La alegría de la Navidad dependerá
de cómo vivamos la temporada de Adviento
El padre Ed Broom, un sacerdote estadounidense (Oblato de la Virgen), quien además es un bloguero consumado, escribe, normalmente, una columna en el portal web Catholic Exchange en el que ha publicado esta semana, previa al primer domingo de Adviento, una breve lista de cinco formas prácticas para vivir a fondo uno de los tiempos litúrgicos “fuertes” de la Iglesia católica.
“El Adviento ha llegado, lo que significa tiempo para prepararse para la Navidad: el nacimiento de Nuestro Señor y Salvador Jesucristo. La alegría de la Navidad depende de la intensidad con la que vivimos la temporada de Adviento”, escribe el padre Broom en Catholic Exchange.
Su consejo principal es vivir este Adviento “como si fuera el último de nuestras vidas: ¡de hecho podría ser!” Pues Jesús, constantemente, nos recuerda que estemos alertas, despiertos, listos y preparados para su venida, “porque no sabemos el día ni la hora”.
Las cinco sugerencias para santificar el Adviento que hace el padre Broom son las siguientes:
Practicar el silencio. Hay que recordar al profeta Elías y su experiencia con Dios en el silencio de la montaña. Tras eliminar el ruido innecesario de tu vida, busca los minutos para guardar silencio. Eso significa, también desconectarse de todo tipo de “contaminación acústica”.
Hacer oración. Tienes que encontrar más tiempo para orar en esta temporada santa. La Iglesia anima a sus fieles a intensificar en el Adviento la vida de oración. Las formar de orar son muchas y muy variadas: la Liturgia de las Horas, los Salmos, hacer una Hora Santa, la Lectio Divina, en la Santa Misa; orar lentamente, hacer examen de conciencia, rezar el Santo Rosarios, contemplar el Misterio (el Belén o Nacimiento)… Incluso, leer un buen libro sobre la oración.
Servir a los pobres. Tal ves en esta temporada de Adviento puedas encontrar la forma de servir a los pobres. Recuerda que Jesús se manifiesta a sí mismo en ellos. Santa Teresa de Calcuta dijo que “debemos descubrir a Jesús en el disfraz angustioso de los pobres”. Lee en Mateo 25: 31-46 la parábola del Juicio Final. Ahí el Señor dice en nuestro juicio estará basado en la manera en cómo tratamos a los pobres. Y nunca olvidar que “la caridad comienza en casa”.
Frecuentar la Santa Misa en Adviento.Intenta ir a la Santa Misa todos los días del Adviento. Si ya asistes a Misa diaria, da un paso o dos más allá de lo que estás haciendo. Trata de llegar antes para prepararte mejor; procura traer a miembros de tu familia, a algún amigo, para que puedan encontrarse con Jesús en la Eucaristía.
Imita a Nuestra Señora. En el libro clásico mariano escrito por San Luis María Grignon de Monfort “La Devoción a María”, exalta las diez virtudes de la Virgen que debes querer imitar, y más aún en esta temporada de Adviento: humildad profunda, fe viva, obediencia ciega, oración incesante, abnegación constante, superior pureza, amor ardiente, paciencia heroica, bondad angelical y sabiduría celestial.
“¿Por qué no elegir una o dos de estas virtudes de María, suplicar por su intercesión la gracia de imitarlas y luego, durante el Adviento, hacer un esfuerzo concertado para vivir estas virtudes más plenamente en tu vida? María es el camino más corto, más rápido y más fácil para llegar al Corazón de Jesús”, termina diciendo el Padre Ed Broom OSV
Jaime Septién, aleteia
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