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sábado, 8 de junio de 2024

Especialmente para los que NO suelen ir a Misa los Domingos: Para que vean un poco lo que está perdiendo

 Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspectos
de las mil maravillas de la Santa Misa.

El Cuerpo Místico de Jesús.

Existen dos cuerpos de Cristo sobre el altar; está el Cuerpo real (el Cuerpo nacido de María Stma. Virgen, resucitado y que ascendió al cielo) y está su Cuerpo Místico que es la Iglesia (nosotros).

Jesús a la Beata Concepción Cabrera de Armida
Cruz de Jesús II


Anonadamiento de amor.

Cuando Dios se da a la criatura, se anonada; no con anonadamientos de naturaleza, porque Dios es siempre Dios, hasta en el seno de la Virgen, hasta en la Cruz, hasta en la Eucaristía, hasta en lo íntimo de las almas; pero sí se anonada con un misterioso anonadamiento de amor.


Siervo de Dios Mons. Luis María Martínez
Notas Íntimas


Invocando el nombre de la Virgen María.

El que desee gustar de la dulzura escondida en el Sacramento del Altar y acercarse dignamente a este mismo Sacramento, ha de disponerse invocando el nombre de la Virgen María.

San Buenaventura
Doctor de la Iglesia


María Santísima se convirtió en el primer Tabernáculo.

"Bienaventurada la que ha creído" (Lc 1, 45): María ha anticipado también en el misterio de la Encarnación la fe eucarística de la Iglesia. Cuando, en la Visitación, lleva en su seno el Verbo hecho carne, se convierte de algún modo en "tabernáculo" -el primer "tabernáculo" de la historia- donde el Hijo de Dios, todavía invisible a los ojos de los hombres, se ofrece a la adoración de Isabel, como "irradiando" su luz a través de los ojos y la voz de María. Y la mirada embelesada de María al contemplar el rostro de Cristo recién nacido y al estrecharlo en sus brazos, ¿no es acaso el inigualable modelo de amor en el que ha de inspirarse cada comunión eucarística?

San Juan Pablo II
Carta Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 55

La Maternidad Divina

En la Eucaristía "María extiende y perpetúa Su Maternidad Divina"

San Agustín
Doctor de la Iglesia


La devoción eucarística y la devoción mariana.

La Comunión no es para nutrirme yo sino para que Cristo me absorba y se nutra el Cuerpo Místico. Quiero comulgar mejor, más preparado. Me lo ha sugerido el Padre B., que se encontraba aquí de casualidad. Por otro lado, si aquí recibí la gracia de comulgar diariamente (1944), no está fuera de lugar la gracia de hacerlo mejor. Dios no da obligaciones sin dar las gracias para llevarlas a cabo. ¿Cuáles son las gracias de este siglo? La devoción eucarística y la devoción mariana.

Siervo de Dios Enrique Ernesto Shaw





Apostolado de la Santa Misa Diaria

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