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viernes, 16 de diciembre de 2022

«Lo que se acepta nos cambia el sentido de la vida... y desaparece el problema en un 80%»


Alimbau suele repetir que "sufrimos mucho porque ambicionamos mucho. Cuando dejes de desear, de ambicionar tanto, entonces lo entenderás todo…. vivirás más feliz". Sufrimiento, dolor, adversidad, enfermedad, felicidad, paz, Dios… de todo ello habla en esta entrevista

 

El sacerdote catalán J. M. Alimbau tiene ya 91 años pero sigue incombustible, trabajando cada día ocho o diez horas, siempre de buen humor, con una actitud vital positiva y con una confianza plena de que Dios le cuida y le proveé de lo necesario. Y todo ello a pesar de no haber tenido una vida fácil, con grandes enfermedades que le han acompañado a lo largo de su vida. De joven decidió poner buena cara al mal tiempo, y esa máxima de vida le ha ayudado a sortear los innumerables contratiempos que ha tenido que sufrir. Todo ese aprendizaje lo vuelca en su libros. También en este último: Dios convierte los males en bienes (VozdePapel). 

Mossèn Alimbau suele repetir que "sufrimos mucho porque ambicionamos mucho". Él nos da la solución: "Cuando dejes de desear, de ambicionar tanto, entonces lo entenderás todo…. vivirás más feliz".

Sufrimiento, dolor, adversidad, enfermedad, felicidad, paz, Dios… de todo ello nos habla J.M. Alimbau en esta entrevista.

- Josep Maria, el título de su último libro es muy llamativo: Dios convierte los males en bienes. ¿Por qué ha elegido este título?

- En la carátula del libro dice: "Dios convierte los males en bienes. ¡Vosotros maquinasteis un mal contra mí, pero Dios trocó aquel designio en… bien!". Porque, tanto la Biblia como en todas las páginas del Evangelio de Jesús, de la Pasión... están repletas, desde las parábolas, desde los milagros, de los hechos, de las enseñanzas... de la misma vida de Jesús. Se levanta un monumento gigantesco e insigne de los sufrimientos, de los males, del dolor, se erige el monumento sublime, los convierte y trasciende. Que al fin y acabo es la historia de la Salvación.

»Es puro cristianismo. Se nos revela que es la Cruz, con la que fuimos redimidos, en cumplimiento de la Voluntad del Padre: "Hágase tú Voluntad en la Tierra como en el Cielo".

»"¿O piensas –nos dice Jesús– que no puedo invocar a mi padre, y pondría a mi disposición más de doce legiones de ángeles?". (Una legión contaba 6.000 soldados y 120 de caballería). "El Cáliz que me ha dado el Padre, ¿no lo he de beber? ¿Cómo pues, se cumplirán las escrituras, según las cuales, es menester que así acontezca?" (Jesús a Pedro. Getsemaní. Mt 26, 50-54).

- El mensaje cristiano, ¿puede ser una respuesta a la cuestión del mal?

- Sí, fue la historia de toda la vida de José. Empieza tirado en un pozo de un desierto, preso y secuestrado por sus hermanos y vendido como esclavo de Potifar, que era un oficial de la corte egipcia y jefe de la guardia de corps del faraón. Según el Génesis, Potifar fue el dueño de José cuando este fue vendido y era un hombre rico.

»Es la respuesta que Jesús nos da con hechos de vida: que sin Cruz, sin Pasión, sin sufrimiento, sin muerte… no hay vida eterna.

- En su libro habla de que tenemos que aprender a aceptar las adversidades que nos llegan. "Todo lo que se acepta cambia de sentido y desaparece el problema en un 80%…".

- Arthur Schopenhauer fue un filósofo alemán, considerado uno de los más grandes y brillantes del siglo XIX. Resalto su frase más célebre y citada muchas veces: "Lo que se acepta —se asume, se acoge— nos cambia el sentido de la vida, del dolor y nos lo disminuye, un… 80 %".

»Por ello quiero insistir en este mensaje de que es muy importante saber aceptar lo adverso, difícil, complicado... al estilo de Schopenhauer, para poder llevar una vida soportable y mejor.

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- En otro capítulo señala que "sufrimos mucho porque ambicionamos mucho".

- Un sabio dejó escrito: "Cuando dejes de desear, de ambicionar tanto, entonces lo entenderás todo…. vivirás más feliz". Lo material en un tiempo no tendrá el valor que pensábamos en sus momentos cruciales.

- También cita al beato Padre Aníbal di Francia que solía decir: "Sin adversidad ni contrariedad… es un día perdido" y convirtió un mal… en un bien.

- El Padre Aníbal di Francia quiso ser luz, como Cristo. Maestro de la sonrisa, del buen humor y de la alegría. De la tristeza supo pasar a la alegría, a ser luz. De un rostro preocupado y serio a un aspecto físico lleno de paz y de sonrisa de luz.

»Una persona puede ser angustiosa, estar preocupada y cambiarlo por un talante alegre, pacifico, lleno de gozo y de luz. Ser luz. Porque en la adversidad y en la contrariedad se ve la virtud que hay dentro de la persona.

»El Padre Aníbal di Francia tenía un exquisito sentido de la justicia. Practicó de manera singular y ejemplar la virtud de la justicia, algo tan difícil para alguien que tuvo que llevar a cabo iniciativas muy costosas, con medios desproporcionados para los grandes fines propuestos. Hizo todo para respetar los compromisos asumidos, para no abusar de la confianza de los demás. En ningún caso, bajo ninguna circunstancia, faltó a los deberes de la virtud de la justicia, con nadie.

- Afirma que "el amor propio causa muchos sufrimientos"...

- "Haz bien y no mires a quién". El amor propio se opone a aquello que beneficia a los demás, a los más necesitados.

»"Entiende que el amor propio te daña más que ninguna cosa del mundo" (Imitación de Cristo, T. de Kempis).

»La escritora y socióloga Concepción Arenal también abundaba en la misma idea: "Sustituir el amor propio por el amor a los demás... es cambiar un insufrible, tirano... por un buen amigo".

- Josep Maria cuentas en Dios convierte los males en bienes (VozdePapel) la historia del compositor Haendel, que a los 56 años se sentía acabado, deprimido, cansado y sin ganas de componer, pero algo le ocurrió para que a los pocos días pudiera ponerse a componer el famosísimo El Mesías de Haendel, mundialmente conocido.

Dios Convierte los Males en Bienes es el título del libro basado en la frase de José Virrey de Egipto, (GÉN. 50,20): "¡Vosotros maquinasteis un MAL contra mí, pero Dios trocó, mudó, aquel designo en… BIEN!".

»Hay que obrar bien, con alegría, es un doble bien para todos.

»"Sólo es posible hacer bien haciéndonos amar" (San Francisco Javier).

- Josep Maria en su libro, se hace eco del "secreto" que tenía el cardenal Mercier, de la santidad y la felicidad: ¿Cuál es?

- "Voy a revelaros un secreto de santidad y de felicidad: si cada día, durante 5 minutos, dejáis tranquila vuestra imaginación, cerráis los ojos, a todas las cosas de los sentidos y vuestros oídos, a todas las voces de la tierra... Si os retiráis al santuario de vuestra alma bautizada y decís: '¡Te adoro Espíritu Santo! Ilumíname, guíame, fortaléceme... consuélame; dime lo que debo hacer y ayúdame a realizarlo; me someto a todo cuánto permitas que me ocurra y muéstrame tu voluntad!'".

»Citando la frase del Génesis: "Si el Señor quiere trocar aquel mal en bien es que nos invita a ser sujetos activos y tomar a cargo nuestro caso, con todas nuestras fuerzas y talentos, para sacar todo el bien posible del mal" (Cardenal Veuillot).

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El sacerdote catalán, y autor del libro, tiene ya 91 años pero sigue incombustible.

- El estrés y la depresión se han extendido por todo el mundo civilizado, causando auténticos estragos. Usted señala que hay que "cambiar la manera de pensar, de reflexionar, de la manera de vivir… para que cambie nuestra manera de vivir"…

- El "hagis quod hagis". Haz bien todo aquello que tengas entre tus manos.

»El gran Pasteur afirmaba: "Me parecería que había cometido un robo, si hubiese pasado un sólo día sin trabajar, sin esforzarse".

- Josep Maria, usted sabe lo que es la enfermedad, el sufrimiento y el dolor por experiencia propia, de niño padeció acetona y de joven cogió un tifus a los 18 años. Tuvo una infiltración pulmonar. Pasó por el quirófano doce veces: amígdalas, lipomas, una hemorragia... Con una transfusión de sangre le transmitieron una enfermedad que le ha durado cincuenta años. Padece de diabetes, del corazón y de riñón. Ha tenido un derrame pleural. También cáncer de colon. Le han extraído la vejiga y fue dos veces operado de hernias inguinales, así como intervenciones en los ojos por cataratas. Neumonías y, por último, el coronavirus con 90 años… y, sin embargo, es usted un hombre jovial, vitalista y alegre. La depresión y la angustia no ha hecho mella en su vida. Es un hombre feliz. ¿Cómo lo ha conseguido?

- Toda la felicidad que he conseguido ha sido con FE y ESPERANZA en Cristo Jesús. Como decía el gran escritor francés Fr. Mauriac: "Un cristiano no se adhiere a su fe, porque sea agradable, sino porque es verdadera".

- Mossèn Alimbau, en su atalaya vital de los 91 años, ¿cómo se prepara para la muerte?

- Viviendo la vida al cien por cien cada día, que es lo mejor que tenemos.

Álex Rosal,ReL

Vea también    El problema del mal y del sufrimiento
- San Juan Pablo II























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