¿Cuál es el mayor regalo que se puede hacer?
Los jóvenes Hayley y Scott decidieron ser generosos al cien por cien.
La Navidad de 2017 será histórica en varias familias del Reino Unido porque, gracias a la generosidad de una pareja, sus bebés sobrevivirán.
Hayley Martin está embarazada. Ella y su marido, Scott, supieron a través de la información que les aportó la ecografía hecha a las 20 semanas de gestación, que el bebé que esperaba moriría durante el embarazo o a las pocas horas de nacer. Eso es lo que les dijeron los médicos.
Ante tal noticia, en vez de optar por un aborto que habría terminado con la vida del bebé irremediablemente, decidieron que la vida de su hija (a la que llaman Ava-Joy) no iba a ser en vano: podría salvar otras vidas.
Hayley -con una decisión compartida por el papá de la criatura- está dispuesta a seguir adelante con el embarazo y llegar hasta el final. De este modo, su objetivo es donar los órganos de su pequeña una vez esta haya fallecido.
Y no solo eso. Al tener conocimiento de lo que ocurre en los hospitales con las enfermedades severas y de la falta de órganos que salven la vida de otras personas, la misma Hayley ha decidido donar también uno de sus riñones.
Para estos papás, el hecho de donar el cuerpecito de su pequeña aún no nacida hace que en el futuro puedan contemplar a otras personas que le deben la vida gracias a llevar alguno de sus órganos.
Dolors Massot, aleteia
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