Libro de Tobías 6,10-11.7,1.9-16.8,4-
Cuando entraron en Media y ya se acercaban a Ecbátana, |
Rafael dijo al joven: "¡Hermano Tobías!". Este le preguntó: "¿Qué quieres?". El ángel continuó: "Es necesario que pasemos esta noche en casa de Ragüel; él es pariente tuyo y tiene una hija que se llama Sara. |
Cuando llegaron a Ecbátana, Tobías dijo: "Hermano Azarías, llévame directamente a la casa de nuestro hermano Ragüel". El ángel lo llevó, y encontraron a Ragüel sentado a la puerta del patio. Ellos lo saludaron primero, y él les respondió: "¡Salud, hermanos, sean bienvenidos!". Y los hizo pasar a su casa. |
Luego mataron un cordero del rebaño y los recibieron cordialmente. Después de lavarse y bañarse, se pusieron a comer. Entonces Tobías dijo a Rafael: "Hermano Azarías, dile a Ragüel que me dé por esposa a mi hermana Sara". |
Ragüel lo oyó y dijo al joven: "Come y bebe, y disfruta de esta noche, porque nadie tiene más derecho que tú, hermano, a casarse con mi hija Sara. Ni siquiera yo puedo dársela a otro, ya que tú eres mi pariente más cercano. Pero ahora, hijo mío, te voy a hablar con toda franqueza. |
Ya se la he dado a siete de nuestros hermanos, y todos murieron la primera noche que iban a tener relaciones con ella. Por el momento, hijo mío, come y bebe; el Señor intervendrá en favor de ustedes". |
Pero Tobías le replicó: "No comeré ni beberé hasta que hayas tomado una decisión sobre este asunto". Ragüel le respondió: "¡Está bien! Ella te corresponde a ti según lo prescrito en la Ley de Moisés, y el Cielo decreta que te sea dada. Recibe a tu hermana. Desde ahora, tú eres su hermano y ella es tu hermana. A partir de hoy es tuya para siempre. Que el Señor los asista esta noche, hijo mío, y les conceda su misericordia y su paz". |
Ragüel hizo venir a su hija Sara. Cuando ella llegó, la tomó de la mano y se la entregó a Tobías, diciendo: "Recíbela conforme a la Ley y a lo que está prescrito en el Libro de Moisés, que mandan dártela por esposa. Tómala y llévala sana y salva a la casa de tu padre. ¡Que el Dios del cielo los conduzca en paz por el buen camino"!. |
Después llamó a la madre y le pidió que trajera una hoja de papiro. En ella redactó el contrato matrimonial, por el que entregaba a su hija como esposa de Tobías, conforme a lo prescrito en la Ley de Moisés. Después empezaron a comer y a beber. |
Ragüel llamó a su esposa Edna y le dijo: "Hermana, prepara la otra habitación, y llévala allí a Sara". |
Ella fue a preparar la habitación, como se lo había dicho su esposo, llevó allí a Sara y se puso a llorar. Luego enjugó sus lágrimas y le dijo: "¡Animo, hija mía! ¡Que el Señor del cielo cambie tu pena en alegría!". Y salió. |
Mientras tanto, los padres habían salido de la habitación y cerraron la puerta. Tobías se levantó de la cama y dijo a Sara: "Levántate, hermana, y oremos para pedir al Señor que nos manifieste su misericordia y su salvación". |
Ella se levantó, y los dos se pusieron a orar para alcanzar la salvación. El comenzó así: "¡Bendito seas, Dios de nuestros padres, y bendito sea tu Nombre por todos los siglos de los siglos! ¡Que te bendigan los cielos y todas tus criaturas por todos los siglos! |
Tú creaste a Adán e hiciste a Eva, su mujer, para que le sirviera de ayuda y de apoyo, y de ellos dos nació el género humano. Tú mismo dijiste: "No conviene que el hombre esté solo. Hagámosle una ayuda semejante a él". |
Yo ahora tomo por esposa a esta hermana mía, no para satisfacer una pasión desordenada, sino para constituir un verdadero matrimonio. ¡Ten misericordia de ella y de mí, y concédenos llegar juntos a la vejez!". |
Ambos dijeron: "¡Amén, amén!", |
y se acostaron para dormir. Cuando Ragüel se levantó, llamó sus servidores y fue con ellos a cavar una fosa. |
Salmo 128(127),1-2.3.4-5.
¡Feliz el que teme al Señor |
y sigue sus caminos! |
Comerás del fruto de tu trabajo, |
serás feliz y todo te irá bien. |
Tu esposa será como una vid fecunda |
en el seno de tu hogar; |
tus hijos, como retoños de olivo |
alrededor de tu mesa. |
¡Así será bendecido |
el hombre que teme al Señor! |
¡Que el Señor te bendiga desde Sión |
todos los días de tu vida: |
que contemples la paz de Jerusalén. |
Evangelio según San Marcos 12,28-34.
Un escriba que los oyó discutir, al ver que les había respondido bien, se acercó y le preguntó: "¿Cuál es el primero de los mandamientos?". |
Jesús respondió: "El primero es: Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; |
y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. |
El segundo es: Amarás a tu prójimo como a tí mismo. No hay otro mandamiento más grande que estos". |
El escriba le dijo: "Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que él, |
y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios". |
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: "Tú no estás lejos del Reino de Dios". Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Venerable Madeleine Delbrêl (1904-1964) |
Amar de todo corazón en el corazón de Jesús
“Tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo…” (cf. Mc 12,30-31). Para el hombre, todo amor es una cuestión del corazón. Sin el corazón del hombre no hay amor humano. Sin Jesús no seríamos capaces de amar a Dios con un amor que sea el amor de su criatura humana. Porque nuestro corazón estaba pervertido, porque ignorábamos qué es un corazón convertido, tornado hacia Dios, ofrecido a Dios. Jesús explicando y mostrándolo, nos ha revelado cómo debe vivir, debe actuar, el hombre de corazón convertido. |
Porque hemos visto y tocado a Jesús, Dios hecho hombre, podemos encontrar Dios en nuestro corazón. El amor personal de Jesús por nosotros y nuestro amor por él, el corazón a corazón con él, es nuestro acceso al amor de Dios. Somos incapaces e ignorantes para poder y saber cómo “amar al Señor, Dios, con todo el corazón” sin la contemplación e imitación del corazón de Jesucristo. (…) |
Para saber lo que es un corazón puro y un corazón bueno, es necesario mirar a Jesús. Sólo él lo sabe, sólo él lo enseña, sólo él lo da. Gracias a él aprendemos con qué amor podemos amar a Dios y conocemos con qué amor Dios ama a los hombres. En un corazón a corazón con sus compañeros, Jesús ha revelado el acceso al amor de Dios. También en un corazón a corazón, Jesús nos revela y hace vivir el misterio del amor de Dios. En ese corazón, Jesús nos muestra su corazón puro y bueno, el corazón que llegará a ser nuestro corazón convertido. (EDD) |
Oración
Vuelve mi corazón al prójimo. Que pueda amarlo como tu me amas -- firme, clemente, siempre misericordioso, con paciencia, viendo mi alegría en la suya. Ayúdame a
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