Evangelio según San Mateo 12,14-21.
En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él. |
Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos. |
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer, |
para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías: |
Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. |
No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas. |
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; |
y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre. |
Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.
Filomeno de Mabboug (¿-c. 523) |
No clamará, no gritará
Nuestro Señor no ha sido comparado con un león cuando fue conducido a la muerte... Como un cordero, una oveja, guardaba silencio cuando fue llevado a su Pasión y a la muerte: "Callaba como una oveja delante del esquilador. No abrió la boca" en su humillación (Is 53,7)... |
De pie delante del juez e interrogado, él, el Maestro y doctor de toda sabiduría, no responde..., con el fin de cumplir esta palabra: "Fue llevado al matadero como un cordero" (Is 53,7). Lo llevan maltratado de un lugar a otro, se lo llevan de un lugar a otro, de un juez a otro como si fuera mudo. Delante de Anás, se calla (Jn 18,13); |
Aunque se le ruega, no habla. Interrogado por Pilatos, guarda silencio; y hasta que le preguntaron: "¿Eres el rey de Judíos?" (Jn 18,33) no responde. Lo condujeron entonces a Herodes que le interrogó para ver y escuchar de su boca cosas extraordinarias y para tentarlo (Lc 23, 8s): allí todavía, guardó silencio, no habló, no respondió a su interrogador. Le vimos como un loco que no sabe nada, como un insensato que no tiene respuesta. Sus enemigos pensaron lo que quisieron, pero él no abandonó la inocencia del cordero. (EED) |
Oración
Oh Cristo, yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que viniste a este mundo. Aumenta nuestra fe. Tú eres mi Señor y mi Dios. Enséñame a orar. Oh Cristo, yo quisiera decirte al mismo tiempo: Apártate de mí, que soy un pecador; y decirte también: ¿A quién iré, si solo Tú tienes palabra de vida? Hijo de David, ten compasión de mí...
(padrerafaelgarciaherreros.com)
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