Es domingo: Contemplar y Vivir el Evangelio
1º domingo de Cuaresma
[“Una vez más, nos sale al encuentro la Pascua del Señor. Para prepararnos a recibirla, la Providencia de Dios nos regala cada año la Cuaresma, ´signo sacramental de nuestra conversión´, que anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida. Como todos los años, deseo ayudar a toda la Iglesia a vivir con gozo y con verdad este tiempo de gracia; y lo hago inspirándome en una expresión de Jesús en el Evangelio de Mateo: «Al crecer la maldad, se enfriará el amor en la mayoría» (24,12)”, (Papa Francisco).] Si te ayuda, puedes empezar así: -Estás, Señor… -Estoy, Señor… En tu Presencia me pongo y me expongo dejándome interpelar por tu Palabra al inicio de esta oración y de este tiempo de Cuaresma… Prepárame tú para tu Encuentro y tu Pascua… Del Evangelio de san Marcos 1,12-15. (Es mejor tener el texto a mano y leerlo ahora)
- El Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, siendo tentado por Satanás; vivía con las fieras y los ángeles le servían.
-Contempla despacio a Jesús en el desierto, es fácil. Y sobre todo, importante. Son las tentaciones de Jesús según el sobrio relato de san Marcos. Jesús está situado en un lugar, el desierto, entre dos fuerzas contrapuestas: el Espíritu y Satanás, viviendo con las fieras y servido por los ángeles. Fuertes, muy fuertes contrastes en el inicio de su vida pública y de su misión conforme a la voluntad del Padre: extender el Reino de salvación y de vida para nosotros los hombres de todos los tiempos. El Espíritu le empuja: es la fuerza y el poder del amor entre el Padre y el Hijo. Satanás le tienta: es la mentira y poder del mal, el que pone siempre obstáculos al amor y a la voluntad de Dios, a “la posibilidad del volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida,” que eso es la conversión. Y me pregunto: ¿Me siento más empujado por el Espíritu o tentado por Satanás? He de tenerlo muy claro, el cristiano es templo del Espíritu, en el que no tiene cabida Satanás. Ser tentados es de humanos, pero nunca habitados por el Maligno ni consentidores del Mal.
-Parece claro que el Espíritu empuja, mete, a Jesús en el desierto, lugar austero, de vaciamiento, de lucha ante las dificultades y carencias; pero también lugar de encuentro privilegiado con Dios y de crecimiento en el bien obrar por puro amor de Dios. Así fue para Jesús. Y así ha de ser para cada uno de nosotros, sus seguidores. Llega, pues, la Cuaresma como ese tiempo privilegiado de desierto, 40 días, un período consistente, para hacer mío el estilo de Jesús, con el corazón y la vida. ¿Lo voy a hacer? ¿He comenzado a hacerlo? El ejemplo de Jesús nos invita, en este desierto cuaresmal, a vivir la austeridad, el vaciamiento de sí, dejar que el Espíritu nos empuje, aprender a luchar, a vivir una gran oportunidad de gracia y conversión. Entonces, podremos ser servidos por los ángeles, es decir, asistidos por Dios, llenos de fortaleza por el Espíritu y guiados por él para aprender a vivir los muchos desiertos que se presentan en la vida: las dificultades, las tentaciones, los inconvenientes circunstanciales… Señor, sin dudarlo tu optaste por dejarte llevar el Espíritu que te empujaba y con él rechazaste al Tentador y su proyectos mentirosos. Enséñame, Señor, a saber hacer los mismo, sobre todo en las tentaciones que aparecen en los duros desiertos de nuestro mundo y de mi vida. Así viviré mejor la Cuaresma. Amén.
- Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el evangelio de Dios; decía: “Se ha cumplido el tiempo y está cerca el Reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio”.
-Es la llamada típica de Jesús y de cada año al comenzar la Cuaresma: Convertíos y creed en el evangelio. Escúchala atentamente de labios de Jesús diciéndotela personalmente a ti por primera vez. Así, hoy es la primera vez para ti. Porque la Palabra de Jesús es siempre hoy, viva y para ti… ¡Como lo oyes!
-El tiempo se ha cumplido, es decir, este es el momento decisivo para ti, el momento oportuno y lleno de gracia que hoy te regala Dios. ¡No hay tiempo que perder! Ánimo. -Está cerca el Reino de Dios: es Jesús y su Palabra como anuncio Bueno y Verdadero de Vida, Amor, Justicia, Paz. Como para no entusiasmarse, ¿no? Se ha acercado Dios Amor para abrazarte en Jesús. Para que puedas hacer lo mismo con los demás. Ya… -Convertíos: dejarse atravesar totalmente por esa experiencia Nueva de Jesús, que “anuncia y realiza la posibilidad de volver al Señor con todo el corazón y con toda la vida”. Te cambia todo y del todo. ¡Consiente, déjale hacer!...
-Creed en el Evangelio, o sea, haced espacio mayor y total, en el corazón y en la vida a la Persona y a la Palabra de Jesús, o querer ser evangelio vivo. A partir de ahí, todo cambia en mí, en ti. Pruébalo y serás feliz. Para eso es la Cuaresma. En la Pascua, estallarás de gozo y fuego contagiosos, que te harán arder y quemarás…, contagiarás… Señor, este tiempo me parece decididamente importante de encuentro, de camino, de cambio de ideas y de corazón. Como expresión de mi voluntad y de mi deseo, me leo y releo, la invitación que tu Vicario en la tierra me hace al iniciar la Cuaresma: “Invito especialmente a los miembros de la Iglesia a emprender con celo el camino de la Cuaresma, sostenidos por la limosna, el ayuno y la oración. Si en muchos corazones a veces da la impresión de que la caridad se ha apagado, en el corazón de Dios no se apaga. Él siempre nos da una nueva oportunidad para que podamos empezar a amar de nuevo”. Creo, Señor. Amén.
Dentro, muy dentro de ti/ReL
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