Evangelio según San Lucas 7,19-23.
los envió a decir al Señor: "¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?". |
Cuando se presentaron ante él, le dijeron: "Juan el Bautista nos envía a preguntarte: '¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?'". |
En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. |
Entonces respondió a los enviados: "Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. |
¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!". |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
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San Hilario (c. 315-367) |
«Dichoso el que no se sienta defraudado por mí»
Juan, al enviar a sus discípulos a Jesús se preocupó de la ignorancia de éstos, no de la suya propia, porque él mismo había proclamado que alguno vendría para la remisión de los pecados. Pero para hacerles saber que no había proclamado a ningún otro que Jesús, envió a sus discípulos a que vieran sus obras a fin de que ellas dieran autoridad a su anuncio y que no esperaran a ningún otro Cristo fuera de aquél que sus mismas obras había dado testimonio de él. |
Y puesto que el Señor se había revelado enteramente a través de sus acciones milagrosas, dando la vista a los ciegos, el andar a los cojos, la curación a los leprosos, el oído a los sordos, la vida a los muertos, la instrucción a los pobres, dijo: «Dichoso el que no se sienta defraudado por mí». ¿Acaso Cristo había ya hecho algún acto que pudiera escandalizar a Juan? Bien seguro que no. En efecto, se mantenía en su propia línea de enseñanza y de acción. Pero es preciso estudiar el alcance y el carácter específico de lo que dice el Señor: que la Buena Nueva es recibida por los pobres. Se trata de los que habrán perdido su vida, que habrán tomado su cruz y le habrán seguido (Lc 14,27), que llegarán a ser humildes de corazón y para los cuales está preparado el Reino de los cielos (Mt 11,29; 25,34). Y porque el conjunto de sus sufrimientos iba a converger en los del Señor y su cruz iba a ser un escándalo para un gran número de ellos, declaró dichoso a aquellos cuya fe no sucumbiría a ninguna tentación a causa de su cruz, su muerte, su sepultura (EDD) |
Oración
¡Señor y Dios mío, seas siempre bendito y alabado Jesús Sacramentado!, en Tu presencia estoy, Señor de Señores, como un hermano delante de su Hermano como un amigo ante otro Amigo, estréchame con el lazo de tu divino Amor y dame una parte de tu bendita gracia.
Oh Jesús Manso Cordero de Dios, que estás presente, vivo, glorioso y resucitado en la Eucaristía, la cual veneramos y alabamos, ten piedad de mis pecados y perdóname, dame el Alimento Espiritual de tu Cuerpo y Sangre, sé Tu mi defensa inexpugnable contra todos mis enemigos, líbrame de todos los males que me rodean y ayúdame a superar todos los infortunios y adversidades, concédeme tu bondad y quédate a mi lado.
(esperanzamutua)
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