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martes, 25 de junio de 2024

La realidad histórica no se puede negar

 



Integrar fácilmente las prácticas religiosas en la vida cotidiana

 

burkina faso  Para los católicos, integrar las prácticas religiosas en nuestras rutinas diarias es una manera fácil de dar profundidad y significado trascendental a nuestra vida cotidiana. Aquí hay algunas maneras de integrar la fe y la rutina:

Comienza con la oración de la mañana

Dar las gracias antes de las comidas es una tradición que todos pueden disfrutar y apreciar. Esta sencilla oración convierte una actividad rutinaria en un momento de conciencia, reconociendo la providencia de Dios. Es un momento rápido para fomentar la gratitud.

Rosario familiar

A algunas familias les gusta rezar el Rosario juntas. Esta práctica no sólo fortalece los lazos familiares, sino que también profundiza su fe colectiva. Desde un punto de vista muy práctico, es una forma de enseñar a los niños que no todos los planes familiares tienen por qué centrarse en la diversión y el juego. También podemos compartir momentos para pensar, contemplar y aprender.

Actos de bondad

Mom-hugging-her-daughter

Incorporar actos aleatorios de bondad en nuestra vida diaria es la manera perfecta de vivir nuestra fe. Pequeños actos como sonreír, decir palabras amables o ayudar a un prójimo demuestran que el amor y la compasión están en el corazón de las enseñanzas católicas, ofreciendo amor y servicio a Dios en nuestra comunidad.

Terminar el día con un momento de reflexión y oración es fundamental. Algunas familias suelen utilizar el Examen , una práctica desarrollada por san Ignacio de Loyola, que consiste en repasar los acontecimientos del día, reconocer la presencia de Dios y pedir perdón por las deficiencias.

Integrar estas prácticas consiste en ser intencional y consciente. Al ser conscientes de las dimensiones espirituales de las acciones cotidianas , los momentos ordinarios se vuelven sagrados.

En un mundo que a menudo avanza a un ritmo frenético, tomarse un momento para infundir fe en las rutinas diarias puede proporcionar un ancla muy necesaria. Este enfoque consciente mantiene viva la fe y hace que la vida cotidiana sea más satisfactoria y significativa para nosotros y nuestros hijos.

20 pequeñas oraciones para rezar con los niños [Galería]

Daniel Esparza,   Aleteia 

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Señales de que el móvil se ha convertido en algo «siniestro» para tus hijos: un consejo «radical»

 Kimberly Ells ha llevado su mensaje antela ONU o Tucker Carlson:
dice que es «dolorosamente obvio»



"Es posible sugerir algo radical e incluso impensable para muchos
padres: no le dé a su hijo un teléfono con Internet. Simplemente no
lo hagan. No esperena que su hijo sea el protagonista de un drama
para protegerlo", señala Kimberly Ells.












Hace años que Kimberly Ells se ha convertido en todo un referente especializado en la salvaguarda de la familia. Dispone de muchas herramientas para ello, ya sean sus apariciones en -ha llegado a ser entrevistada por Tucker Carlson o alertado ante la ONU-, a través de sus libros como La familia invencible o bien desde sus propias redes, web y artículos. Y la advertencia en todas ellas es siempre la misma: "No lo hagas. No les des teléfono a tus hijos".

En uno de sus últimos artículos publicados en Mercatornet, la también madre de tres hijos describe lo que supone para un padre ser consciente de cómo extraños "se acercan, atacan, educan y manipulan" a los propios hijos a través de los teléfonos.

Por su experiencia, se refiere a una de las razones más frecuentes a la hora de dar el teléfono a los hijos: lo que implica no tener móvil. Sin embargo, dice Ells, "los peligros de tenerlo pueden ser mayores. Un móvil no es solo un portal para que el niño acceda al mundo. También es un portal  para que el mundo acceda a tu hijo".

Y aunque "nunca es demasiado tarde" para tomar medidas, el tiempo es oro. Y es que nunca se piensa que el abuso digital, la "desprogramación" o vaciado moral, la captación por el lobby trans, la adicción o incluso la trata puedan afectar a los hijos… hasta que pasa. Como en estos tres casos reales:

Jenna

Como le pasó a Jenna. En su caso, sus padres le dieron un Ipad para hacer las tareas y al principio se preocupaban de que lo usase poco y lo guardase cada noche. Pero cuando se normalizó, Jenna lo usaba cada noche en su habitación, encontrándose contenidos cada vez más "oscuros y perturbadores". "Con el tiempo se volvió más triste e irritable. Su madre le preguntó y en ese momento y ella estaba experimentando pensamientos suicidas", cuenta Ells. La reacción  de los padres se limitó a dos actuaciones: terapia y quitarle el iPad por completo: "Su reacción fue un profundo alivio, porque quitaron la influencia del dispositivo sobre ella".

Nikki-chan

En el caso de Nikki, adolescente, tenía  un teléfono con el que buscaba al principio contenidos inocentes que no dejaron de volverse de contenido erótico. En poco tiempo, Nikki estaba saturada de contenido y peticiones sexuales, incluso de hombres mayores que  se acercaban "digitalmente" a ella, conformándose con la atención que le prestaban. Lo siguiente que hizo fue acceder a una aplicación móvil de citas y reunirse con hombres mayores que ella en encuentros sexuales: "Cuando sus padres se dieron cuenta de la situación, ella estaba a un paso de ser arrastrada hacia el tráfico sexual por un hombre que pretendía estar interesado románticamente en ella".

Olivia

A Olivia le ocurrió algo similar al descargar Snapchat. Solo era para interactuar con amigos, pero pronto se le acercaron extraños, algunos de los cuales le manifestaban sus intenciones y describían actos depravados. Y si ella mostraba sorpresa, sus interlocutores se celebraban ser los responsables de exponer a Olivia a esos mensajes. Desesperada, acudió a su madre y todo terminó cuando le recomendó que parase la conversación, borrase la aplicación y no volviese a descargarla.

Dos reflexiones inapelables

La asesora observa que en los tres casos citados, si los padres no hubiesen permitido a sus hijas tener el dispositivo nada habría ocurrido. Y esto, dice, debe hacer a los padres "preguntarse por qué ponen a los niños en situaciones de las que deban de ser rescatados".

También observa que también es habitual exculpar al teléfono móvil, argumentando que los niños deben prepararse para usarlo responsablemente. ¿Pero están preparados?, se pregunta Ells, "¿o se debe esperar que niñas de 12 años sean capaces de  desenvolverse en situaciones de gran carga sexual con depredadores"?, plantea.

`The invincible family´. 

`The invincible family´ de Kimberly Ells. 

A modo de respuesta, sugiere "algo radical e impensable" para muchos padres: "No les deis un teléfono con acceso libre a Internet. Y no les deis otro dispositivo que proporcione acceso ilimitado. Simplemente, no lo hagáis: no esperéis a que vuestro hijo sea el protagonista de una triste historia como las anteriores, o peor".

Advertencias y señales de alerta

Para Ells, lo descrito forma parte de un fenómeno de "naturaleza extrema" que se puede prevenir prestando atención a algunos indicativos en los hijos, pero también en los padres.

  1. Atención a los cambios

Si la apariencia de su hijo ha cambiado drásticamente y si el cambio va acompañado de una negativa a participar en actividades familiares o resistencia a entablar una conversación, no es algo que deba descartarse a la ligera.

  1. Más teléfono y menos familia

Si la falta de interés en la participación familiar se combina con el uso del teléfono (y es casi seguro que así es), es probable que se haya orientado hacia los `extraños´ en lugar de hacia los padres. Y el daño a su hijo y a su relación con él puede ser significativo.

  1. Padres ausentes…

"Y yo me pregunto: ¿Dónde están los padres? Seguramente la mayoría de ellos preferiría que sus hijos no saliesen al mundo pareciendo payasos, pero lo hacen mientras sus padres se retuercen las manos, miran a otro lado o animan a sus hijos a expresar su `yo auténtico´", comenta.

  1. … y sin influencia

Lo que realmente supone, agrega, es "que los padres tienen una influencia cada vez menor sobre sus hijos y esto no es beneficios para ellos. La mayoría de los padres han aceptado su degradación a ser menos importantes y menos consultados que las personas que usan los teléfonos de sus hijos".

Medidas para los hijos

Aunque advierte de que "no será fácil", no duda en afirmar que lo más probable y recomendable es "interrumpir el uso del teléfono de tu hijo. Y tu hijo resistirá con sus mejores esfuerzos. Pero puedes y debes hacerlo. El bienestar inmediato y final de tu hijo puede estar en juego".

En otro de los artículos publicados en su web, Ells propone tres sugerencias "dolorosamente obvias" para evitar y reducir el tiempo que los hijos pasan ante la pantalla, como son:

  • Leer muchos libros.
  • Hablar con tus hijos cada día
  • No utilizar dispositivos digitales como parte de un rato en familia premeditado

Kimberly Ellls y Tucker Carlson.

Kimberly Ells, con el afamado periodista Tucker Carlson.

Bebés

"Si tienes un niño pequeño en el carrito de la tienda, no le des un teléfono para que se calle o se entretenga (esto es prácticamente una epidemia cada vez que voy a la tienda). Habla con tu hijo. La tienda es un lugar donde un niño puede aprender mucho sobre el mundo simplemente observando. Leer un libro une a padres y niños, un móvil [no]. Minimiza estos ratos tanto como sea posible".

Niños pequeños

"No establezca cuotas sobre cuánto tiempo debe leer tu hijo. Obligar a los niños a leer como si fuera un castigo o una tarea les quita la alegría a ellos (y a tí). Aunque bien intencionadas, las cuotas de minutos de lectura tienden a alejar a los niños del amor por la lectura. Lea por el placer de leer y deje que sus hijos hagan lo mismo. Las invitaciones de lectura, los desafíos o los atracones son diferentes a las cuotas de lectura. ¡Todo es cuestión de enfoque!"

Preadolescentes y adolescentes

"Si tuviste la casa llena de libros durante la corta vida de tu hijo y continuaste leyendo con él, es más probable que tu hijo disfrute la lectura. Apoya esta tendencia manteniéndolo con libros en los que le gusten. Desgraciadamente hoy en día no se puede simplemente ir a la sección para adolescentes de la biblioteca y esperar encontrar material adecuado. Cíñete a los clásicos que te encantaban cuando eras niño y sigue las recomendaciones de fuentes confiables".

José María Carrera, ReL

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Pensamiento MSC del día

 

Miguel Angel MSC

Evangelio del día


Segundo Libro de los Reyes 19,9b-11.14-21.31-35a.36.

El había oído, en efecto, que el rey se había retirado de Laquis, al recibir la noticia de que Tirjacá, rey de Cus, se había puesto en campaña para combatirlo. Senaquerib envió de nuevo mensajeros a Ezequías para decirle:
"Hablen así a Ezequías, rey de Judá: Que no te engañe tu Dios, en quien confías, haciéndote pensar que Jerusalén no será entregada en manos del rey de Asiria.
Tú has oído, seguramente, lo que hicieron los reyes de Asiria a todos los países, al consagrarlos al exterminio total. ¿Y tú te vas a librar?
Ezequías tomó la carta de la mano de los mensajeros y la leyó. Después subió a la Casa del Señor, la desplegó delante del Señor
y oró, diciendo: "Señor de los ejércitos, Dios de Israel, que tienes tu trono sobre los querubines: tú solo eres el Dios de todos los reinos de la tierra, tú has hecho el cielo y la tierra.
Inclina tu oído, Señor, y escucha; abre tus ojos, Señor, y mira. Escucha las palabras que Senaquerib ha mandado decir, para insultar al Dios viviente.
Es verdad, Señor, que los reyes de Asiria han arrasado todas las naciones y sus territorios.
Ellos han arrojado sus dioses al fuego, porque no son dioses, sino obra de las manos del hombre, nada más que madera y piedra. Por eso los hicieron desaparecer.
Pero ahora, Señor, Dios nuestro, ¡sálvanos de su mano, y que todos los reinos de la tierra reconozcan que tú solo, Señor, eres Dios!".
Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: "Así habla el Señor, Dios de Israel: Tú me has dirigido una súplica acerca de Senaquerib, rey de Asiria, y yo la he escuchado.
Esta es la palabra que el Señor ha pronunciado contra él: Te desprecia, se burla de ti, la virgen hija de Sión; a tus espaldas mueve la cabeza la hija de Jerusalén.
Porque de Jerusalén saldrá un resto, y del monte Sión, algunos sobrevivientes. El celo del Señor de los ejércitos hará todo esto.
Por eso, así habla el Señor acerca del rey de Asiria: El no entrará en esta ciudad, ni le lanzará una flecha; no la enfrentará con el escudo, ni levantará contra ella un terraplén.
Se volverá por el mismo camino, sin entrar en esta ciudad -oráculo del Señor-.
Yo protegeré a esta ciudad para salvarla, por mi honor y el de David, mi servidor".
Aquella misma noche, el Angel del Señor salió e hirió en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil hombres. Y cuando los demás se levantaron por la mañana, vieron que todos eran cadáveres, que estaban muertos.
Entonces Senaquerib, rey de Asiria, levantó el campamento, emprendió el regreso y se quedó en Nínive.


Salmo 48(47),2-3a.3b-4.10-11.

El Señor es grande y digno de alabanza,
en la Ciudad de nuestro Dios.
Su santa Montaña, la altura más hermosa,
es la alegría de toda la tierra.

el Señor se manifestó como un baluarte
en medio de sus palacios.
Nosotros evocamos tu misericordia
en medio de tu Templo, Señor.

Tu alabanza, lo mismo que tu nombre,
llega hasta los confines de la tierra.
Tu derecha está llena de justicia.


Evangelio según San Mateo 7,6.12-14.

No den las cosas sagradas a los perros, ni arrojen sus perlas a los cerdos, no sea que las pisoteen y después se vuelvan contra ustedes para destrozarlos.
Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.
Entren por la puerta estrecha, porque es ancha la puerta y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que van por allí.
Pero es angosta la puerta y estrecho el camino que lleva a la Vida, y son pocos los que lo encuentran.


Extraído de la Biblia: Libro del Pueblo de Dios.


Bulle

San Vicente de Paúl (1581-1660)
presbítero, fundador de la Congregación de la Misión y las Hijas de la Caridad
Conversación del 4/5/1659


«Tratad a los demás como queréis que ellos os traten»

¿Cuál es el primer acto de caridad? ¿Cómo actúa un corazón animado por ella? ¿Qué es lo que sale de él, a diferencia de un hombre que no la posee? No es más que hacer el bien a cada uno tal como nosotros, razonablemente, quisiéramos que nos lo hicieran; en esto consiste, precisamente, la caridad. ¿Es verdad que hago a mi prójimo lo que deseo de él?  ¡Ah! es para hacer un gran examen...
Fijémonos en el Hijo de Dios: ¡qué corazón lleno de caridad, qué llama de amor! ¡Oh Jesús mío! Dinos un poco, si quieres, qué es lo que desde el cielo te ha hecho bajar hasta nosotros para venir a sufrir la maldición de la tierra, con tantas persecuciones y tormentos que en ella has sufrido? ¡Oh Salvador, oh fuente del amor, humillado hasta nosotros, hasta sufrir un suplicio infame, quién ha amado más al prójimo que tu? Tú, por nosotros, has venido exponiéndote a todas nuestras miserias, a tomar la forma de pecador, a llevar una vida de sufrimiento, y a padecer una muerte vergonzosa. ¿Hay un amor semejante al tuyo?...  Tan sólo Nuestro Señor es capaz de enamorarse así de las criaturas, de dejar el trono de su Padre para venir y tomar un cuerpo sujeto a las miserias.
Y ¿por qué? Para que, a través de su ejemplo y su palabra, quedara establecida entre nosotros la caridad hacia el prójimo... Oh amigos míos, si tuviéramos un poco de este amor, ¿podríamos quedarnos con los brazos cruzados?... ¡Oh no! La caridad no puede permanecer ociosa; nos mueve a la salvación y a la consolación de nuestros hermanos. (EDD)

Oración

Señor, hoy vengo ante Ti, me rindo a tus pies para que guíes mis pasos. Enséñame a recorrer tus caminos, no quiero vivir lejos de Ti, de tu amor, de tu abrazo consolador. Ven y cambia mi corazón, reconozco que en mucho te he fallado, pero tu amor puede levantarme, puede sanarme y puede transformarme. Ven y enséñame a amar, a entender que sólo en Ti, encontraré verdadera felicidad, que sólo Tú puedes cambiar mi vida y mostrarme lo que mejor me conviene. Deseo abrir la puerta de mi corazón a tu presencia renovadora, al manantial de gracias que derramas a través de tus sacramentos. Concédeme el don de la alegría. Sana las heridas de mi corazón que han sembrado miedo y dolor, para poder así actuar con todas las capacidades que me has regalado. Confío en tu amor. Tú eres el dueño de mi vida.

Por Qriswell J. Quero

Artículo originalmente publicado por pildorasdefe.net




lunes, 24 de junio de 2024

En Medjugorje, la Virgen le dio dos opciones: él volvió a Dios y adoptó un niño con Síndrome de Down

                           Ernesto y Beatriz vivían alejados de la fe: un retiro de
                           Proyecto Amor Conyugal cambió su matrimonio




"Cuando Bea quedó embarazada, el mayor miedo que tenía era
que mi hijo tuviese síndrome de Down, era algo que me obsesionaba. 
Y, le dije que se hiciera las pruebas, con la intención de que, si lo
tuviese, abortara", recuerda Ernesto.











Beatriz y Ernesto eran un matrimonio 'al uso'. Alejados de la fe, ella volvió a la Iglesia y se 'enganchó' a un grupo de oración. Rezó por la conversión de su marido. Él viajó a Medjugorje y tuvo una experiencia que le cambió para siempre. Tras la vuelta a la fe, la Virgen les invitó a recibir un regalo maravilloso: adoptar a Iker, un niño con síndrome de Down.

"Nos casamos después de un noviazgo cortito, porque éramos amigos durante muchos años. Luego llegaron los hijos, Sancho y Manuela, y, como le pasa a muchos matrimonios, al final los hijos te sobrepasan. Yo había ido a misa toda mi vida, pero con la maternidad dejé de ir. Esto me sumió en una profunda tristeza. Sentía un vacío enorme en el corazón, una infelicidad, tenía todo y no era feliz. Por las mañanas me levantaba y no tenía ninguna ilusión y, claro, al final teníamos muchas discusiones", comienza diciendo Beatriz al canal de YouTube de la Asociación Lanza.

Fue, entonces, cuando su hermana le escribió una carta donde le contaba que se había encontrado con un Jesucristo vivo que le había cambiado la vida. "Me di cuenta de que lo que sentía dentro era esa falta de Dios y comencé, otra vez, a a ir a la Iglesia", añade Beatriz.

'Envidiaba' esa felicidad

La vida de fe de Ernesto era distinta a la de su mujer, la última vez que comulgó fue en su confirmación. "Yo, la verdad, que nunca, prácticamente, he ido a misa. El recuerdo más bonito que tengo de mi infancia es ir con mi abuela a misa cuando tenía 10 o 12 años, pero la última vez que comulgué fue en la confirmación. Nos casamos por la Iglesia porque ella me lo pidió, a mí me daba igual, sinceramente. Al principio, como éramos amigos de hace muchos años, nos llevábamos fenomenal, pero llegaron los niños y las cosas se complicaron", relata el padre de familia.

Las discusiones eran cada vez mayores hasta que Beatriz comenzó a ir a misa. "Vi un cambio de actitud en ella, en el sentido de que seguíamos teniendo discusiones pero ella ya no quería ganar siempre. La veía feliz y yo esa felicidad no la tenía. Yo decía, yo quiero esa felicidad que tiene Bea, quiero ese cambio", cuenta Ernesto.

[caption id="" align="alignnone" width="2762"]Ernesto y familia en MedjugorjeUn día, viendo la tele, un programa sobre Medjugorje, Ernesto siente la necesidad de viajar hasta el santuario mariano. Reserva un viaje y se va con Beatriz.

El cambio de rumbo en Beatriz tuvo lugar gracias a los sacramentos, la dirección espiritual y a rezar el Rosario. "En una homilía, el cura dijo que el demonio lo hace muy bien, porque nos hace pecar pero luego nos induce a tener ese sentimiento de vergüenza y de culpa para no confesarnos. Y, tenernos arrancados del amor de Dios y enganchados con unas cadenas. Me di cuenta de que llevaba arrastrando cosas de muchos años sin confesar. Cuando por fin hago esa confesión, donde me quito todo ese lastre, es donde, realmente, se produce mi conversión", cuenta Beatriz.

Es entonces cuando una vecina le invita a un grupo de oración y ella se anima a ir. "Cada jueves me reunía en esa casa a rezar, y, muy poquito tiempo después, llega Ernesto y me dice que unos amigos se van a Medjugorje, que si quiero ir. Había escuchado el testimonio de María Vallejo Nájera, y si la Virgen se aparece en un sitio yo quiero ir", recuerda Beatriz.

Así que allí fue. "Vuelvo con el corazón totalmente lleno de amor de Dios, con un amor a la Eucaristía que antes no tenía. Vengo con una cosa, que tampoco conocía, que era el poder de la oración, y con el propósito de ayunar y rezar por Ernesto", explica Beatriz.

Mientras, Ernesto, tenía cierta envidia de la paz que tenía Beatriz. "Yo quiero esa paz. No sabía a quién pedírsela, a mí eso sí que me daba 'envidia', porque ella tenía una paz que yo no tenía", reconoce. Hasta que un día, viendo la tele, un programa sobre Medjugorje, siente la necesidad de viajar al santuario mariano. Reserva un viaje y se va con Beatriz.

"Yo no tenía ningunas ganas de ir, sentía un rechazo brutal, estaba enfadado, sentía que estaba malgastando las vacaciones. Bueno, llegamos y al día siguiente había una aparición en casa de una vidente. Yo no había rezado un Rosario en mi vida, pues, rezamos tres rosarios seguidos. En ese momento estábamos de rodillas, no sé explicar cómo pasó, perdí la noción de dónde estaba, y vi dos corazones, uno rosa, precioso, y otro gris, muy sucio", confiesa Ernesto.

"Oí unas palabras, las escuché perfectamente, pero no era capaz de reproducirlas. Iba a empezar la misa, y sentí muchas ganas de ir, llevaba sin ir a misa desde que hice la confirmación con 18 años. Me puse atrás del todo y me empecé a emocionar, a sentir algo en el corazón. En la comunión me puse con los brazos cruzados y el sacerdote me dio la bendición y, justo cuando me di la vuelta, entendí esas palabras. La Virgen me decía: 'Este es tu corazón', señalando el corazón gris, un corazón muy feo, muy sucio, '¿quieres tener este otro corazón?', y, yo, le dije que sí, 'pues ven conmigo', contestó Ella", recuerda Ernesto emocionado.

Ernesto, Beatriz e IkerErnesto y Beatriz adoptaron al pequeño Iker hace tres años.

Esa noche, ya en el hotel, sintió la necesidad de confesarse y lo habló con el cura de la peregrinación. "Fue una confesión que duró media hora. Cuando acaba y me va a dar el perdón de Dios, me puse a llorar, realmente sentí que Dios me estaba perdonando a pesar de todas las cosas. A pesar de que había estado rechazándolo toda mi vida, que había estado evitándole toda mi vida, que no había rezado, que no había ido nunca a misa", dice Ernesto.

"El poder de la oración es brutal, en la oración le estás pidiendo a Dios por alguien y Dios lo puede hacer todo. Tú solamente tienes que pedirlo con el corazón, y es lo que estuvo haciendo Bea durante años, y toda la gente del grupo oración, sin conocerme", señala Ernesto.

Sin embargo, el día a día sigue siendo fatigoso, a pesar de haber vuelto a la fe. "La conversión es un camino de cada día. Los dos tenemos mucho carácter y nuestros problemas siguen ahí. Así que acudimos a un retiro de Proyecto Amor Conyugal. Llegamos allí sin saber a dónde íbamos, y, la verdad, es que nos transformó un montón, nos enseñó a vivir el matrimonio de otra manera", comenta Beatriz.

"Tuve una certeza, que jamás me separaré de mi mujer, y, mi mujer, jamás se separará de mí. Fue otro regalo de Dios. Ese retiro nos enseñó a vivir el matrimonio de manera diferente, no buscando nuestro beneficio sino el de los dos, con Dios en el centro, inculcando la fe a nuestros hijos", cuenta Ernesto.

Iker, una nueva luz en sus vidas

Pero, la historia de Ernesto y Beatriz no se detiene ahí y otra nueva luz aparece en sus vidas. "Estaba un día en la oficina y había un enlace a un vídeo en el que una niña intentaba explicar por qué su hermano no estaba enfermo, que era un niño de 8 años con síndrome de Down. Ese vídeo me emocionó muchísimo y se lo envié a Bea, y me contesta: 'No sé lo que estás pensando, pero te digo que sí'. Lo que yo estaba pensando era que quería tener un hijo así", relata Ernesto.

Iker y Sancho'Un 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, nos dicen que hay un niño de dos añitos, en Ciudad Real, que si estábamos dispuestos a adoptarlo, y dijimos que sí', dice Ernesto.

Por otro lado, un día, rezando, Beatriz le preguntó a Dios que qué quería de ella, y escuchó en el corazón que adoptara un niño. "Le dije: 'No hombre no, no me pidas eso'. No quería tener más hijos. 'Pero si Tú lo quieres, me lo tienes que poner delante, yo no voy a buscarlo'. Entonces me callé y no dije nada. Y Ernesto, al cabo de dos semanas, es cuando me manda ese vídeo. Pasamos un proceso de cinco años de papeleos y de mucha lucha. 'Si tú, de verdad, lo quieres, diré que sí', pero yo no quería. Los planes del Señor siempre son los planes perfectos. Esto lo quería para nosotros, porque es lo que necesitamos para llegar al cielo", asegura Beatriz.

"Cuando Bea se quedó embarazada de mi primer hijo, el mayor miedo que tenía era que mi hijo tuviese síndrome de Down, era algo que me obsesionaba. Y le dije que se hiciera las pruebas, con la intención de que, si tuviese síndrome de Down, abortara, pero me dijo que no se las iba a hacer porque no iba a abortar", recuerda Ernesto.

Un día de la Virgen de Guadalupe presentaron los papeles y cinco años después no habían recibido ninguna noticia. "Dijimos que si en julio no nos han llamado, renunciamos, porque ya somos muy mayores. El 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, nos dicen que hay un niño con dos añitos, en Ciudad Real, que no encuentran familia que le adopte y que tiene síndrome de Down, que si estamos dispuestos. Dijimos que sí y y fuimos a conocerle, se vino con nosotros a casa, se llama Iker, tiene 5 años y lleva ya 3 años en casita. Es la alegría de la casa", comentan unos padres orgullosos.

Puedes escuchar aquí completo el testimonio de Ernesto y Beatriz. 

Beatriz y Ernesto terminan su testimonio dando gracias a María y a Dios por todo lo que han hecho por su familia. "Gracias por sacarme de la miseria, por rescatarme. Si no es por Ella, donde se rompe un matrimonio se rompen unos hijos y se rompe la sociedad entera. Estamos muy agradecidos de sabernos rescatados, además, sin ningún mérito propio. Simplemente, porque Ella ha querido. Me siento afortunada", cuenta Beatriz.

"Le digo a la Virgen que no me suelte de su mano nunca y, al Señor, darle gracias, porque, a pesar de que me he pegado 47 años de mi vida, en cuanto le he abierto un pelín, ha entrado como un vendaval. El Señor te inunda el corazón de regalos de amor. Quiero incidir en que yo estaba de acuerdo con el aborto, a mí el aborto me parecía una solución que era normal, así lo había recibido de la sociedad, y me lo llegué a creer. A mi primer hijo le hubiera abortado, y me hubiera perdido el gran regalo que Dios me quería dar con él. Estos tres últimos años con Iker han sido una maravilla, el Señor me dice: 'Mira Ernesto estás equivocado y te voy a cambiar el corazón'", concluye.

ReL (Artículo publicado originalmente en el portal mariano Cari Filii).

Vea también     La Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra
(abundante información)