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sábado, 16 de julio de 2022

Evangelio del día


 

Evangelio según San Mateo 12,14-21.

En seguida los fariseos salieron y se confabularon para buscar la forma de acabar con él.
Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos.
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer,
para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:
Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones.
No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia;
y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.



Bulle

Filomeno de Mabboug (¿-c. 523)
obispo de Siria
Homilía n° 5 sobre la sencillez, 137-139


No clamará, no gritará

Nuestro Señor no ha sido comparado con un león cuando fue conducido a la muerte... Como un cordero, una oveja, guardaba silencio cuando fue llevado a su Pasión y a la muerte: "Callaba como una oveja delante del esquilador. No abrió la boca" en su humillación (Is 53,7)...
De pie delante del juez e interrogado, él, el Maestro y doctor de toda sabiduría, no responde..., con el fin de cumplir esta palabra: "Fue llevado al matadero como un cordero" (Is 53,7). Lo llevan maltratado de un lugar a otro, se lo llevan de un lugar a otro, de un juez a otro como si fuera mudo. Delante de Anás, se calla (Jn 18,13);
Aunque se le ruega, no habla. Interrogado por Pilatos, guarda silencio; y hasta que le preguntaron: "¿Eres el rey de Judíos?" (Jn 18,33) no responde. Lo condujeron entonces a Herodes que le interrogó para ver y escuchar de su boca cosas extraordinarias y para tentarlo (Lc 23, 8s): allí todavía, guardó silencio, no habló, no respondió a su interrogador. Le vimos como un loco que no sabe nada, como un insensato que no tiene respuesta. Sus enemigos pensaron lo que quisieron, pero él no abandonó la inocencia del cordero. (EED)

Oración

Oh Cristo, yo creo que Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios que viniste a este mundo. Aumenta nuestra fe. Tú eres mi Señor y mi Dios. Enséñame a orar. Oh Cristo, yo quisiera decirte al mismo tiempo: Apártate de mí, que soy un pecador; y decirte también: ¿A quién iré, si solo Tú tienes palabra de vida? Hijo de David, ten compasión de mí...

(padrerafaelgarciaherreros.com)
























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