Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa
Una muchedumbre de Ángeles rodeaban el altar. |
Yo oí referir a uno que lo había oído de un anciano venerable, que tenía la gracia de recibir frecuentes revelaciones, cómo una vez se le concedió tener una revelación sobre esto. Vio, en un instante, al tiempo del sacrificio, una muchedumbre de Ángeles, vestidos de ropas resplandecientes, que rodeaban el altar e inclinaban sus cabezas como si fueran soldados que están en presencia del Emperador. Y no tengo dificultad en creerlo. San Juan Crisóstomo |
Es la voz misma de Jesús. |
La lectura del Evangelio durante la misa es como vivir la escena en la que vemos a Jesús en Cafarnaúm cuando el Evangelio dice: Y enrollando el libro se lo devolvió al ministro, se sentó (...) y comenzó a decirles... ¿Por qué es la misma escena? Porque después de haber leído el rollo de la Antigua Ley, pasamos a escuchar a Jesús. Pero recordemos que es la misma voz del Galileo la que nos lee el rollo de la Antigua Ley. José Antonio Fortea Cucurull |
Acordaos de mí ante el altar del Señor. |
Depositad este cuerpo mío en cualquier sitio, sin que os de pena. Sólo os pido que dondequiera que estéis, os acordéis de mí ante el altar del Señor. (Palabras de Santa Mónica en su lecho de muerte.) San Agustín |
En La Santa Misa es que experimenta mayor gozo la Madre de Dios. |
Así como la sabiduría divina escogió entre las vírgenes a una virgen de quien naciese el Salvador del mundo, del mismo modo instituyó Cristo el sacerdocio para repartir en todo tiempo al mundo los tesoros de la Redención por medio del santo sacrificio de la Misa y de los sacramentos; por esto la Santa Misa es en la que experimenta mayor gozo la Madre de Dios, y es la delicia de los bienaventurados, el auxilio más eficaz de los vivos y el mayor consuelo de las almas del purgatorio. Beato Alain de La Roche op |
Participas en ese alimento de su divina sustancia. |
Dice: Yo soy el pan vivo que bajé del cielo Jn 6,41. Pero la carne no bajó del cielo, esto es, la carne la tomó de la Virgen en la tierra. ¿Cómo, pues, bajó pan del cielo, y pan vivo? Porque el mismo Señor nuestro Jesucristo participa al mismo tiempo de la divinidad y del cuerpo, y tú, que recibes la carne, participas en ese alimento de su divina sustancia. San Ambrosio, Doctor de la Iglesia |
Lo mas grande que nos puede suceder. |
Lo más grande que nos puede suceder en el día es participar de la Sagrada Eucaristía. Papa Francisco |
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