Aquí podemos ofrecerle sólo unos cuantos aspecto
de las mil maravillas de la Santa Misa
Nos hace ser el mismo Cristo. |
Esa unión que se realiza entre el que comulga dignamente y Cristo va más allá de una simple incorporación, se trata más bien de una unión transformadora que nos hace ser el mismo Cristo. Mons. Juan José Omella |
La Eucaristía refuerza, encauza y purifica el afecto humano. |
La Eucaristía, infundiendo en el corazón del hombre una nueva energía -el amor sobrenatural-, refuerza, encauza y purifica el afecto humano, haciéndolo más sólido y más auténtico. Cuando tiene a Dios en su pecho, todo el hombre queda armonizado en sí mismo... En el sacramento divino, el Señor está sumido en el silencio para escucharnos. San Juan XXIII |
La Comunión es fuente de energía. |
La Comunión es fuente de energía que debe ayudaros durante toda vuestra vida. San Juan Bosco |
La Santa Misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz. |
La Santa Misa encierra todo el valor del sacrificio de la cruz... Para caer en la cuenta de lo que vale la Santa Misa, es preciso no perder de vista que el valor de ella es mayor que el que juntamente encierran todas las buenas obras, virtudes y merecimientos de todos los santos que haya habido desde el principio del mundo o haya de haber hasta el fin, sin excluir los de la misma Santísima Virgen María. San Pedro Julián Eymard |
La Carne y la Sangre de Jesús son la carne y la sangre maternal de María Santísima. |
Si Adán pudo llamar a Eva al ser ella sacada de su costilla: "hueso de mis huesos y carne de mi carne" Gen 2,23, no puede la Virgen María aun con mayor derecho llamar a Jesús "¿Carne de mi carne y Sangre de mi sangre?". Tomado de la "Virgen intacta", la Carne de Jesús es la carne maternal de María; la Sangre de Jesús es la sangre maternal de María. Así pues, no será nunca posible el separar a Jesús de María. Santo Tomás de Aquino |
Quien come de este pan vivirá para siempre. |
..."Quien come de este pan vivirá para siempre", dice el Señor. Pero has de comerlo con la disposición debida, no sea que se te convierta en veneno un manjar tan provechoso y divino. Para esto cuidarás bien de curar tus dolencias, con una saludable penitencia, y lavarte a menudo en la celestial piscina de una buena confesión, para que tu vida sea graciosa a los ojos del celestial Esposo de las almas. ¡Oh!, si así lo haces, ¡cuán amable serás a Jesucristo! ¡Cómo se enamorará de ti, y tú te enamorarás de Él! Entonces, podrás decir con verdad: "Mi Amado es todo para mí, y yo toda para Él"; entonces el buen Jesús se te dará a conocer, se te hará siempre presente, y tú no dejarás nunca de mirarle con una fe vivísima, y tal vez con los brillantes resplandores de la contemplación. San Antonio María Claret |
Celebrar, hacer celebrar y participar en la santa Misa en honor de la Santísima Virgen. | |
El santo sacrificio de la Misa siempre se ofrece a Dios en reconocimiento de su supremo dominio, pero esto no impide, dice el sagrado Concilio de Trento, que pueda ofrecerse a la vez a Dios en agradecimiento por las gracias concedidas a a su Santísima Madre y a los santos para que haciendo memoria de ellos se dignen interceder por nosotros. Por eso se dice en la Misa: "Para que a ellos les sirva de honor y a nosotros de salvación". San Alfonso María de Ligorio | |
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