(en el Perú celebramos la Solemnidad de Epifanía hoy)
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Primera Lectura
Isaías 60:1-6
1¡Arriba, resplandece, que
ha llegado tu luz, y la gloria de Yahveh sobre ti ha amanecido!2Pues mira cómo la
oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti amanece
Yahveh y su gloria sobre ti aparece.3Caminarán las naciones a
tu luz, y los reyes al resplandor de tu alborada.4Alza los ojos en torno y
mira: todos se reúnen y vienen a ti. Tus hijos vienen de lejos, y tus hijas son
llevadas en brazos.5Tú entonces al verlo te
pondrás radiante, se estremecerá y se ensanchará tu corazón, porque vendrán a
ti los tesoros del mar, las riquezas de las naciones vendrán a ti.6Un sin fin de camellos te
cubrirá, jóvenes dromedarios de Madián y Efá. Todos ellos de Sabá vienen
portadores de oro e incienso y pregonando alabanzas a Yahveh.
Salmo 72:1-2, 7-8,
10-13
1De Salomón. Oh Dios, da
al rey tu juicio, al hijo de rey tu justicia:2que con justicia gobierne
a tu pueblo, con equidad a tus humildes.7En sus días florecerá la
justicia, y dilatada paz hasta que no haya luna;8dominará de mar a mar,
desde el Río hasta los confines de la tierra.10los reyes de Tarsis y las
islas traerán tributo. Los reyes de Sabá y de Seba pagarán impuestos;11todos los reyes se
postrarán ante él, le servirán todas las naciones.12Porque él librará al
pobre suplicante, al desdichado y al que nadie ampara;13se apiadará del débil y
del pobre, el alma de los pobres salvará.
Efesios 3:2-3, 5-6
2si es que conocéis la
misión de la gracia que Dios me concedió en orden a vosotros:3 cómo me fue comunicado
por una revelación el conocimiento del Misterio, tal como brevemente acabo de
exponeros. 5Misterio que en generaciones pasadas no fue
dado a conocer a los hombres, como ha sido ahora revelado a sus santos
apóstoles y profetas por el Espíritu: 6que los gentiles sois
coherederos, miembros del mismo Cuerpo y partícipes de la misma Promesa en
Cristo Jesús por medio del Evangelio,
Mateo 2:1-12
1Nacido Jesús en Belén de
Judea, en tiempo del rey Herodes, unos magos que venían del Oriente se
presentaron en Jerusalén,2diciendo: «¿Dónde está el
Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos
venido a adorarle.»3En oyéndolo, el rey
Herodes se sobresaltó y con él toda Jerusalén.4Convocó a todos los sumos
sacerdotes y escribas del pueblo, y por ellos se estuvo informando del lugar
donde había de nacer el Cristo.5Ellos le dijeron: «En
Belén de Judea, porque así está escrito por medio del profeta:6Y tú, Belén, tierra de
Judá, no eres, no, la menor entre los principales clanes de Judá; porque de ti
saldrá un caudillo que apacentará a mi pueblo Israel.»7Entonces Herodes llamó
aparte a los magos y por sus datos precisó el tiempo de la aparición de la
estrella.8Después, enviándolos a
Belén, les dijo: «Id e indagad cuidadosamente sobre ese niño; y cuando le
encontréis, comunicádmelo, para ir también yo a adorarle.»9Ellos, después de oír al
rey, se pusieron en camino, y he aquí que la estrella que habían visto en el
Oriente iba delante de ellos, hasta que llegó y se detuvo encima del lugar
donde estaba el niño.10Al ver la estrella se
llenaron de inmensa alegría.11Entraron en la casa;
vieron al niño con María su madre y, postrándose, le adoraron; abrieron luego
sus cofres y le ofrecieron dones de oro, incienso y mirra.12Y, avisados en sueños que
no volvieran donde Herodes, se retiraron a su país por otro camino.
Comentario
Seguimos en pleno ciclo de Adviento y de Navidad, ciclo que concluye con la fiesta del Bautismo del Señor. Hoy la Iglesia celebra la fiesta de la Epifanía. Esta estrella, que guió a los magos hasta Cristo, es signo de que la salvación no es sólo para los judíos, sino también para todos los seres humanos. En la adoración de los magos se cumple la profecía de Isaías, que escucharemos en la primera lectura: “la gloria del Señor”, que amanece sobre Jerusalén, es también para que todos los pueblos caminen a su luz. Esta luz, que ilumina a todo hombre que viene a este mundo (Jn 1,9), es Cristo, el Señor.
Hemos celebrado el adviento, hemos celebrado la fiesta de Navidad y ahora celebramos la Epifanía. Todo es lo mismo: adviento, o sea, venida; navidad, o sea, aparición; epifanía, o sea, manifestación. El Señor Jesús viene para manifestarnos quién es el Padre, para darnos a conocer con mayor seguridad que este Dios clemente y misericordioso del que hablaba Israel es un Dios cercano, que nos ama como no se puede amar más. La lógica respuesta a este anuncio es ponernos en camino, como los magos, para encontrar al Señor Jesús y para darlo a conocer a todas las personas con las que nos encontremos.
Oración
Señor Dios, que en este día manifestaste a tu Unigénito a las naciones, guiándolas por la estrella, concede a los que ya te conocemos por la fe, que lleguemos a contemplar la hermosura de tu excelsa gloria. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
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