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viernes, 15 de diciembre de 2023

Evangelio del día

Libro de Isaías 48,17-19.

Así habla el Señor, tu redentor, el Santo de Israel: Yo soy el Señor, tu Dios, el que te instruye para tu provecho, el que te guía por el camino que debes seguir.
¡Si tú hubieras atendido a mis mandamientos, tu prosperidad sería como un río y tu justicia, como las olas del mar!
Como la arena sería tu descendencia, como los granos de arena, el fruto de tus entrañas; tu nombre no habría sido extirpado ni borrado de mi presencia. Invitación a salir de Babilonia


Salmo 1,1-2.3.4.6.

¡Feliz el hombre
que no sigue el consejo de los malvados,
ni se detiene en el camino de los pecadores,
ni se sienta en la reunión de los impíos,
sino que se complace en la ley del Señor
y la medita de día y de noche!

El es como un árbol
plantado al borde de las aguas,
que produce fruto a su debido tiempo,
y cuyas hojas nunca se marchitan:
todo lo que haga le saldrá bien.

No sucede así con los malvados:
ellos son como paja que se lleva el viento.
Porque el Señor cuida el camino de los justos,
pero el camino de los malvados termina mal. 


Evangelio según San Mateo 11,16-19.

¿Con quién puedo comparar a esta generación? Se parece a esos muchachos que, sentados en la plaza, gritan a los otros:
'¡Les tocamos la flauta, y ustedes no bailaron! ¡Entonamos cantos fúnebres, y no lloraron!'.
Porque llegó Juan, que no come ni bebe, y ustedes dicen: '¡Ha perdido la cabeza!'.
Llegó el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen: 'Es un glotón y un borracho, amigo de publicanos y pecadores'. Pero la Sabiduría ha quedado justificada por sus obras".


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.

Bulle

Santa Faustina Kowalska (1905-1938)
religiosa
Pequeño diario, 2 (Petit journal: la Miséricorde divine dans mon âme, Parole et Dialogue, 2002), trad. sc©evangelizo.org


Oh mi Dios,
Cuando miro el avenir, me invade el miedo.
Pero, ¿por qué sondear el futuro?
Para mí, sólo el momento presente cuenta,
ya que quizás el avenir no se establecerá en mi alma.
El tiempo pasado no está más en mi poder
para corregirlo, corregir o agregar.
Ni los sabios, ni los profetas, han podido hacerlo.
Entonces, tengo que entregar a Dios el pasado.
En el instante presente, me perteneces entero.
Deseo aprender de ti, según mis posibilidades,
Soy débil y pequeña,
pero me aportas la gracia de Tu gran poder.
Con confianza en tu misericordia,
avanzo en la vida como un niño pequeño
y cada día Te ofrezco el sacrificio de mi corazón,
inflamado de amor por Tu mayor gloria. (EDD)

Oración

(rece la oración de santa Faustina)




















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