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sábado, 16 de diciembre de 2023

Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos: para que vean lo que están perdiendo

 Aquí podemos ofrecer sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa

Soy feliz al unir al Sacrificio de Jesús, el sacrificio de mi pobre vida.

San Pascual Baylón no podía ir a la Iglesia para asistir a todas las Misas que hubiera deseado, porque tenía que llevar a pastar a las ovejas. Así pues, cada vez que oía las campanas de la Iglesia dar la llamada a Misa, se arrodillaba en el pasto entre las ovejas, frente a una cruz de madera que él había hecho, y de esa manera podía aunque fuera de lejos, seguir al sacerdote en el ofrecimiento del Sacrificio Divino. Qué Santo tan amante, verdadero Serafín de amor hacia la Eucaristía. Sobre su lecho de muerte, oyó la campana para la Misa, y sacó fuerza para susurrar a sus hermanos: "Soy feliz al unir al Sacrificio de Jesús, el sacrificio de mi pobre vida." Y murió a la hora de la Consagración de la Santa Misa.

Los Ángeles les hacen guardia y los trasladan a los cielos.

Y otro me contó también, ya no como sabida de tercero, sino que fue digno de ver y oír él mismo, cómo a los que están por salir de este mundo, si con pura conciencia han participado de los divinos misterios, los Ángeles les hacen guardia y, una vez que han expirado, por reverencia de Aquel que en el Sacramento recibieron, los trasladan de aquí a los cielos.

San Juan Crisóstomo
El sacerdocio, Ed. apostolado mariano
Sevilla, 1990, p. 110


Una muchedumbre de Ángeles rodeaban el altar.

Yo oí referir a uno que lo había oído de un anciano venerable, que tenía la gracia de recibir frecuentes revelaciones, cómo una vez se le concedió tener una revelación sobre esto. Vio, en un instante, al tiempo del sacrificio, una muchedumbre de Ángeles, vestidos de ropas resplandecientes, que rodeaban el altar e inclinaban sus cabezas como si fueran soldados que están en presencia del Emperador. Y no tengo dificultad en creerlo.

San Juan Crisóstomo
El sacerdocio, Ed. apostolado mariano
Sevilla, 1990, p. 110

La Comunión diaria.

Es muy cierto, no somos dignos de tal regalo. Sin embargo, acercarse al Santísimo Sacramento en un estado de pecado mortal es una cosa, y ser indigno es otra muy distinta. Todos nosotros somos indignos, pero es Él quien nos invita. Él es quien lo desea. Vamos y humillémonos delante de Él y recibámoslo con un corazón contrito y lleno de amor.

San Pío de Pietrelcina


¡Comulguemos con frecuencia!

Si las almas no se acercan con frecuencia al fuego eucarístico, permanecen frías, sin aliento, tibias, sin méritos. Y ¿qué consuelo puede recibir Jesús de esas almas que no tienen la fuerza de volar sobre todo lo creado?

San Pío de Pietrelcina

María es mujer eucarística con toda su vida.

La relación de María con la Eucaristía se puede delinear indirectamente a partir de su actitud interior. María es mujer eucarística con toda su vida. La Iglesia, tomando a María como modelo, ha de imitarla también en su relación con este santísimo Misterio.

San Juan Pablo II
Ecclesia de Eucharistia

Comulgad con hambre, aunque estéis helados.

Comulgad con hambre, aunque estéis helados, aunque la emotividad no responda: comulgad con fe, con esperanza, con encendida caridad.

San Josémaría Escrivá de Balaguer





Apostolado de la Santa Misa Diaria













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