Tres almacenes de Cáritas-Spes Ucrania resultaron destruidos el pasado 19 de septiembre durante un bombardeo ruso con drones sobre una zona de naves industriales en Lviv (Leópolis). Cáritas confirma que ninguno de sus colaboradores ha resultado herido, si bien el ataque se ha saldado con al menos una víctima mortal en la ciudad, según comunicó el alcalde Andriy Sadovi.
Los responsables de Cáritas lamentan el daño producido sobre los almacenes de 10.000 metros cuadrados, con las consiguientes pérdidas materiales de material asistencial.
Según el portal de la filial católica en Ucrania, fueron destruidos 33 palés de alimentos, 10 de kits de higiene y comida en conserva y otros 10 de generadores y ropa, en total unas 300 toneladas de artículos humanitarios. Los vehículos no resultaron dañados.
Vyacheslav Grynevych, director de Cáritas-Spes Ucrania (la Cáritas de rito latino, más pequeña que la grecocatólica en el país), lamentó la destrucción en un comunicado donde mostraba su deseo de "continuar trabajando": "Todo lo demás se puede reconstruir, pero nuestras vidas son más importantes. Intentaremos reorganizar la logística humanitaria".
Entrevistado por Vatican News, el sacerdote hizo saber que la ayuda humanitaria perdida procedía de toda Europa y estaba destinada principalmente a la temporada de invierno: "Ahora tenemos que reorganizar nuestro sistema, que hasta ahora había funcionado muy bien. Gracias a Dios, todos nuestros empleados y voluntarios están a salvo".
Hay que recordar que en marzo de 2022 un tanque ruso disparó contra Cáritas Mariupol (instalaciones bien señaladas con su logotipo de la cruz) matando a dos trabajadoras y 5 familiares que se refugiaban allí. Cáritas pudo confirmarlo en abril de ese año.
El cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, expresó su "dolor" por la destrucción del almacén y su ayuda humanitaria.
Actualmente, Krajewski se encuentra en Ucrania con motivo de la inauguración de un hogar de acogida para mujeres y niños, la "Casa del Riparo", con la que ha contribuido el Papa Francisco y otros donantes.
"Esta casa fue construida durante el conflicto [de Rusia y Ucrania] para apoyar a las numerosas personas que huyeron de los lugares bombardeados" y que, al no querer abandonar el país, buscaron refugio en Lviv. "Las madres solas con sus hijos y las mujeres sin hogar encontrarán allí hospitalidad en habitaciones adecuadamente preparadas. También se ha previsto un comedor para los pobres dentro de estas instalaciones, con el fin de proporcionarles una comida caliente y un lugar de acogida", informa un comunicado del Dicasterio para el Servicio de la Caridad.
Krajewski también tiene previsto visitar las distintas comunidades que acogen a los refugiados y dar las gracias "a todos los voluntarios y a todos aquellos que ayudan a la población sufriente y necesitada, lejos de sus hogares".
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 . Lea más abajo cómo Cáritas ayuda a miles de niños ucranianos traumatizados por la guerra.
Empieza el curso en Ucrania para niños traumatizados por la guerra: Cáritas sabe cómo actuar
Niñas ucranianas de campamento veraniego con Cáritas -
ahora hay que volver al colegio, pese a la guerra
A veces, simplemente, su escuela ya no existe: según las autoridades ucranianas 225 escuelas han sido completamente destruidas por las bombas rusas, y 2.200 instalaciones educativas han resultado dañadas. Una onda expansiva que rompe docenas de ventanas y llena de peligrosos cristales los pasillos no destruye el edificio, pero requiere reparaciones antes de poder volver a usarlo, y no siempre es posible ponerse a ello.
La guerra en Ucrania supera ya los 6 meses, acumulando 5.600 civiles muertos y otros 7.900 heridos, según datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (que deja sin contabilizar zonas enteras). Un 20% del territorio ucraniano ha sido ocupado por tropas rusas o milicias pro-rusas. Un frente enorme, de 2.400 kilómetros, con bombardeos diarios y duelos artilleros, coexiste con una retaguardia de millones de desplazados, entre ellos los niños que tienen que empezar las clases este 1 de septiembre en circunstancias más que extrañas. Maestros y familias tratan de recrear la máxima normalidad.
Unos 900.000 niños ucranianos van a empezar el curso en países extranjeros, con currículos absolutamente ajenos y en otros idiomas, incluso en otros alfabetos. Otros cientos de miles estudiarán en su país, pero no en su ciudad, desplazados a otras regiones lejos del frente.
Desde 2017, con los niños ucranianos en zonas bombardeadas
¿Cómo es la salud psíquica de los niños que han huido de bombardeos y se ubican en lugares extraños para recibir clases, quizá con sus padres en el frente?
Cáritas Ucrania tiene experiencia con niños así desde 2017, cuando estalló la violencia con milicias pro-rusas en zonas de Lugansk y Donetsk. Cáritas trabajó ya entonces con niños en 17 asentamientos en zonas "de amortiguamiento" (con el frente cerca, entre medio kilómetro y 12 kilómetros).
En esos años de disparos y combates previos a la invasión rusa, casi 3.400 niños pasaron por sus actividades de apoyo psicosocial, con consultas individuales, grupos de apoyo y atención, y un programa de "Espacio Seguro" con 7 bloques:
- restablecer contacto (con el sistema educativo),
- estudio de necesidades de los niños,
- manejo de reacciones,
- actividades positivas,
- pensamiento positivo,
- resolución de conflictos,
- campamentos veraniegos.
A los programas de Cáritas para formarse en el apoyo psicosocial a los niños participaron 550 padres y 210 maestros. Los padres aprendieron sobre crianza positiva, resolución de conflictos y estrategias para enfrentarse a las dificultades. Además, aprendieron a evaluar el estado emocional de sus hijos, brindarles apoyo y restablecer relaciones de confianza con ellos.
A los profesores se les formó en autoayuda, contrarrestar y prevenir el desgaste emocional, y adquirir habilidades y conocimientos básicos que ayuden a superar el estrés en estas circunstancias extremas. Los maestros recibieron supervisión individual y grupal, así como también participaron en la capacitación de "Espacio seguro" para maestros.
El equipo de Cáritas Kolomiya aprovechó el verano para ir a rezar con su director, el padre Sergiy Tryfyak, al santuario mariano ucraniano de Zarvanitsya. Trabajo no les falta.
El maletín escolar: la experiencia de empezar algo nuevo
Desde 2017, "Caritas de Ucrania" también ha implementado el proyecto "Maletín escolar". Cada año se distribuyeron entre 250 y 300 maletines llenos de papelería y otros útiles escolares a los niños de la zona de amortiguamiento en el este de Ucrania. Eso da siempre al niño la sensación de que empieza algo nuevo y esperanzador.
Y luego llegó el coronavirus, que obligó a aplicar todo lo aprendido y buscar formas más flexibles de implementarlo.
Ahora empieza el nuevo curso, y Cáritas quiere llegar con su apoyo psicosocial a 7.200 niños, 1.800 padres y 180 profesores en las zonas golpeadas por la guerra.
"Anteriormente, trabajábamos en pequeñas comunidades rurales donde había entre 80 y 100 estudiantes en las escuelas. Ahora es algo distinto, participan instituciones educativas de las regiones de Ternopil, Odesa y Jmelnitskyi, donde estudian 400 o más alumnos en cada una", señala Mariana Martynenko, gerente del proyecto de apoyo psicosocial para niños de Caritas Ucrania.
Cáritas Ucrania crea este año 18 nuevos espacios en escuelas. Las salas contarán con todo lo necesario para que niños, padres y profesores se sientan cómodos y seguros. Contarán con eventos presenciales (clases sobre resistencia al estrés, capacitación para el desarrollo de habilidades blandas, mecanismos de afrontamiento positivo, consultas psicológicas) y una plataforma on line de apoyo.
Más habilidades psicológicas para maestros
Las clases estarán a cargo de pedagogos sociales y psicólogos que recibirán capacitación especializada de formadores de la Universidad Nacional "Kyiv-Mohyla Academy" (NAUKMA). El proyecto “Maletín Escolar” continuará brindando a quienes más lo necesitan material de oficina y otros materiales necesarios para la educación.
"Entendemos que los educadores enfrentan muchas tareas relacionadas con el conocimiento en el campo de la psicología, por lo tanto, el proyecto incluirá medidas educativas para aumentar el nivel de competencia psicológica de los maestros y el uso de un enfoque moderno basado en la ciencia para brindar asistencia psicológica a todos los participantes de el proceso educativo que han vivido eventos psicotraumáticos a causa de la guerra", señala Maryna Martynenko.
Caritas Ucrania resume así sus aportaciones en ayuda tras 6 meses de guerra:
- 2,2 millones de actuaciones
- 440.000 kits de higiene
- 153.000 equipos de agua potable
- 94.000 juegos de ropa de cama
- 72.000 plazas de albergue temporal
- 31.000 subvenciones en efectivo
- 33.000 botiquines y paquetes de medicamentos básicos
- 119.000 servicios de apoyo psicosocial (para todas las edades)
Para ayudar a las víctimas de la guerra en Ucrania, Cáritas Española ha abierto la cuenta Caixabank ES31 2100 5731 7502 0026 6218 . Tras 6 meses de guerra y con millones de desplazados, las necesidades se acumulan.
P.J.G., ReL
Vea también Prueba y miseria, vulnerabilidad de la Familia - Papa Francisco
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