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jueves, 28 de abril de 2022

Evangelio del día


 

Evangelio según San Juan 3,31-36.

El que viene de lo alto está por encima de todos. El que es de la tierra pertenece a la tierra y habla de la tierra. El que vino del cielo
da testimonio de lo que ha visto y oído, pero nadie recibe su testimonio.
El que recibe su testimonio certifica que Dios es veraz.
El que Dios envió dice las palabras de Dios, porque Dios le da el Espíritu sin medida.
El Padre ama al Hijo y ha puesto todo en sus manos.
El que cree en el Hijo tiene Vida eterna. El que se niega a creer en el Hijo no verá la Vida, sino que la ira de Dios pesa sobre él.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

Beato Columba Marmion (1858-1923)
abad
La oración monástica (Le Christ Idéal du Moine, DDB, 1936), trad. sc©evangelizo.org


Abandonarse con total confianza

Jesús fue constituido jefe y rey de toda la herencia de Dios, porque por su sangre nos dio los derechos a esta herencia: “El Padre puso todo en sus manos”. Permanecemos en él por la fe y el amor, él permanece en nosotros por su gracia y sus méritos. Él nos ofrece a su Padre y su Padre nos encuentra en él. (…)
Dios nos ofrece encontrar la fuente de toda gracia y perfección en el Hijo de su complacencia: “El que no escatimó a su Hijo… ¿no nos concederá con él toda clase de favores?” (cf. Rom 8,32). Debemos abandonarnos con toda confianza a esta voluntad todopoderosa, que es el amor mismo. No sólo fijó las leyes de nuestra perfección, es también su principio y fuente. (…)
Donde no encuentra obstáculos a su acción, la gracia actúa soberanamente, lleva al grado más elevado de santidad y hace actuar. El Espíritu de Dios interviene poderosamente donde no es contrariado, “contristado”, como escribe san Pablo (Ef 4,30). Mismo si la voluntad de Dios es soberana y es extenso su poder e infinito su amor, Dios espera que eliminemos todo lo que dificulta su gracia. ¡Qué el alma permanezca en esa actitud de humildad y confianza que la hace esperar todo de Dios! (EDD)

ORACIÓN: NOVENA DEL ABANDONO A LA VOLUNTAD DE DIOS

ESTA NOVENA PUEDE REZARSE DÍA A DÍA O TAMBIÉN DE CORRIDO. 

Por la Señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor Dios nuestro, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 Día 1 ¿Por qué te confundes al preocuparte? Dejame a mí el cuidado de tus cosas y todo se mantendrá en calma. Te digo que todo acto de verdadera, ciega y completa rendición a mí, produce el efecto que deseas y resuelve toda complicada situación. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 2 ¡ Entregarte a mí no significa ni inquietarte, ni estar amargado, ni perder la esperanza, ni tampoco significa ofrecerme una oración pidiéndome que la siga y transformar la preocupación en oración ! Está en contra de esta entrega, profundamente en contra, la preocupación, el estar nervioso y pensar en las consecuencias de todo. Es como la confusión que sienten los niños cuando le piden a su madre atender a sus necesidades y luego intentan ocuparse de esas necesidades por sí mismos con el fin de que sus intentos se entrometan en las acciones de su madre. Rendirse significa cerrar plácidamente los ojos del alma, rechazar los pensamientos de tribulación y ponerte bajo Mi cuidado para que sólo yo actúe, diciendome “Ocúpate Tú, Jesús”. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 3 ¡ Cuántas cosas realizo cuando el alma, tanto en sus necesidades espirituales como en aquellas materiales, se vuelve a Mí, me mira y diciéndome: “Jesús, ocúpate Tú de ello”, cierra los ojos y reposa. Obtienes pocas gracias cuando te atormentas por producirlas, sin embargo obtienes muchísimas cuando la oración es un encomendarse plenamente a Mí. En el dolor, tú oras para que yo obre, pero para que obre como crees que debo obrar… No te diriges a Mí, sino que quieres que yo me adapte a tus ideas; no eres enfermo que pide al médico que lo cure, sino que le sugieres la cura. No obres así, sino ora como te he enseñado en el Padrenuestro: Santificado sea tu Nombre, es decir, sé glorificado en esta necesidad mía. Venga a nosotros Tu Reino, o sea, que todo contribuya a Tu Reinado en nosotros y en el mundo. Hágase Tu voluntad así en la tierra, como en el Cielo, es decir, dispón Tú Jesús en esta necesidad, como mejor te parezca en lo tocante a nuestra vida temporal y eterna. Si me dices de verdad: “hágase tu voluntad”, que es lo mismo que decir: “Jesús, ocúpate Tú de ello”, Yo Intervendré Con Toda Mi Omnipotencia y Venceré las Mayores Dificultades. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 4 Mira, ¿tú ves que la enfermedad apremia en vez de menguar? No te turbes, cierra los ojos y dime con confianza: hágase tu Voluntad, “Jesús, ocúpate Tú de ello”. Te digo que así lo haré y que intervendré como Médico, y que hasta Obraré un Milagro cuando fuere menester. ¿Ves que el enfermo empeora? No te desanimes, sino cierra los ojos y di: “Jesús, ocúpate Tú de ello”. Te digo que Yo me ocuparé, y que no hay medicina más poderosa que una Intervención Mía de Amor. Me ocuparé de ello sólo cuando cierres los ojos. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 5 Y cuando Yo te tenga que Guiar por un camino diferente al que vas, Yo te prepararé; te llevaré en Brazos; dejaré que te encuentres, como cuando un niño duerme en brazos de su madre, al otro lado del río. Lo que te preocupa y te duele inmensamente son: tu razón, tus pensamientos y preocupaciones y tu deseo de afrontar lo que te afecta. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 6 No descansas nunca, quieres valorarlo todo, escudriñarlo todo, pensar en todo y te abandonas así a las fuerzas humanas o peor, a los hombres, confiando sólo en su intervención. Es esto lo que obstaculiza, bloquea mis Palabras y mis Planes. ¡Oh, como deseo tu abandono para beneficiarte!, ¡Y cuánto me aflijo al verte turbado! Satanás busca precisamente esto: turbarte para apartarte de mi acción y arrojarte a la merced de sólo las iniciativas humanas. ¡ Confía por eso sólo en Mí, reposa en Mí, abandónate a Mí en todo ! Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 7 Yo obro Milagros en proporción del pleno abandono en Mí y a la ausencia de tus preocupaciones. ¡Yo derramo Tesoros de Gracia cuando tú estás en la plena pobreza (necesidad de Mí)! Si aprecias tus recursos, por pocos que sean, o si los buscas, te hallas sólo en el campo natural de las cosas, que es a menudo frecuentemente obstaculizado por Satanás. Ningún razonador o ponderador ha hecho Milagros, ni siquiera entre los Santos: obra Divinamente quien se abandona a Dios. Cuando veas que las cosas se complican, di con los ojos del alma cerrados: “Jesús, ocúpate Tú de ello”. Y distráete, apártate de ti porque tu mente es penetrante… y para ti es difícil ver el mal que te afecta y tener confianza en mí. Haz así para con todas tus necesidades; obra así siempre y verás grandes, continuos y silenciosos Milagros. Te lo aseguro por Mi Amor. Y Yo me ocuparé de ello, te lo aseguro. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 8 Cierra los ojos y déjate llevar por la fluida corriente de Mi Gracia; cierra los ojos y no pienses en el presente, alejando también del futuro los pensamientos, igual que lo harías con la tentación. Reposa en Mí, confía en Mi Bondad y te prometo por Mi Amor que si dices “Jesús, ocúpate Tu”, que Yo me ocuparé de todo; Yo te consolaré, te libraré y te guiaré. Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) 

Día 9 Ruega siempre con esta disposición de abandono y tendrás gran paz y grandes frutos, incluso cuando yo te concediera la Gracia de la Inmolación de Reparación y de Amor, que conlleva el sufrimiento. ¿Te parece imposible? Cierra los ojos y di Con Toda El Alma: “Jesús, ocúpate Tú de ello”. No temas, Me ocuparé de ello y bendecirás Mi Nombre humillándote. ¡ Mil plegarias no valen lo que Un Solo Acto de Abandono Vale: recuérdalo bien ! No hay novena más eficaz que esta: Oh Jesús, yo me rindo a Ti, me abandono en Ti, ¡ocúpate de todo! (Repítelo 10 veces) María, Madre mía, soy tuyo ahora y siempre. A través de ti y contigo, siempre quiero pertenecer completamente a Jesús. Amén


El Padre Dolindo Ruotolo fue un sacerdote napolitano (1882-1970), místico y “portavoz del Espíritu Santo”. El padre Dolindo tuvo una extraordinaria comunicación con Jesús a lo largo de su vida heroica, una vida totalmente dedicada a Dios y a la Santa Madre María. Se refirió a sí mismo como “el viejito de Nuestra Señora” y el Rosario era su compañero constante. Como se puede ver en esta novena, mucho de lo que nuestro Señor quiere va más allá de la normal inclinación humana y la razón. Sólo podemos ascender a este nivel de pensamiento a través de la gracia de Dios y la ayuda del Espíritu Santo. Debemos dejar de lado nuestros problemas, dejar de preocuparnos y tratar de resolverlos por nosotros mismos. Debemos creer, confiar y permitir que nuestro Señor nos rescate de nosotros mismos y atienda nuestros deseos, necesidades y resuelva nuestros problemas como sólo Él puede y de acuerdo a Su Divina Voluntad. Jesús, ocúpate Tú de ello, deben ser siempre las primeras palabras que nos vengan a la mente y fluyan de nuestros labios. Después de todo, hemos intentado hacer muchas cosas a nuestra manera y veamos a lo que esto nos ha conducido! Simplemente haz lo que dice la oración, abramos nuestros corazones y mentes en amor y cerremos nuestros ojos en confianza y pídele a Jesús que Él se encargue de todo. ¡ ÉL LO HARÁ !






















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