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miércoles, 16 de mayo de 2018

«Pray». Una canción sobre la oración escrita desde un corazón que busca

 rezar

¿Alguna vez les ocurrió una coincidencia con gustito a Providencia de Dios? Cruzarme con esta canción fue una linda Dioscidencia. El single «Pray» fue publicado por el cantautor inglés Sam Smith el 6 de octubre de 2017 e hizo una presentación en vivo del mismo en los Grammy’s  2018. La letra de esta canción me sorprendió por el tema que trata y porque parece escrita desde la sinceridad del corazón. Acá les dejo algunos puntos para reflexionar:

1. El hombre necesita rezar

En nuestro corazón está grabada esa necesidad de alguien que nos escuche, alguien superior, trascendente, más grande que nosotros. Aunque nuestra fe no sea muy fuerte seguimos sintiendo esa necesidad en nuestro interior. Y esto se ve más claro en los momentos en que comprobamos que nuestras fuerzas no alcanzan y nos vemos débiles e impotentes ante el sufrimiento propio y del prójimo. El cantante lo dice muy claro: «Nunca he creído en ti, no, pero voy a rezar».
«En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía ni a alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Oh Dios! ¡Ten compasión de mí, que soy pecador!» (Lucas 18,13).

2. Dios es mucho más que un ser superior. Es un Padre

Esa es la Buena Noticia que trae Jesús: que Dios no es alguien lejano sino que es un Padre Misericordioso que quiso que hacernos sus hijos. Entonces la oración se convierte en un dialogo cara a cara, lleno de confianza, un verdadero encuentro con nuestro Padre del Cielo. En este encuentro podemos mostrarnos con todo lo que somos porque Dios no se escandaliza sino nos abraza y perdona todo.
«Mirad qué amor nos ha tenido el Padre para llamarnos hijos de Dios, pues ¡lo somos!» (1 Juan 3,1).

3. La oración no es solo para algunos

La relación con Dios es para todos. Dios Padre quiere tener una relación de confianza con todos y cada uno de nosotros. No importa que seamos la persona más pecadora del mundo y que lo rechacemos, Él está siempre esperándonos para cuando volvamos y nosotros encontramos nuestra felicidad en sus brazos. Si te cuesta rezar porque pasas por un momento difícil o porque estás distraído en otras cosas, te recomendamos hacer click aquí.
«Y, levantándose, partió hacia su padre. «Estando él todavía lejos, le vio su padre y, conmovido, corrió, se echó a su cuello y le besó efusivamente» (Lucas 15,20).

4. Jesús nos enseña a rezar

Jesús se iba a orar todas las noches y ahí era donde encontraba toda la fuerza para su misión. Me imagino que los discípulos veían el rostro de Jesús cuando rezaba o después de rezar y le pedían que les enseñe a orar. Así recibimos el regalo del “Padre nuestro”. A veces lo tenemos tan incorporado que lo repetimos como loros pero si le prestamos un poco de atención podemos ver que nos invita a llamarlo a Dios “Padre” y a rezar en comunidad, como hermanos.
«Un día estaba Jesús orando en cierto lugar. Al terminar su oración, uno de sus discípulos le dijo: “Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos”» (Lucas 11,1).

 5. Rezar por nosotros y por nuestros hermanos

En la canción el cantante se pone a rezar cuando ve el sufrimiento del mundo, no se queda indiferente. Qué importante es rezar al Padre por mis hermanos, Sus otros hijos, y también dejar a Dios que nos hable en la oración de nuestros hermanos, mostrándonos que necesitan de nosotros.
«Siempre y en todas mis oraciones pido con alegría por todos ustedes» (Filipenses 1,4).
 ¡Espero que les sirva para reflexionar solos o en grupo sobre la belleza de la oración! Les dejo la letra traducida:
Soy joven e insensato,
he tomado malas decisiones.
No presto atención a las noticias,
le doy la espalda a la religión.
No tengo ningún diploma académico,
en cierto modo soy ingenuo.
He conseguido llegar hasta aquí por mí mismo,
pero últimamente, esta m**rda
no me ha estado estimulando.
Levanto mi cabeza y el mundo está en llamas,
hay terror en mi corazón y miedo en mis huesos,
y yo no sé qué decir.
Tal vez rezaré, rezaré.
Tal vez, rezaré.
Nunca he creído, y lo sabes,
pero voy a rezar.
No me encontrarás en la iglesia
-No-
Leyendo la Biblia
-No-
Sigo estando aquí, y sigo siendo discípulo tuyo.
Estoy de rodillas,
suplicándote, por favor.
Estoy destrozado, solo, y asustado.
No soy un santo,
soy más un pecador.
No quiero perder,
pero me dan miedo los ganadores.
Cuando intento explicarme,
las palabras se escapan,
por eso estoy hoy aquí parado.
Voy a rezar, rezar.
Tal vez rezaré por un destello de esperanza.
Tal vez rezaré, rezaré.
Tal vez rezaré.
Nunca he creído,
y sabes que voy a…
¿No me vas a llamar?
¿Podemos tener una charla tú y yo, por favor?
Hablemos de la libertad.
Al final todo el mundo reza.
Al final todo el mundo reza.
¿No me vas a llamar?
¿Podemos tener una charla tú y yo, por favor?
Hablemos de la libertad.
Al final todo el mundo reza.
Al final todo el mundo reza.
Oh, y voy a rezar,
voy a rezar,
voy a rezar, rezar por un destello de esperanza.
Tal vez rezaré, rezaré.
Tal vez rezaré.
Nunca he creído, y lo sabes,
pero voy a rezar.
Escrito por María Gisella Corti, catholic-link


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