Entradas populares

miércoles, 5 de febrero de 2020

Para los que NO han ido a Misa el Domingo: Vea lo que perdió

Podemos ofrecer sólo unos cuantos aspectos de las mil maravillas de la Eucaristía


El compendio de nuestra salvación.
En la Eucaristía se compendia todo el misterio de nuestra salvación.
Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia



Recen mucho por nosotros los sacerdotes.
Yo pido a todos los cristianos que recen mucho por nosotros los sacerdotes, para que sepamos realizar santamente el Santo Sacrificio.
San Josemaría Escrivá; Amar a la Iglesia, n. 45

Ser Eucaristía para Jesús. 
Así como Yo me hago alimento de la criatura, la criatura puede hacerse mi alimento, convirtiendo todo su interior en mi alimento, de modo que sus pensamientos, afectos, deseos, inclinaciones, latidos, suspiros, su amor, todo, todo lo deberían hacer para mí.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta




Ser Eucaristía para Jesús 2.
Cuando el alma se nutre de la Eucaristía, yo, viendo el verdadero fruto de mi alimento, el cual es divinizar al alma y convertir todo en mí, me alimento del alma, es decir, de sus pensamientos, de su amor y de todo lo demás que es suyo.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta




Ser Eucaristía para Jesús 3.
Jesús, así como tú te has hecho mi alimento y me das todo, también yo me he hecho alimento tuyo, no me queda otra cosa que darte, porque todo lo que soy, todo es tuyo.
Sierva de Dios Luisa Piccarreta



El valor de la Santa Misa diaria.
Había un rey, San Luis IX, Rey de Francia, que tenía todo tipo de líos: guerras con países enemigos, problemas de revueltas internas, intrigas de los nobles y problemas familiares. Aun así se las arreglaba para asistir a la Santa Misa a diario; uno de sus generales, asombrado, le recriminó: "Con todos los líos y angustias que tiene su Majestad, no sé cómo todavía encuentra tiempo para ir a la Santa Misa".
Y el Rey -San Luis- le contestó: "Es gracias a la Santa Misa por lo que puedo enfrentarme a mis problemas".

Jesucristo, Nuestro Señor.
En su autobiografía, el mismo San Ignacio de Loyola, estando en Manresa (España), declara: "Estando en este pueblo, en la Iglesia de dicho Monasterio oyendo la Santa Misa un día, y alzándose el "Corpus Domini" (o sea, la Hostia Consagrada), vi con los ojos interiores unos como rayos blancos que venían de arriba; y aunque esto después de tanto tiempo no lo puedo bien explicar, sin embargo lo que vi con el entendimiento, claramente, fue como estaba en aquel Santísimo Sacramento, Jesucristo, Nuestro Señor".



Apostolado de la Santa Misa Diaria

No hay comentarios:

Publicar un comentario