano I (con Pío X, en 1869 y 1870) le planteaba dificultades, y las exponía con valor y rigor. Al mismo tiempo, anglicanos y protestantes le acusaban de "papista", "papólatra" o, simplemente, de servir a una "potencia extranjera" (en ese entonces, los Estados Pontificios).
"La conciencia es un supervisor severo", escribió, "pero en este siglo ha sido sustituida por una falsificación de la que nunca se ha oído hablar en los dieciocho siglos anteriores, y por la que nunca hubiera podido confundirse. Es el derecho a la autodeterminación", matizó en su Carta al Duque de Norfolk.
En la época de Juan Pablo II, la reflexión de Newman sobre la conciencia fue asumida por la Iglesia hasta el punto de figurar en el Catecismo en su punto 1778: "La conciencia «es una ley de nuestro espíritu, pero que va más allá de él, nos da órdenes, significa responsabilidad y deber, temor y esperanza [...] La conciencia es la mensajera del que, tanto en el mundo de la naturaleza como en el de la gracia, a través de un velo nos habla, nos instruye y nos gobierna. La conciencia es el primero de todos los vicarios de Cristo» (Juan Enrique Newman, Carta al duque de Norfolk, 5)".
5 rasgos valiosos de la santidad en Newman
Ryan J. Marr, en la revista America (de los jesuitas de EEUU) en 2019 señalaba al menos “5 razones por las que John Henry Newman es un santo para nuestros tiempos”.
Dio prioridad a la educación de los laicos
Newman era un fabricante de comunidad
Defendía la verdad con valor
Valoraba la cabeza y el corazón ("tenía buenos argumentos y razonamientos para defender su postura, pero sabía que las emociones y los lazos personales eran importantes en el trato con la gente y para acercar las personas a Dios").
Reimaginó la relación entre doctrina e historia ("explicó que la Iglesia gana con los años mayor entendimiento al reflexionar sobre las verdades de la fe. Tiene autoridad para ello, y el acompañamiento del Espíritu Santo").
Apoyarse en María para defender la ortodoxia cristocéntrica
El cardenal Francis George (1937-2015), estudió la forma en que el cardenal Newman defendía que la devoción mariana, y sus enseñanzas, protegían las doctrinas cristianas centrales.
Por ejemplo, Newman relacionó la doctrina de la Encarnación con la devoción a María como Madre de Dios: debido a que Jesús tuvo una madre humana, Él es verdaderamente hombre; debido a que Jesús es Dios, María es la Madre de Dios. "La devoción a María como Madre de Dios protege nuestra creencia en Jesús como verdadero Dios y verdadero hombre. La misión de María en la historia de la salvación es fortalecer nuestra fe en la doctrina de la Encarnación", resumía George la postura de Newman.
Newman también exploró a María como la Nueva Eva (un tema que ya trató San Ireneo en el siglo II) y su relación con la Inmaculada Concepción, una devoción que se extendía entre los católicos del siglo XIX pero inquietaba y molestaba a los protestantes y anglicanos.
En una conferencia, dirigida tanto a católicos como a protestantes, Newman escribió: “La Iglesia nos da a Jesucristo para ser nuestro alimento y a María para ser nuestra Madre. Demuestra tú al mundo que sigues una enseñanza que no es falsa, reivindica la gloria de su Madre María, a quien el mundo blasfema, frente a todo el mundo, mediante la simplicidad de tu propia conducta y la santidad de tus palabras y tus hechos. Ve a ella por el corazón real de la inocencia. Ella es el don hermoso de Dios, que brilla más que la fascinación de un mundo malo y a quien nadie que haya buscado con sinceridad resultó decepcionado. Ella es la imagen de tipo personal, representativa de la vida espiritual y la renovación en la gracia, sin la cual nadie verá a Dios”.
Newman, alabado por Carlos de Inglaterra como "puente"
En 2019, Carlos de Inglaterra, entonces aún príncipe sucesor a corona británica, publicó un artículo en L´Osservatore Romano en el que alababa al ya canonizado clérigo inglés. "En la época en la que vivió, Newman defendió la vida del espíritu contra las fuerzas que van contra la dignidad y el destino humanos. En la época en la que llega a la santidad, su ejemplo se necesita más que nunca: por la manera en la que pudo defender sin acusar, estar en desacuerdo sin irrespetar y; tal vez lo mejor de todo, pudo ver las diferencias como lugares de encuentro y no de exclusión”, afirmaba Carlos de Inglaterra.
Destacó "su compromiso primero con la teología anglicana y luego, después de su conversión, con la teología católica, impresionó a sus oponentes con su valiente honestidad, su celoso rigor y su originalidad de pensamiento”. Y añadió: “al destacar la vida de este gran británico, este gran hombre de la Iglesia y, diciéndolo más breve, este gran santo, que es puente entre divisiones y tradiciones, es ciertamente correcto que demos gracias por la amistad que, pese a su partida, no sólo se ha generado sino fortalecido”.
·En aquellos días, los
israelitas se quejaban diciendo: "¡Quién nos diera carne para comer! ¡Cómo
nos acordamos del pescado, que comíamos gratis en Egipto, y de los pepinos y
melones, de los puerros, cebollas y ajos! Pero de tanto ver el maná, ya ni ganas
tenemos de comer".
El maná era como la semilla del cilantro y su aspecto como el de la resina
aromática. El pueblo se dispersaba para recogerlo. Lo molían en el molino o lo
machacaban en el mortero; luego lo cocían en una olla y hacían con él una
especie de pan, que sabía como el pan de aceite. Por la noche, cuando caía el
rocío sobre el campamento, caía también el maná.
Moisés oyó cómo se quejaba el pueblo, cada una de las familias, a la entrada de
su tienda. Eso provocó la ira del Señor, y Moisés, también muy disgustado, le
dijo al Señor: "¿Por qué tratas tan mal a tu siervo? ¿En qué te he
desagradado para que tenga que cargar con todo este pueblo? ¿Acaso yo lo he
concebido o lo he dado a luz, para que me digas: 'Toma en brazos a este pueblo,
como una nodriza a la creatura, y llévalo a la tierra que juré darles a sus
padres?' ¿De dónde voy a sacar yo carne para repartírsela a toda la gente, que
me dice llorando: 'Queremos comer carne'? Yo solo no puedo cargar con todo este
pueblo, pues es demasiado pesado para mí. Si me vas a tratar así, por favor,
quítame la vida y no tendré que pasar tantas penas".
·Evangelio del Día
·Lectura del santo evangelio
según san Mateo
·Mateo 14, 13-21
·En aquel tiempo, al
enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, subió a una barca y se
dirigió a un lugar apartado y solitario. Al saberlo la gente, lo siguió por
tierra desde los pueblos. Cuando Jesús desembarcó, vio aquella muchedumbre, se
compadeció de ella y curó a los enfermos.
Como ya se hacía tarde, se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en
despoblado y empieza a oscurecer. Despide a la gente para que vayan a los
caseríos y compren algo de comer". Pero Jesús les replicó: "No hace
falta que vayan. Denles ustedes de comer". Ellos le contestaron: "No
tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados". El les dijo:
"Tráiganmelos".
Luego mandó que la gente se sentara sobre el pasto. Tomó los cinco panes y los
dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y
se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos
comieron hasta saciarse y con los pedazos que habían sobrado, se llenaron doce
canastos. Los que comieron eran unos cinco mil hombres, sin contar a las
mujeres y a los niños.
·Las palabras de los Papas
·Hemos oído la narración
evangélica: con cinco panes de cebada y dos peces (…) Jesús sacia el
hambre de cerca de cinco mil hombres (…) El hombre, especialmente el de estos
tiempos, tiene hambre de muchas cosas: hambre de verdad, de justicia, de amor,
de paz, de belleza; pero, sobre todo, hambre de Dios. "¡Debemos estar
hambrientos de Dios!", exclamaba San Agustín (famelici Dei esse debemus: Enarrat.
in psalm. 146, núm. 17: PL, 37, 1895 s.). ¡Es El, el Padre
celestial, quien nos da el verdadero pan! (…) El pan que necesitamos es,
también, la Palabra de Dios, porque, "no sólo de pan vive el
hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios" (Mt 4,
4 cf. Dt 8, 3). Indudablemente, también los hombres pueden
pronunciar y expresar palabras de tan alto valor. Pero la historia nos muestra
que las palabras de los hombres son, a veces, insuficientes, ambiguas,
decepcionantes, tendenciosas; mientras que la Palabra de Dios está llena de
verdad (cf. 2 Sam 7, 28; 1 Cor 17, 26); es
recta (Sal 33, 4); es estable y permanece para siempre (cf. Sal 119,
89; 1 Pe 1, 25). (San Juan Pablo II – Homilía a Castel
Gandolfo, 29 de julio de 1979)
Reflexión sobre la impresión coloreada a mano
Hoy
celebramos la fiesta de San Juan Vianney (1786-1859), patrón de los sacerdotes y párrocos. Criado en las turbulentas secuelas de la Revolución Francesa,
sólo recibió una educación formal limitada. Debido al anticlericalismo
generalizado de la época, tuvo que hacer la Primera Comunión y la
Confirmación en secreto. Durante esos años, le conmovió profundamente el
valor de los sacerdotes y monjas que arriesgaban sus vidas para permanecer
fieles. Su heroísmo silencioso dejó una huella imborrable en el joven Juan.
Tras un breve y
reticente paso por el ejército de Napoleón en 1809, reanudó sus estudios
(aunque con dificultades, sobre todo con el latín) y acabó ordenándose. En
1818, fue enviado al pequeño y espiritualmente abandonado pueblo de Ars,
donde permanecería el resto de su vida. Con el tiempo, su santidad,
sabiduría e incansable dedicación atrajeron a gentes de toda Francia. En
1827, Ars se había convertido en uno de los grandes destinos de
peregrinación de Europa. Hasta su muerte, cerca de 20.000 peregrinos acudían
cada año, muchos de ellos en busca del sacramento de la reconciliación. El
santo Cura de Ars pasaba hasta 15 horas al día en el confesionario, guiando
a las almas de vuelta a Dios. Hoy se celebra el aniversario de su muerte.
Una de las pequeñas
cosas que más me gustan de San Juan Vianney es cómo siempre se refería a
Dios como le Bon Dieu-el Buen Dios. Es una forma sencilla pero
profundamente cariñosa de hablar del Señor. Y Dios es bueno, derrama su
gracia y su misericordia sobre cada uno de nosotros cada día. San Juan dijo
una vez de la Eucaristía:
"No hay nada tan
grande como la Eucaristía.
Si Dios tuviera algo
más precioso,
Nos lo habría
dado".
Esta estampa es una de
las muchas imágenes devocionales producidas en el siglo XIX en honor de
nuestro santo. Editada hacia 1860 y coloreada a mano con esmero, presenta
un retrato central del santo enmarcado por cuatro viñetas más pequeñas,
cada una de las cuales ilustra un aspecto clave de su santa vida. En la
parte superior izquierda aparece rezando a la Virgen; en la inferior
izquierda, ofreciendo ayuda a los pobres. En la parte superior derecha
aparece implorando a Dios por la iluminación de su rebaño, mientras que en
la inferior derecha atiende con ternura a los moribundos. En conjunto,
estas escenas ofrecen un conmovedor resumen visual de una vida derramada en
la oración, el servicio y la atención pastoral.
"No hay nada tan grande como la Eucaristía.
Si Dios tuviera algo más precioso,
Nos lo habría dado".
El Evangelio de hoy es una profecía porque cada día millones y millones reciben la Santa Comunión, el Pan de Vida eterna, la multiplicación de los panes santos.
San Juan Vianney -
ruega por nosotros.
by Padre
Patrick van der Vorst
Oraciones breves de Acción de Gracias y para
después de la Comunión
Acto de Fe
¡Señor mío Jesucristo!,
creo que verdaderamente estás dentro de mí con tu Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad, y lo creo más firmemente que si lo viese con mis propios ojos.
Acto de Adoración
¡Oh Jesús mío!, te adoro
presente dentro de mí, y me uno a María Santísima, a los Angeles y a los Santos
para adorarte como mereces.
Acto de Acción de Gracias
Te doy gracias, Jesús mío,
de todo corazón, porque has venido a mi alma. Virgen Santísima, Angel de mi
guarda, Angeles y Santos del Cielo, dad por mi gracias a Dios.
Alma de Cristo [1]
Alma de Cristo,
santifícame. Cuerpo de Cristo, sálvame. Sangre de Cristo, embriágame. Agua del
costado de Cristo, lávame. Pasión de Cristo, confórtame. ¡Oh, buen Jesús!,
óyeme. Dentro de tus llagas, escóndeme. No permitas que me aparte de Ti. Del
maligno enemigo, defiéndeme. En la hora de mi muerte, llámame. Y mándame ir a
Ti. Para que con tus santos te alabe. Por los siglos de los siglos. Amén
A Jesús Crucificado
Mírame, ¡oh mi amado y buen
Jesús!, postrado en tu presencia: te ruego, con el mayor fervor, imprimas en mi
corazón vivos sentimientos de fe, esperanza, caridad, verdadero dolor de mis
pecados y firmísimo propósito de jamás ofenderte; mientras que yo, con el mayor
afecto y compasión de que soy capaz, voy considerando y contemplando tus cinco
llagas, teniendo presente lo que de Ti, oh buen Jesús, dijo el profeta David:
"Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis
huesos." (Salmo 21, 17-18)
A Jesucristo
Dulcísimo Señor Jesucristo,
te ruego que tu Pasión sea virtud que me fortalezca, proteja y defienda; que
tus llagas sean comida y bebida que me alimente, calme mi sed y me conforte;
que la aspersión de tu sangre lave todos mis delitos; que tu muerte me dé la
vida eterna y tu cruz sea mi gloria sempiterna. Que en esto encuentre el
alimento, la alegría, la salud y la dulzura de mi corazón. Tú que vives y
reinas por los siglos de los siglos. Amén.
A la Santísima Virgen
Oh María, Virgen y Madre
Santísima, he recibido a tu Hijo amadísimo, que concebiste en tus inmaculadas
entrañas, criándolo y alimentándolo con tu pecho, y lo abrazaste amorosamente
en tus brazos. Al mismo que te alegraba contemplar y te llenaba de gozo, con
amor y humildad te lo presento y te lo ofrezco, para que lo abraces, lo ames
con tu corazón y lo ofrezcas a la Santísima Trinidad en culto supremo de
adoración, por tu honor y por tu gloria, y por mis necesidades y por las de
todo el mundo. Te ruego, piadosísima Madre, que me alcances el perdón de mis
pecados y gracia abundante para servirte, desde ahora, con mayor fidelidad; y
por último, la gracia de la perseverancia final, para que pueda alabarle
contigo por los siglos de los siglos. Amén.
A San José
Custodio y padre de
vírgenes, San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma
inocencia, Cristo Jesús, y la Virgen de las vírgenes, María. Por estas dos
querídísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que,
preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y
cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.