Experimentado exorcista responde a la creencia popular de sobre si los muertos pueden regresar para vengarse y otras cuestiones relacionadas con los espíritus.
(ZENIT Noticias – PortaLuz / Los Ángeles, 20.06.2023).- Protagonistas en cientos de obras literarias, representaciones teatrales y del cine, los «espíritus de los muertos» son inexistentes para la ciencia, calificados apenas como personajes ficticios, alucinaciones que indican un estado mental no saludable o fruto de creencias culturales y religiosas.
A favor de su existencia en países desarrollados, las estadísticas señalan que en promedio un 40 % de sus habitantes cree que existen los espíritus de los muertos –popularmente conocidos como «fantasmas»– y que se manifiestan de diversos modos.
El relato del capítulo 14, versículos 26 y 27 del Evangelio de Mateo, confirma que los discípulos de Jesús creían en la existencia de «fantasmas» (se narra en el versículo 26: «Los discípulos, viéndole caminar sobre el mar, se turbaron y decían: “Es un fantasma”, y de miedo se pusieron a gritar»); y luego, en su respuesta, el propio Jesús parece confirmar su existencia pues no les recrimina el mencionarlos, sino que aclara la situación… (se narra en el versículo 27: «Pero al instante les habló Jesús diciendo: “¡Animo!, que soy yo; no temáis”»).
Más claro es Jesús para confirmar que existen los «espíritus» de los muertos en el capítulo 24, versículo 37 y siguientes del Evangelio de Lucas en el cual se narra: «Sobresaltados y asustados, creían ver un espíritu. Pero él les dijo: “¿Por qué os turbáis, y por qué se suscitan dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies; soy yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu no tiene carne y huesos como veis que yo tengo”».
En la historia de la Iglesia abundan los relatos de santos y santas que refieren haber tenido encuentros con almas de muertos –normalmente para advertirles de algo o, por estar en el purgatorio, pedir oraciones– que en lenguaje coloquial serían «espíritus buenos»; pero también narran encuentros con «espíritus malignos» … los llamados «demonios» que combaten los exorcistas.
En un video de formación producido en Polonia –que se puede visionar al final de esta crónica–, un sacerdote joven y popular en redes sociales –el Padre Rafał Główczyński SDS– (en la foto abajo a la izquierda) interroga al experimentado sacerdote exorcista de la Arquidiócesis de Varsovia Jacek Fijałkowski (en imagen abajo a la derecha) sobre si los muertos pueden regresar para vengarse, y otras cuestiones relacionadas con los espíritus.
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Pregunta: ¿Es posible que alguien venga a visitarte después de muerto, para despedirse o advertirte de algo?
Respuesta: Una de las principales verdades de fe es que el alma humana es inmortal. Un ser humano no es sólo un cuerpo. Es decir, la muerte no es el final. Hay una oración fúnebre: ‘la vida de tus fieles, Señor, cambia pero no termina’. En efecto, se produce un cierto cambio. No sabemos muy bien qué les sucede a estas personas (los que han muerto, nde). Creemos en el cielo, pero nadie sabe muy bien cómo es, creemos en el purgatorio y el infierno.
Los difuntos también pueden aparecerse. La experiencia enseña que, de alguna manera, a veces pueden darse a conocer. Incluso pueden mostrarse, pero lo más frecuente es que simplemente pidan que se rece por ellos. Aunque no se les pueda ver, rezar por los difuntos es muy importante.
Pregunta: ¿Qué debemos hacer si tenemos la sensación de que se acerca o vemos un difunto? ¿Cómo debemos comportarnos?
Respuesta: Hay que separar dos cosas: tenemos asuntos de muertos y de espíritus malignos. Son dos categorías diferentes. Si se nos aparece alguien, o sucede algo, no significa inmediatamente que deba tratarse de un muerto. Incluso cuando vemos a una persona muerta, lo que ocurre muy raramente, no significa que tenga que ser una persona muerta. Si alguien viene y pide que recemos, vale la pena rezar (…).
A la pregunta de si «tenemos derecho a pedir este tipo de encuentro (n. del ed.: con un difunto – ed.)», es un asunto muy delicado (…). ¡No juguemos con invocar espíritus!, porque esto casi siempre conduce a que, si viene alguien, vendrá un espíritu maligno, que tarde o temprano querrá perjudicarnos de alguna manera, alejarnos del Señor Dios.
Pregunta: ¿Es posible que alguien quiera venir a pedirnos perdón por algo?
Respuesta: A veces, una persona que está en el purgatorio espera algo. Ha hecho mal, ha herido a alguien y necesita ser purificado. Pero quizá también necesite saber que alguien le ha perdonado. Por eso es muy importante perdonar a los muertos (…). Si hay rencor en tu corazón contra esa persona, di que la perdonas. Di y reza una oración de perdón, ofrece misas por los difuntos.
Pregunta: ¿Alguien a quien hicimos daño en vida puede vengarse después de nosotros?
Respuesta: Un muerto está a la orden de Dios y Dios, si envía a una persona, es sólo para hacer el bien (…). Por supuesto, a veces puede estar tendiéndonos la mano para que por fin hagamos algo con nosotros mismos, para que recemos, para que nos convirtamos. Si alguien se venga, es el diablo. Por supuesto, a veces el demonio no necesariamente se venga directamente, sino que golpea muy fuerte nuestra culpabilidad. Él dice: «Mira, no has perdonado, no tienes remedio (…)». Y a veces el diablo se basa en nuestra falta de perdón, así que el perdón no sólo ayuda a esa persona (n. del ed.: fallecida), sino también a nosotros, para que no nos sintamos culpables, para que no demos de comer al diablo, que querrá vengarse.
El video completo que sirvió como fuente de la anterior crónica (el diálogo completo del Padre Rafał Główczyński y el sacerdote exorcista Jacek Fijałkowski) puede verse en este enlace.
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