Aquí podemos ofrecer sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
No puede haber ya penuria alguna. |
A quien Dios hiciere rico, nadie hará pobre. No puede haber ya penuria alguna cuando el alimento celestial ha saciado una vez el pecho. San Cipriano, Doctor de la Iglesia |
El mismo pastor se ha hecho pasto para vosotros. |
La turba en el desierto eran semejantes a ovejas sin pastor Mt 9,36. Se les dió un pasto compasivo que les multiplicó el alimento de pan Mt 15,32-38. Dichosos sois, oh vidas integras, corderos marcados por Cristo, que habéis sido hechos dignos del cuerpo y de la sangre. El mismo pastor se ha hecho pasto para vosotros. San Efrén, Doctor de la Iglesia |
Comí mi pan con mi miel, y bebí vino con mi leche. |
¿Quién más noble que Cristo, que el convite de su Iglesia él mismo sirve y es servido? Échate sobre el costado de este convidado recostado, y únete a Dios; no muestres disgusto de la mesa que Cristo escogió, diciendo: Entré en mi huerto, esposa, hermana mío; vendimié la mirra con mis aromas, comí mi pan con mi miel, y bebí vino con mi leche* Cant 5,1. San Ambrosio |
Venid y comed mis panes y bebed el vino que os he mezclado. |
¿Quieres comer?, ¿quieres beber? Ven al banquete de la sabiduría, que invita a todos con gran voz diciendo: Venid y comed mis panes y bebed el vino que os he mezclado Prov 9,5. ¿Te deleitan los cánticos que entretienen al que come? Oye a la Iglesia, que exhorta y canta no sólo en sus himnos, sino en el Cantar de los Cantares: Comed, mis allegados, y bebed y embriagaos, hermanos míos** Catn 5,1. Pero esta embriaguez hace sobrios; esta es embriaguez de gracia, no de borrachera. Produce alegría, no vacilación. San Ambrosio |
Cuando Jesús se digne venir a mí en la santa comunión. |
Que la Bienaventurada Virgen María, purifique mi cuerpo para que sea el tabernáculo de Jesús, menos indigno de poseerlo cuando se digne venir a mí en la santa comunión. San Pio de Pietrelcina |
Es como si Jesucristo descendiera por primera vez a la tierra. |
Cuando celebras la Santa Misa o la oyes, debe ser para ti este misterio tan grande, tan digno de tu amor, tan nuevo, como si Jesucristo, descendiendo en aquel punto por primera vez a la tierra, se hiciera hombre en el seno de la Virgen. Beato Tomás de Kempis |
¿No te parece más bien estar en el cielo? | |
Cuando ves al Señor inmolado yacer en el altar, al sacerdote inclinado hacia la víctima en ademán de orar, teñidos los oferentes de la preciosa sangre, ¿te pa- rece que estás en la tierra o entre hombres? ¿No te parece más bien estar en el cielo, libre de las concupiscencias de la carne, contemplando las celestiales maravillas? San Juan Crisóstomo | |
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