Aquí podemos ofrecer sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
María ha practicado su fe eucarística. |
En cierto sentido, María ha practicado su fe eucarística antes incluso de que ésta fuera instituida, por el hecho mismo de haber ofrecido su seno virginal para la encarnación del Verbo de Dios. La Eucaristía, mientras remite a la pasión y la resurrección, está al mismo tiempo en continuidad con la Encarnación. María concibió en la anunciación al Hijo divino, incluso en la realidad física de su cuerpo y su sangre, anticipando en sí lo que en cierta medida se realiza sacramentalmente en todo creyente que recibe, en las especies del pan y del vino, el cuerpo y la sangre del Señor. San Juan Pablo II |
No dudéis, fiaros de la Palabra de mi Hijo. |
Con la solicitud materna que muestra en las bodas de Caná, María parece decirnos: "no dudéis, fiaros de la Palabra de mi Hijo. Él, que fue capaz de transformar el agua en vino, es igualmente capaz de hacer del pan y del vino su cuerpo y su sangre, entregando a los creyentes en este misterio la memoria viva de su Pascua, para hacerse así 'pan de vida'". San Juan Pablo II |
Haced lo que él os diga: ¡Haced esto en conmemoración mía! |
Mysterium fidei! Puesto que la Eucaristía es misterio de fe, que supera de tal manera nuestro entendimiento que nos obliga al más puro abandono a la palabra de Dios, nadie como María puede ser apoyo y guía en una actitud como ésta. Repetir el gesto de Cristo en la Última Cena, en cumplimiento de su mandato: "¡Haced esto en conmemoración mía!", se convierte al mismo tiempo en aceptación de la invitación de María a obedecerle sin titubeos: "Haced lo que él os diga" Jn 2, 5. San Juan Pablo II |
María es mujer eucarística con toda su vida. |
Más allá de su participación en el Banquete eucarístico, la relación de María con la Eucaristía se puede delinear indirectamente a partir de su actitud interior. María es mujer "eucarística" con toda su vida. La Iglesia, tomando a María como modelo, ha de imitarla también en su relación con este santísimo Misterio. San Juan Pablo II |
María puede guiarnos hacia este Santísimo Sacramento. |
Si queremos descubrir en toda su riqueza la relación íntima que une Iglesia y Eucaristía, no podemos olvidar a María, Madre y modelo de la Iglesia. En la Carta apostólica Rosarium Virginis Mariae, presentando a la Santísima Virgen como Maestra en la contemplación del rostro de Cristo, he incluido entre los misterios de la luz también la institución de la Eucaristía. Efectivamente, María puede guiarnos hacia este Santísimo Sacramento porque tiene una relación profunda con él. San Juan Pablo II |
Sin la Eucaristía la Iglesia no puede vivir. |
Sin la Eucaristía la Iglesia no puede vivir. Sin el misterio de Cristo, la Iglesia no tiene sentido. Sin la victoria del resucitado, no tendría sentido la Iglesia. Mons. Ruben Oscar Frassia |
Y puesto que Él me dio su Eucaristía... |
La de Jesús fue fruto de un amor infinito y de un sacrificio inefable "el del Cenáculo y el de la Cruz"; para nosotros, el amor y el sacrificio producirán nuestra eucaristía, como lo dije en aquel soneto que termina: "Y puesto que Él me dio su Eucaristía, mi amor no fuera amor, si no le diera, por un milagro de dolor, la mía..." Siervo de Dios Mons. Luis María Martinez |
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