A veces, las malas influencias para los niños las tenemos en la propia familia y a menudo los padres no son ni conscientes de ello. El sacerdote oblato Ed Broom, desde su experiencia en Estados Unidos, ha realizado una lista de vicios comunes en familias que vale la pena cambiar por el bien de los hijos y la ha publicado en su página web FatherBroom.com. Mejorar, dice él, no es tan difícil. Reproducimos a continuación su listado y sus comentarios, traducidos del inglés.
10 malos ejemplos: el "Premio Rueda de Molino"
1.- Las famosas “mentiras blancas”
Con respecto a los que nos llaman de alguna empresa ofreciendo productos o servicios y que nos resultan molestas, frecuentemente le decimos a nuestros hijos que mientan diciendo: “Diles que no estoy”.
Es cierto que no es el peor caso del mundo, sin embargo, sigue siendo una mentira. Jesús nos recuerda que quien es fiel en lo poco, también lo será en lo mucho.
En ocasiones, los padres hacen decir 'pequeñas' mentiras a los niños
2.- Evitar la Misa
Quizás como padres de familia no conocemos el terrible escándalo (y muy mal ejemplo) que damos al faltar a la Misa dominical por razones verdaderamente insignificantes, frecuentemente por razones sociales en las cuales los amigos se ponen por encima de Dios.
Esta es la esencia de la idolatría, poner personas, lugares o cosas por encima de Dios.
Al evitar la Misa consistentemente, los padres enseñan a sus hijos que la misa no es importante, que es insignificante y cualquier otra actividad tiene prioridad sobre la Misa. Así, no será sorpresa que cuando los hijos sean adolescentes, se rebelarán ante la idea de ir a Misa.
La semilla será sembrada cuando sean niños, pero arrancada por el torbellino cuando sean adolescentes. Y con tanta complejidad: las hormonas, la presión de las malas amistades, el secularismo moderno y el ateísmo, ¿cómo van a resultar ilesos estos pequeños adolescentes por este ambiente anti Dios
3.- Juegos sucios / lenguaje vulgar
Jesús dice que seremos juzgados en aquel Día del Juicio Final por las palabras que hayamos dicho. Debemos ser lentos para hablar y rápidos para escuchar. También Jesús nos advierte: digan “si” cuando sea “sí” y “no” cuando sea “no”, porque el resto viene del enemigo.
Nuestras palabras se adhieren; San Juan Bosco recuerda tristemente que cuando era joven un hombre de avanzada edad le platicó una historia fea. Años más tarde, y ya siendo sacerdote, aún no podía expulsar la suciedad moral de su memoria. Las acciones tienen consecuencias.
4.- Programas de televisión
Tan común en nuestros días es que los niños ven la televisión sin consultar a los papás o pedirles permiso, y así pueden ver “lo que sea”. O también ocurre que mientras ven la televisión en familia, al salir escenas impuras, los padres lo permiten, haciendo que sus hijos que miren lo que es pecaminoso.
Hay que tener mucho cuidado con los programas de televisión que se ven en familia
Si se desea poner a prueba lo que sale en la tele, piensa si Jesús, María y José aprobarían ver ese programa.¿Aprobaría la Sagrada Familia sentarse a tu lado a mirar ese programa?
Para ser un seguidor de Cristo, debemos tener extrema precaución con la cultura y estar dispuestos a nadar contra corriente.
5.- Mentir acerca de la edad de los niños para conseguir precios más económicos.
Quizás hayas llevado a tus hijos a un parque de diversiones o algún otro lugar donde el precio de la entrada depende de la edad del niño. Si tu hijo aparenta menos edad, ¿mentirías para pagar menos? ¡Esto también es un escándalo! Cuando el niño crezca, habrá aprendido este acto de corrupción, y lo multiplicará.
6.- Vestir indecentemente
Hay mamás que visten indecentemente y así enseñan a sus hijos que pueden vestir de la misma manera provocativa. Algo así como: “Está bien vestirse así en la América Moderna, sólo sigue la moda y ponte al ritmo”.
Esta actitud de pecado pone en juego la salvación de ambos: madre e hijos. Piénsalo y ora al doble.
7.- Emborracharse en Navidad y otros festejos
Qué común es que en las fiestas la gente se emborracha, causa conflictos violentos o peor aún, beben y luego conducen con los niños a bordo. Esto también es un escándalo ante los ojos de los niños, además es una actitud de pecado peligrosa que pone en riesgo su vida.
Nunca lo olvides: beber y conducir es fatal.
En fiestas como la Navidad a veces se abusa del alcohol
8.- Hablar mal de la Iglesia
Aun cuando la Iglesia está atravesando por una etapa difícil (así como ha ocurrido en estos 2000 años), criticar al Papa, a los Obispos, y Sacerdotes, no edifica a los más pequeños, al contrario, hace que vayan dando la espalda a la Iglesia.
¿Por qué no orar y ayunar por la Iglesia y tratar de ser santos cada uno? Que nuestra conversación sirva para edificar y levantar, más que para tirar y destruir.
9.- Carteles y mala publicidad
La familia es llamada Iglesia Doméstica, esto significa que el ambiente completo donde vive la familia, debe reflejar la presencia de Jesús, María y José.
Los calendarios sugerentes, cuadros y otras obras “de arte” suelen ser sin duda, motivo de escándalo para los niños que están expuestos a ellos de día y de noche. Estas imágenes impuras también se van implantando en sus pequeñas mentes.
También es escandaloso tener revistas impuras en el contexto familiar. La basura debe ser arrojada al cesto. La basura moral debe ser eliminada y quemada.
10.- Permitir al hijo vivir con su novia, o a la hija con el novio
Esta acción por parte de los padres sin duda es altamente escandalosa y merece la sentencia de la piedra de molino. ¿Por qué? La razón es tan obvia. Tener hermanos más pequeños expuestos a que miren a su hermano o hermana en un estado abierto de fornicación, es el peor ejemplo de todos para los más pequeños.
Así se les está enseñando que en poco tiempo ellos podrán pecar de la misma manera. Si los hermanos mayores han tomado la decisión equivocada de cohabitar y así rechazar a Dios de sus vidas, entonces hay que conducirlos fuera del contexto familiar para no manchar tanto la inocencia de sus hermanos más pequeños
ReL
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