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sábado, 17 de junio de 2023

Evangelio del día: Corazón Inmaculado de la Virgen María,

Libro de Isaías 61,9-11.

La descendencia de mi pueblo será conocida entre las naciones, y sus vástagos, en medio de los pueblos: todos los que los vean, reconocerán que son la estirpe bendecida por el Señor.
Yo desbordo de alegría en el Señor, mi alma se regocija en mi Dios. Porque él me vistió con las vestiduras de la salvación y me envolvió con el manto de la justicia, como un esposo que se ajusta la diadema y como una esposa que se adorna con sus joyas.
Porque así como la tierra da sus brotes y un jardín hace germinar lo sembrado, así el Señor hará germinar la justicia y la alabanza ante todas las naciones.


Primer Libro de Samuel 2,1.4-5.6-7.8abcd.

Mi corazón se regocija en el Señor,
tengo la frente erguida gracias a mi Dios.
Mi boca se ríe de mis enemigos,
porque tu salvación me ha llenado de alegría.

El arco de los valientes se ha quebrado,
y los vacilantes se ciñen de vigor;
los satisfechos se contratan por un pedazo de pan,
y los hambrientos dejan de fatigarse;
la mujer estéril da a luz siete veces,
y la madre de muchos hijos se marchita.

El Señor da la muerte y la vida,
hunde en el Abismo y levanta de él.
El Señor da la pobreza y la riqueza,
humilla y también enaltece.

El levanta del polvo al desvalido
y alza al pobre de la miseria,
para hacerlos sentar con los príncipes
y darles en herencia un trono de gloria.


Evangelio según San Lucas 2,41-51.

Los padres de Jesús iban todos los años a Jerusalén en la fiesta de la Pascua.
Cuando el niño cumplió doce años, subieron como de costumbre,
y acabada la fiesta, María y José regresaron, pero Jesús permaneció en Jerusalén sin que ellos se dieran cuenta.
Creyendo que estaba en la caravana, caminaron todo un día y después comenzaron a buscarlo entre los parientes y conocidos.
Como no lo encontraron, volvieron a Jerusalén en busca de él.
Al tercer día, lo hallaron en el Templo en medio de los doctores de la Ley, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y todos los que lo oían estaban asombrados de su inteligencia y sus respuestas.
Al verlo, sus padres quedaron maravillados y su madre le dijo: "Hijo mío, ¿por qué nos has hecho esto? Piensa que tu padre y yo te buscábamos angustiados".
Jesús les respondió: "¿Por qué me buscaban? ¿No sabían que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?".
Ellos no entendieron lo que les decía.
El regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

San Maximiliano Mª Kolbe (1894-1941)
franciscano, mártir
Conversaciones espirituales (Entretiens spirituels inédits, Lethielleux, 1974), trad. sc©evangelizo.org


Una Madre de corazón tierno

El corazón divino de Jesús, ardiente de amor por nosotros, pecadores, nos da como Madre y protectora a su propia Madre, la más graciosa, más amante, más santa entre los santos y los ángeles. A ella no le puede rechazar nada, porque es su Madre, incomparablemente digna y querida. Le ha dado un tan gran corazón que le es imposible no ver la más pequeña lágrima sobre la tierra, no preocuparse por la salvación y santificación de cada ser humano.
He aquí el puente dispuesto hacia el sagrado corazón de Jesús. Si alguien ha caído en el pecado, ha sido atrapado por el vicio o despreciado las gracias de Dios, no sigue los buenos ejemplos, no presta más atención a las inspiraciones salvíficas para devenir digno de nuevas gracias, ¿debe desesperar? ¡Jamás! Ya que Dios le dio una Madre. Madre que con corazón tierno, vela sobre cada uno de sus actos, de sus palabras y pensamientos. Ella no mira si es digno de la gracia de la compasión. Como ella es esencialmente Madre de Misericordia, aunque no la llamen, ella se apura a ir donde hay más miseria en las almas.
En las dificultades, las tinieblas, las enfermedades, el desánimo, recordemos que el Cielo se aproxima, cada día está más cerca. ¡Ánimo! Ella nos espera allá para estrecharnos contra su corazón. Es nuestra Madre más tierna, ahora y siempre, en la vida, la muerte y la Eternidad. ¡Recordemos esta verdad! (EDD)

Oración

Mira con favor a todos los jóvenes, portadores de esperanza para la Iglesia y el mundo. Jesucristo, compañero de la juventud, bendice los caminos del descubrimiento y del discernimiento, entre tiempos de alegría y experiencias de dificultad, con el constante amor y apoyo de tu Iglesia.

(usccb)




















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