¿Te acuerdas del sacerdote que te dio el consejo que cambió tu vida o él que estuvo para ayudarte en tus peores momentos? Sé su apoyo espiritual con estas 6 oraciones para pedir por aquellos que siguieron el llamado a la vida consagrada.
En un artículo para Epic Pew, la escritora Chloe Langr resaltó que los sacerdotes sirven a la Iglesia diariamente a través de la Misa y los sacramentos.
Además, animó a interceder por ellos, que son objetivo principal del demonio y sus artimañas.
“Debemos rezar por los sacerdotes todos los días, especialmente
debido al profundo odio que Satanás siente por ellos. Cristo mismo
instituyó el sacerdocio para la Iglesia aquí en la tierra, por lo que
naturalmente, el diablo odia a los hombres que Cristo ha elegido
para seguir llevando luz y verdad al mundo. Continuamente trabaja
para separarlos de la gracia de Dios”.1. Oración por los
Sacerdotes de Santa
Teresita del Niño Jesús
Oh Jesús que has instituido el sacerdocio
para continuar en la tierra la obra divina de salvar a las almas
protege a tus sacerdotes en el refugio de tu Sagrado Corazón.
Guarda sin mancha sus manos consagradas,
que a diario tocan tu Sagrado Cuerpo,
y conserva puros sus labios teñidos con tu Preciosa Sangre.
Haz que se preserven puros sus corazones,
marcados con el sello sublime del sacerdocio,
y no permitas que el espíritu del mundo los contamine.
Aumenta el número de tus apóstoles,
y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro.
Bendice Sus trabajos y fatigas,
y que como fruto de su apostolado
obtenga la salvación de muchas almas
que sean su consuelo aquí en la tierra
y su corona eterna en el Cielo.
Amén.
2. Oración por los
Sacerdotes de San Juan Vianney
Dios, por favor, dale a tu Iglesia hoy
muchos sacerdotes según tu propio corazón.
Que sean dignos representantes de Cristo el Buen Pastor.
Que se dediquen de todo corazón a la oración y la penitencia;
sean ejemplos de humildad y pobreza;
brillantes modelos de santidad;
incansables y poderosos predicadores de la Palabra de Dios;
celosos dispensadores de tu gracia en los sacramentos.
Que su devoción amorosa a tu Hijo Jesús en la Eucaristía
y a María, su Madre, sean las fuentes de fecundidad para su ministerio.
Amén.
3. Oración por los
sacerdotes de
San Juan Pablo II
Oh María,
Madre de Jesucristo y Madre de los sacerdotes:
acepta este título con el que hoy te honramos
para exaltar tu maternidad
y contemplar contigo
el Sacerdocio de tu Hijo unigénito y de tus hijos,
oh Santa Madre de Dios.
Madre de Cristo,
que al Mesías Sacerdote diste un cuerpo de carne
por la unción del Espíritu Santo
para salvar a los pobres y contritos de corazón:
custodia en tu seno y en la Iglesia a los sacerdotes,
oh Madre del Salvador.
Madre de la fe,
que acompañaste al templo al Hijo del hombre,
en cumplimiento de las promesas
hechas a nuestros Padres:
presenta a Dios Padre, para su gloria,
a los sacerdotes de tu Hijo,
oh Arca de la Alianza.
Madre de la Iglesia,
que con los discípulos en el Cenáculo
implorabas el Espíritu
para el nuevo Pueblo y sus Pastores:
alcanza para el orden de los presbíteros
la plenitud de los dones,
oh Reina de los Apóstoles.
Madre de Jesucristo,
que estuviste con Él al comienzo de su vida
y de su misión,
lo buscaste como Maestro entre la muchedumbre,
lo acompañaste en la cruz,
exhausto por el sacrificio único y eterno,
y tuviste a tu lado a Juan, como hijo tuyo:
acoge desde el principioa los llamados al sacerdocio,
protégelos en su formación
y acompaña a tus hijos
en su vida y en su ministerio,
oh Madre de los sacerdotes. Amén.
4. Oración por los
sacerdotes de
Santa Teresa de Calcuta
María, Madre de Jesús,
extiende tu manto de pureza sobre nuestros sacerdotes.
Protégelos, guíalos y guárdalos en tu corazón.
Sé Madre para ellos, especialmente en momentos de desánimo y soledad.
Ámalos y mantenlos perteneciendo completamente a Jesús.
Así como Jesús, ellos también son tus hijos,
así que guarda sus corazones puros y vírgenes.
Mantén sus mentes llenas de Jesús,
y pon a Jesús siempre en sus labios,
para que Él sea a quien ofrezcan a pecadores
y a todos los que encuentren.
María, Madre de Jesús, sé su Madre,
amándolos y brindándoles alegría.
Ten especial cuidado con los sacerdotes enfermos y moribundos,
y con los más tentados.
Recuerda cómo pasaron su juventud y vejez,
toda su vida sirviendo y entregándolo todo a Jesús.
María, bendícelos y mantén un lugar especial para ellos en tu corazón.
Dales un pedazo de tu corazón, tan hermoso, puro e inmaculado,
tan lleno de amor y humildad,
para que ellos también puedan crecer en la semejanza de Cristo.
Querida María, hazlos humildes como tú y santos como Jesús.
5. Oración por los sacerdotes de Benedicto XVI
Señor Jesucristo, eterno Sumo sacerdote,
tú que te ofreciste al Padre en el altar de la Cruz
y por la efusión del Espíritu le dio a su pueblo sacerdotal
una participación en tu sacrificio redentor.
Escucha nuestra oración por la santificación de nuestros sacerdotes.
Concede a todos los que han sido ordenados al ministerio sacerdotal
que sean cada vez más conforme a Ti, Divino Maestro.
Que enseñen el Evangelio con el corazón puro y la conciencia clara.
Que sean pastores de acuerdo con tu propio Corazón,
una sola mente en el servicio a Ti y a tu Iglesia
y ejemplos luminosos de una vida santa, sencilla y alegre.
A través de las oraciones de la beata Virgen María, tu Madre y nuestra,
atrae a todos los sacerdotes y fieles a su cargo,
a la plenitud de la vida eterna donde vives y reinas
con el Padre y el Espíritu Santo, un Dios, por los siglos de los siglos.Amén.
6. Oración por los sacerdotes de Santa Faustina
Padre Celestial, concede que nuestros sacerdotes
sean fortalecidos y sanados
por el poder de la Eucaristía que celebran.
Que la Palabra que proclaman les dé coraje y sabiduría.
Oramos para que todos aquellos a quienes buscan servir
puedan ver en ellos el amor y cuidado de Jesús,
nuestro Sumo Sacerdote Eterno,
que es Señor por siempre jamás. Amén.
María, Madre de la Iglesia,
mira tiernamente a tus hijos, nuestros sacerdotes.
San José, Patrono de la Iglesia Universal,
ruega por nosotros.
Oh Jesús mío, te ruego en nombre de toda la Iglesia:
Concédele amor y la luz de tu Espíritu
y otorga poder a las palabras de los sacerdotes
para que los corazones endurecidos puedan arrepentirse
y regresar a Ti, oh Señor.
Señor, danos sacerdotes santos;
Tú mismo mantenlos en la santidad.
Oh Divino y Gran Sumo Sacerdote,
que el poder de tu misericordia les acompañe siempre
y los proteja de las trampas del diablo
que continuamente tiende para las almas de los sacerdotes.
Que el poder de tu misericordia, oh Señor,
haga pedazos y anule todo lo que pueda manchar
la santidad de los sacerdotes,
porque tú puedes hacer todas las cosas.
Harumi Suzuki, churchpop
No hay comentarios:
Publicar un comentario