19.
El Campo de Lech
(La Oración colecta)
El emperador Otón con sus soldados está enfrentándose con los magyares. Como
una tempestad de fuego han invadido las hordas desde el oeste hasta llegar a la
ciudad de Augsburgo. Detrás dejaron ruina y muerte. Ahora el emperador los
para. Se avecina la batalla. La fuerza de los magiares consiste en la masa y en
la velocidad. También en esta mañana del 10 de agosto de 955 hay que darse
prisa para que los alemanes no sean aplastados por la avalancha de los
magiares. A pesar de todo el emperador convoca a sus soldados. Quiere un
concepto ordenado en toda la batalla. Imparte unas indicaciones muy bien
pensadas. Luego baja del caballo aunque ya no queda tiempo. En medio de sus
soldados se arrodilla.
Con voz fuerte ora diciendo: "Señor Dios, ten misericordia de nosotros.
Ante tu presencia hago el voto que fundaré una diócesis en Merseburgo en honor
de san Lorenzo para la misión del este. Tú ayúdanos a vencer el enemigo. No
sólo combatimos para defender nuestra patria y a nuestras familias. Estamos
luchando en tu honor y por defender la fe". Luego monta nuevamente su
caballo. Comienza la lucha ardorosa. Ante a perseverancia de los alemanes se
deshace la tempestad de fuego que viene del este.
Pronto se elaboran los documentos de Otón para la fundación de la diócesis y de
la catedral en honor de san Lorenzo en Merseburgo. Oración y la promesa del
emperador eran el broche de oro de la preparación a la batalla. Dieron comienzo
a la lucha. Le dieron un sentido, una intención religiosa. Por encima del
peligro de su reino el emperador colocó como programa su preocupación por el
reino de Dios.
Lo que prepara la Misa e introduce a ella concluye con la Oración. El nombre en
latín dice: "Oratio", que significa "declaración solemne".
La Oratio indica de lo que se trata: el honor de Dios y la cruz de Cristo, no
una asamblea religiosa cualquiera con fines intramundanos.
No se trata en primera instancia de la
edificación de los cristianos sino de la edificación del reino de Cristo. Por
eso celebramos, domingo, Navidad, Pascua Ascensión, Pentecostés y los días de
los santos. De ahí surge la fuerza para el hombre. La Oratio = oración del día
es como el arco de una entrada. Nos saca de nuestra oscura rutina diaria para
colocarnos en la claridad de Dios. Por
eso la Oratio tiene que revestirse de solemnidad.
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