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miércoles, 28 de junio de 2023

Audiencia final del verano: el Papa propone a una educadora de los pobres, santa Mary McKillop


El Papa Francisco en la audiencia pública del miércoles antes del descanso estival

 

El Papa Francisco ha reanudado sus catequesis en audiencias generales de los miércoles, tras su recuperación de una operación. Es la última antes de la pausa del verano, porque a lo largo de julio el Papa descansa y no celebra audiencias y agosto empieza con su viaje a la JMJ de Lisboa.

Él mismo dijo a los fieles congregados en la plaza que "hoy tenemos que ser un poco pacientes, con este calor.... Y gracias por venir, con este calor, con este sol. Muchas gracias por su visita".

Este miércoles ha querido alabar el papel de los que dedican esfuerzos a la escolarización y atención de los pobres, poniendo el ejemplo de Mary MacKillop (1842-1909), santa australiana, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón. Forma parte de su ciclo de evangelizadores con "celo apostólico", en el que ya habló del jesuita en China Matteo Ricci, del mártir coreano san Andrés Kim Tae-gon y de la joven carmelita santa Teresa de Lisieux.

El Papa recordó que "no hay santidad si de un modo u otro no se atiende a los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen de la sociedad". Y en un mundo como el de hoy, herido por las guerras y la violencia, esta advertencia se aplica aún más. "El dinero se está gastando en hacer armas, y no en producir alimentos", denunció el Pontífice.

Santa Mary Mac Killop fotografiada en 1869 en Australia

Santa Mary Mac Killop fotografiada en 1869 en Australia: impulsora de escuelas para niños en zonas rurales y de una casa de acogida para necesitados.

Educar en lo intelectual y lo religioso

Mary MacKillop, recordó el Papa, quería atender intelectual y religiosamente a los pobres rurales en Australia en el siglo XIX. Buscaba una educación orientada al "crecimiento humano y espiritual", no a "llenarles la cabeza de ideas". El Papa insistió en su petición de "un pacto educativo capaz de unir a las familias, a las escuelas y a toda la sociedad".

Nacida de emigrantes escoceses a Australia, "estaba convencida de que ella misma era enviada a difundir la Buena Nueva y a atraer a los demás al encuentro con el Dios vivo", dice el Papa Francisco. Y era "consciente de que la educación católica es una forma de evangelización", "una gran forma de evangelización", subraya el Papa, formado en los salesianos y conocedor de la experiencia jesuita como educadores.

El servicio a los pobres es necesario en el camino de la santidad. "El protagonista de la historia es el mendigo: ellos son los que llaman la atención sobre esta gran injusticia, que es la gran pobreza en el mundo. El dinero se gasta en hacer armas, no en producir alimentos. Y no lo olvidéis: no hay santidad si de un modo u otro no se atiende a los pobres, a los necesitados, a los que están un poco al margen de la sociedad", insistió el Pontífice.

"El celo apostólico multiplica las obras"

Así, Mary MacKillop fue "donde otros no querían o no podían ir" y en el día de San José de 1866 abrió la primera escuela en un pequeño suburbio del sur de Australia. Luego llegaron más escuelas porque "el celo apostólico es así: multiplica las obras", señaló el Papa.

La santa australiana buscaba mostrar a los jóvenes que "la amistad con Jesús resucitado ensancha el corazón y hace la vida más humana. Educar y ayudar a pensar bien, a sentir bien (el lenguaje del corazón) y a hacer bien (el lenguaje de las manos)", añadió Francisco.

También abrió una "Casa de la Providencia" para acoger a ancianos y jóvenes abandonados. "Tenía que pagar las facturas, tratar con los obispos y sacerdotes locales, gestionar las escuelas y ocuparse de la formación profesional y espiritual de sus Hermanas; y, más tarde, problemas de salud. Sin embargo, a pesar de todo, mantuvo la calma, cargando pacientemente con la cruz que forma parte integrante de la misión", detalló el Pontífice.

"Todos los santos han tenido oposición, incluso dentro de la Iglesia. Es curioso. Y ella también la tuvo", dice el Papa. Incluso "cuando su alegría se vio empañada por la oposición y el rechazo", MacKillop seguía convencida de que el Señor "pronto respondería a su grito y la rodearía de su gracia". "Este es el secreto del celo apostólico", señala el Papa Francisco.

Así, el Papa animó a todos a aprender de su "discipulado misionero, su respuesta creativa a las necesidades de la Iglesia de su tiempo, su compromiso en la formación integral de los jóvenes nos inspiran hoy a todos nosotros, llamados a ser fermento del Evangelio en nuestras sociedades en rápida transformación". Y propuso su ejemplo e intercesión para "padres, maestros, catequistas y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes y por un futuro más humano y esperanzador".

Al final, en sus saludos a los peregrinos de lengua polaca e italiana, recordó que el 29 de junio se celebra la solemnidad de los santos Pedro y Pablo y encomendó a la intercesión de los dos Apóstoles a "la querida población ucraniana, para que vuelva a encontrar pronto la paz", añadiendo: "Hay tanto sufrimiento en Ucrania, no lo olvidemos". Precisamente, este jueves llega a Moscú el cardenal Zuppi como enviado vaticano para impulsar "gestos de humanidad" y pasos hacia la paz.

Lea la historia de la familia Leung, convertida por el ejemplo de Mary MacKillop.

G. de A., ReL



























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