El
Asistente General de los Sacerdotes de la Misericordia, P. Wade Menezes,
resaltó 9 beneficios que la confesión deja en el alma. ¡Conoce más sobre el
Sacramento de la Reconciliación!
En
su libro "Superando el Mal Interior: La
Realidad del Pecado y el Poder Transformador de la Gracia y la Misericordia de
Dios",
el sacerdote recordó que la confesión y la Eucaristía son los sacramentos que
podemos recibir repetidamente.
“Estos dos sacramentos
nos sostienen en nuestro viaje, independientemente de la vocación y del estado
de vida de cada uno”, indicó.
El
sacerdote resaltó que en la encíclica Mystici Corporis Christi, el Papa Pío XII
defiende la confesión frecuente, incluso de los pecados veniales.
“Él dice que a través de
la recepción regular del Sacramento de la Confesión, ‘se aumenta el justo conocimiento
propio, crece la humildad cristiana, se hace frente a la tibieza e indolencia
espiritual, se purifica la conciencia, se robustece la voluntad, se lleva a
cabo la saludable dirección de las conciencias y aumenta la gracia en virtud
del sacramento mismo”.
El
P. Menezes profundiza en las enseñanzas del Papa Pío XII y resalta 9 beneficios
que podemos obtener de acercarnos al sacramento de la confesión.
1.
Aumenta el autoconocimiento
Muchos
santos dejan claro en sus escritos y enseñanzas que el autoconocimiento es
necesario para crecer en santidad. Esto significa conocer y admitir tus
virtudes para poder avanzar en ellas, y conocer y admitir tus vicios para poder
arrancarlos de tu vida.
2.
Incrementa la humildad cristiana
No
solo la práctica frecuente de la Confesión nos ayuda a crecer en la importante
virtud de la humildad, sino que el mismo acto de hacer un buen examen de
conciencia (necesario antes de entrar al confesionario) hiere nuestra soberbia
y nos ayuda a crecer en el autoconocimiento.
3.
Se corrigen los malos hábitos
Poco
a poco, a través de la confesión frecuente y la honestidad con el confesor,
quien ofrecerá consejos en consecuencia, se pueden superar los malos hábitos.
La recepción frecuente y digna del Sacramento de la Confesión significa recibir
gracias de ese sacramento para superar nuestros defectos.
4.
Evita la negligencia espiritual
Supongamos
que estás luchando por establecer la práctica de rezar el Rosario diario,
buscas incorporar la coronilla de la Divina Misericordia a tu rutina, o
incluso, solo hacer una ofrenda matutina al levantarte. Tus fallas al practicar
estas devociones serían ejemplos de "negligencias espirituales" que
afectan tu vida espiritual.
La
Confesión regular puede ayudarte a "volver al camino correcto",
especialmente si tu confesor te asigna estas prácticas como penitencia y
comienzas a llevarlas a cabo con más fidelidad.
5.
Va en contra de la tibieza espiritual
Supongamos
que realmente llevas a cabo prácticas espirituales, pero no de manera
frecuente. En otras palabras, las realizas con tibieza. Las gracias de la
Confesión frecuente pueden ayudar a encender un fervor espiritual renovado que
ayudará a que tu vida espiritual diaria crezca más fuerte y comprometida.
6.
Purifica la conciencia
La
confesión de los pecados lleva consigo una purificación y, lo que es más
importante, una paz de conciencia. Esto está vinculado al aspecto curativo de
la Confesión. De hecho, la Confesión es uno de los dos sacramentos
"sanadores", junto con el Sacramento de la Unción de los Enfermos.
Ambos sacramentos ayudan a la realidad cuerpo-alma de la persona humana.
7.
Fortalece la voluntad
Mientras
que nuestro intelecto es lo que nos ayuda "a conocer", nuestra
voluntad es lo que nos ayuda "a elegir". A través de la práctica
frecuente de la Confesión, nuestras voluntades se fortalecen para ayudarnos a
elegir con el bien sobre el mal, la virtud sobre el vicio, y lo beneficioso
sobre lo perjudicial.
8. Logra un saludable
autocontrol
La
Confesión frecuente nos hace querer "hacerlo mejor" en todos los
aspectos de la vida diaria. Es la gracia del sacramento lo que nos impulsa a
controlar mejor nuestras vidas practicando un amor ordenado hacia personas,
lugares y cosas.
9.
Aumenta la gracia
Cada
sacramento, cuando se recibe dignamente, aumenta la gracia santificante en el
alma. Para la Eucaristía y la Confesión, los únicos dos sacramentos que se pueden
recibir frecuentemente, esto es especialmente cierto.
De
hecho, el Sacramento de la Confesión incluso puede ayudar a perfeccionar la
gracia de nuestro Bautismo. Esto se debe a que el Bautismo, al eliminar el
Pecado Original que heredamos de nuestros primeros padres, también elimina
cualquier pecado personal (también llamado "pecado actual") que
podamos tener (es decir, cualquier pecado venial o mortal).
Cuidado
con los escrúpulos
El
P. Menezes resaltó que la confesión frecuente es buena, pero si esta está
guiada por los escrúpulos deja de ser útil para el penitente.
“La
escrupulosidad puede definirse como ver pecado donde hay un simple defecto; o
ver pecado mortal cuando, en realidad, es un pecado venial. De hecho, los
escrúpulos pueden frenar el crecimiento en la vida espiritual”.
¡Busca
siempre el Sacramento de la Reconciliación!
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