20. Después de la esclavitud.
(Lectura del Antiguo Testamento)
Después de 70 años Israel ha vuelto de la esclavitud y del exilio a la tierra
santa, a Jerusalén, donde habita el único Dios verdadero. En las ruinas del
templo re-descubren los rollos de los libros de la Sagrada Escritura. Lleno de
alegría, el escriba Esdras invita a los judíos a la solemne proclamación de los
libros re-descubiertos del Antiguo Testamento.
La escena es imponente. Alrededor se extiende el patio del templo, marcado por
la destrucción. El escriba trae los libros re-descubiertos. Se coloca en un
púlpito especialmente construido. Luego comienza a proclamar la palabra de
Dios.
Cuando anuncia la proclamación, todos se levantan. Extienden las manos y
bendicen a Dios. Luego se sientan en el suelo y escuchan y escuchan. La mayoría
no ha escuchado nunca la palabra sagrada porque vivían en el exilio. Se alegran
por su armonía y su poder. Escuchan la historia de Israel y las maravillas de
la salvación divinas, las exigencias y las promesas de Dios. No se sacian de
escuchar. La proclamación dura pasado el mediodía hasta la noche.
Luego el escriba Esdras dirige a los reunidos la siguiente pregunta:
"¿Queréis vivir según la ley de Dios? ¿Queréis observar fielmente la
alianza de Dios?". Entusiasmados gritan todos: "Queremos servir
fielmente a Dios". Se ha renovado la Alianza Antigua. El pueblo de Dios ha
vuelto a su patria y los preceptos de Dios.
Cada domingo y fiesta y en muchos días de la semana el desarrollo de la Misa
prevé una lectura del Antiguo Testamento. Solamente durante el tiempo pascual
es reemplazado por una lectura de los Hechos de los Apóstoles o del
Apocalipsis. A veces uno escucha que la gente murmura de las lecturas del AT.
Muchas veces la dejan sin leer.
Es verdad, la lectura de la Sagrada Escritura del AT es muchas veces difícil de
entender. No sólo las palabras sino también su contenido. Cuando observamos que
la primera lectura siempre quiere llevar hacia el evangelio, cuando uno
reflexiona sobre los títulos explicativos, cuando uno escucha las explicaciones
del sacerdote, entonces uno vislumbra cada vez más algo de la profundidad de
los pasajes del AT.
Jesucristo ha hablado muchas veces de la palabra del Padre. Con ello se refería
a las palabras del AT. La Sagrada Escritura del Nuevo Testamento comenzó a
crecer muy lentamente luego de la Ascensión de Jesús. Deberíamos amar el AT
como lo ha amado Jesús.
Entonces escucharemos, no durante todo el día, pero también con mucha atención
como Israel después del exilio de Babilonia. Entonces los grandes personajes de
los tiempos antiguos como Abrahán, Moisés. David, Elías, los profetas Isaías,
Jeremías, Ezequiel y Daniel llegarán a ser nuestros amigos. Entonces nos
contagiará su celo por el Señor. Entonces veremos su miseria humana de la que
Dios se hace cargo. Entonces nos avergonzamos ante su fuego: Vivir y luchar
sólo por Dios.
La lectura veterotestamentaria nos ayuda a comprender mejor a Jesús. Sin el AT
es imposible comprender el NT. Un dicho antiguo lo expresa así: "En el
Antiguo está escondido el Nuevo Testamento y en el Nuevo se comprende el
Antiguo Testamento". Quien entra en la lectura del Antiguo Testamento y
educa su oído para escucharlo, aprenderá a conocer mejor a Jesucristo y amarlo
más. Ese tal llegará a ser parte de la alianza con Dios.
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