Diciembre siempre trae la ilusión de las festividades que acercan a la familia, sin embargo, no todo resulta ser felicidad, ¿qué podemos hacer para mejorar?
Casi a todos les gusta el último mes de año. Diciembre es sinónimo de fiesta, reunión familiar, unión y concordia. Sin embargo, a veces no todo resulta ser tan hermoso como parece, pues también para mucha gente significa recordar a personas que ya se fueron o situaciones dolorosas que marcaron estas fechas negativamente. ¿Qué hacer, entonces, para que sea una Navidad feliz?
1
RECORDAR AL FESTEJADO
La Navidad es la fiesta que nos recuerda el nacimiento del Salvador del mundo, que, históricamente, llegó al mundo hace 2023 años. Por eso, olvidarnos de Él es omitir al festejado para dar paso a celebraciones mundanas y, en ocasiones, hasta ofensivas, pues terminan en comilonas y borracheras que solo pueden dejar amargura.
2
HABLAR CON NUESTROS FAMILIARES ALEJADOS
Es el momento de limar asperezas y dejar atrás las viejas rencillas. La paz comienza en el corazón de quien guarda rencor. Pensemos que quizá no tendremos otra oportunidad más adelante de ofrecer una disculpa o un perdón porque la vida pasa y no sabemos cuando se nos pedirán cuentas. Hacer planes para más adelante es casi sinónimo de dejar en el olvido los buenos propósitos, solo para tener la conciencia tranquila, aunque sea momentáneamente.
3
IR A MISA DE NOCHEBUENA Y NAVIDAD
Una Navidad sin Cristo no es Navidad. Ir a la santa Misa del 24 y del 25 de diciembre nos ayudará a centrarnos en el misterio que estaremos viviendo. El nacimiento del Hijo de Dios no es un simple recuerdo, es el cumplimiento de la promesa hecha por Dios a Adán y Eva (Gén 3,15), que nos aseguró que no moriríamos para siempre, sino que Él vendría a rescatarnos de la muerte eterna. Por eso, ir a dar gracias al Señor en la santa Eucaristía, debe ser lo más importante de esta fecha.
4
ARRULLAR AL NIÑO DIOS
Los pequeños de la casa aprenden el Evangelio de manera palpable cuando los llenamos de vivencias que perdurarán en su mente y corazón, y una de ellas es el momento de arrullar al recién nacido cantando canciones de cuna y acostándolo en el pesebre. Es este un bello momento familiar que ayudará a todos a pensar que la fiesta más importante es la que se celebra junto a los seres queridos, alrededor del Hijo de la Virgen María.
5
BENDECIR LA CENA DE NAVIDAD
Otro momento de agradecimiento es cuando nos disponemos a degustar los deliciosos platillos que se han elaborado para esta cena especial, por eso, preparar una oración donde todos puedan participar ayudará a mantener el ambiente de armonía. Y algo más: procurar no excederse con las bebidas alcohólicas, pues su efecto hace perder el control de la voluntad, calentando los ánimos que se encuentran a flor de piel. Seamos parcos y convivamos con amor y alegría.
6
PENSAR EN LAS COSAS BUENAS QUE NOS HAN PASADO
La plática con nuestros invitados puede ser un valioso momento para compartir las experiencias satisfactorias, agradables y felices que hemos pasado en el año y de las cuales estamos agradecidos, incluso si hemos sufrido una pérdida, podemos agradecer por la vida que compartimos con esa persona, por lo que nos ha dejado y que permanecerá siempre con nosotros.
7
ABRAZARNOS Y DESEARNOS FELIZ NAVIDAD
Un abrazo sincero y una felicitación porque el Salvador ha llegado siempre hará feliz al corazón. Seamos generosos y mantengamos a nuestros seres queridos cerca, sobre todo en nuestras oraciones, porque el sentido de esta fecha es dar gracias por la familia, pues hasta el mismo Jesús tuvo una, amemos a nuestros familiares y disfrutemos de su presencia.
Mónica Muñoz, Aleteia
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