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miércoles, 21 de febrero de 2024

¿Sientes envidia? Sal de dudas y contesta este test

 

envidia           


Un defecto muy común, padecido por mucha gente y que no le permite crecer espiritualmente, es el pecado capital de la envidia. Descubre si lo padeces

Desde el principio de la historia, la envidia ha estado presente. Después de cometer el pecado original que provocó la caída del hombre y la mujer, la humanidad quedó debilitada y propensa a cometer otros pecados.

El Génesis nos narra lo que pasó con Caín y Abel: ambos presentaron sus primicias a Dios, pero al Señor no le gustó lo de Caín, así es que, resentido, mató a Abel (Gn 4, 1-16).

El Catecismo de la Iglesia Católica lo confirma:

«El décimo mandamiento exige que se destierre del corazón humano la envidia (…) La envidia puede conducir a las peores fechorías (cf Gn 4, 3-7; 1 R 21, 1-29). La muerte entró en el mundo por la envidia del diablo (cf Sb 2, 24)»

CEC 2538

El pecado diabólico por excelencia

Sigue explicando el Catecismo:

La envidia es un pecado capital. Manifiesta la tristeza experimentada ante el bien del prójimo y el deseo desordenado de poseerlo, aunque sea en forma indebida. Cuando desea al prójimo un mal grave es un pecado mortal:

San Agustín veía en la envidia el «pecado diabólico por excelencia» (De disciplina christiana, 7, 7).

«De la envidia nacen el odio, la maledicencia, la calumnia, la alegría causada por el mal del prójimo y la tristeza causada por su prosperidad» (San Gregorio Magno, Moralia in Job, 31, 45) (CEC 2539).

¿Sufres de envidia?

Pregúntate y contesta con honestidad:

#
1

Cuando alguna persona cercana tiene éxito en alguna empresa, tú:

a) Te alegras y deseas que le vaya bien.

b) Te enojas y quieres que quiebre porque crees que ni siquiera trabaja tanto.

#
2

Un amigo (a) se casará con una persona rica que conocieron ambos. Tú:

a) Felicitas sinceramente a tu amigo(a).

b) Le hablas mal de él (ella) a su prometida(o) para que se arrepienta de su decisión.

#
3

Tu vecino se compró un auto nuevo. Inmediatamente, tú:

a) Piensas que subió de puesto en su trabajo.

b) Le dices a tus amigos que anda en malos pasos y que ya lo pagará.

#
4

Corrieron a un compañero(a) de trabajo que no te agradaba, aunque era muy eficiente. Tú:

a) Sientes mucho lo que le pasó y pides por él (ella)

b) Te alegras mucho y piensas que se lo merecía.

#
5

Una persona cercana te cuenta que se irá de viaje al extranjero porque ganó un premio. Tú:

a) Te sorprendes y le deseas que siga siendo afortunado en lo que realice.

b) Te entristeces porque a ti no te pasan esas cosas, a pesar de que eres bueno y esa otra persona, no lo es tanto como tú y quieres que su suerte cambie.

Resultados

Si la mayoría de tus respuestas fueron con el inciso B: eres envidioso.

Si la mayoría de tus respuestas fueron con el inciso A: corrige aquellos puntos en los que marcaste la letra B.

Y pon el práctica el remedio que da la Iglesia en el Catecismo:

El bautizado combate la envidia mediante la caridad, la humildad y el abandono en la providencia de Dios. (CEC 2554)

Mónica Muñoz, Aleteia



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