Aquí podemos ofrecerles sólo unos pocos aspectos de las
Tomad, comed; esto es mi cuerpo. |
Debemos decir también nosotros, mentalmente, a los hermanos: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. Tomad mi tiempo, mis capacidades, mi atención. Tomad también mi sangre, es decir, mis sufrimientos, todo lo que me humilla, me mortifica, limita mis fuerzas, mi propia muerte física. Quiero que toda mi vida sea, como la de Cristo, pan partido y vino derramado por los otros. Quiero hacer de toda mi vida una Eucaristía. P. Raniero Cantalamessa OFMCap |
La Eucaristía hace a la Iglesia. |
...Toda la eclesiología eucarística de San Agustín que hemos recordado la vez pasada encuentra aquí su campo de aplicación. Si no se puede decir que la Eucaristía es la Iglesia (como llegaron a afirmar algunos de sus discípulos), se puede y se debe decir que la Eucaristía hace a la Iglesia. P. Raniero Cantalamessa OFMCap |
La fe debe convencerte. |
No los tengas, pues, por mero pan y mero vino, porque son Cuerpo y Sangre de Cristo, según la aseveración del Señor. Pues aunque los sentidos te sugieran aquéllo, la fe debe convencerte. No juzgues en esto según el gusto, sino según la fe cree con firmeza, sin ninguna duda, que has sido hecho digno del Cuerpo y Sangre de Cristo. San Cirilo de Jerusalén, Doctor de la Iglesia |
¡Quisiera hacerlo a cada instante en mi corazón! |
...Y para Cristo ¿qué sería ese sacrificio? El anhelo supremo de su adoración, la necesidad apremiante de su alma, el refrigerio de su amor. Con razón dijo: Con un gran anhelo he deseado celebrar con vosotros esta pascua. Luc 13, 15. ¡Con qué ardor, con qué insistencia, con qué ternura, nos dijo: Haced esto en memoria mía Luc 13, 19! ¿Sería éste su anhelo y su recomendación más apremiante al separarse de nosotros? ¡Yo haré esto, ¡oh Jesús amado!, en recuerdo tuyo; lo haré diariamente en el altar y quisiera hacerlo a cada instante en mi corazón! Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez |
Que redescubramos la gracia del encuentro transformante con el Señor resucitado. |
Por intercesión de María Santísima, roguemos para que todo cristiano, reviviendo la experiencia de los discípulos de Emaús, especialmente en la Misa dominical, redescubra la gracia del encuentro transformante con el Señor, con el Señor resucitado, que está con nosotros siempre. Hay siempre una Palabra de Dios que nos guía en nuestra desorientación; y a través de nuestros cansancios y desilusiones, hay siempre un Pan partido que nos hace seguir adelante en el camino. S.S. Francisco |
De tristes y derrotados quae se sentían, se sintieron alegres. |
Palabra de Dios y Eucaristía: leer cada día una parte del Evangelio, recuérdenlo bien, leer cada día una parte del Evangelio y los domingos ir a hacer la comunión, a recibir a Jesús. Así sucedió con los discípulos de Emaús, han recibido la Palabra, han compartido la fracción del pan, y de tristes y derrotados que se sentían, se sintieron alegres. S.S. Francisco |
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