San José es modelo de padre por excelencia, lo dice el Papa Francisco en su visita a Filipinas:
«Del mismo modo que el don de la sagrada Familia fue confiado a san José, así a nosotros se nos ha confiado el don de la familia y su lugar en el plan de Dios. Lo mismo que con san José. A san José el regalo de la Sagrada Familia le fue encomendado para que lo llevara adelante, a cada uno de ustedes y de nosotros – porque yo también soy hijo de una familia – nos entregaron el plan de Dios para llevarlo adelante. El ángel del Señor le reveló a José los peligros que amenazaban a Jesús y María, obligándolos a huir a Egipto y luego a instalarse en Nazaret. Así también, en nuestro tiempo, Dios nos llama a reconocer los peligros que amenazan a nuestras familias para protegerlas de cualquier daño».
Aquí les presentamos 7 dones que todo esposo debería rogarle a san José en su día:
San José es un hombre justo, no entiende la situación de su prometida, sin embargo, no quiere poner en evidencia a la Virgen María y decide repudiarla en secreto. Cuántas veces en nuestros matrimonios nos dejamos llevar por las habladurías y las injusticias. Miremos a José que no se deja llevar por arrebatos de ira y desconcierto. El, que incluso podía haber llevado a María a la muerte, en su duda y desconcierto elige la salida más justa. Qué gran ejemplo.
San José era un hombre frágil que no comprende el mensaje de María. Cuántas veces he visto la fragilidad en hombres justos por no entender los designios de Dios. Los invito a mirar a José que a pesar de esa fragilidad, confía.
Dios le encarga a San José adoptar como propio a un hijo que sabe no es suyo. San José cuida a Jesús formándolo como hombre con su ejemplo; arduo trabajador, hombre de fe, defensor de la vida y protector de su madre. José es el gran ejemplo e inspiración para las familias de hoy. En él el sentido de la paternidad se ve expuesto en todos sus aspectos.
José es el protector y proveedor de la Sagrada Familia en todas las situaciones. Cuál habrá sido su angustia al realizar esta labor en plena huída a Egipto. Cuántos hombres el día de hoy se encuentran en esa situación, en medio de la escasez, de la guerra, de la injusticia. Y valientemente cumplen con su labor. Es a San José a quien deben mirar y acudir pues él también estuvo en esa misma situación.
José hombre honesto lleva el pan a la mesa con el sudor de su frente, así como hoy miles lo hacen. Es el Santo patrón de los trabajadores. Modelo a seguir por todos los hombres en cuanto al recto oficio de su profesión.
San José es un hombre de silencio. Acoge en el corazón y medita cada mandato de Dios Padre, adora y forma en silencio a este hijo que a la vez es su Dios. San José no corre a gritar la gran importancia que tiene por ser el Padre terrenal del hijo de Dios. El entra en la actitud de disponibilidad total al plan de Dios. Característica digna de admiración en el hombre de hoy que en lugar de jactarse por sus logros o ambiciones, contempla en el silencio de su ser el llamado que Dios le hace a cumplir su plan.
La cercanía tan personal a Jesús y a María hacen de José un hombre privilegiado y de una fe extraordinaria. Dejándonos como ejemplo que una vida santa sólo se logran a lado de ellos (Jesús y María). El amor de José hacia su familia se evidencia en sus actos en esa entrega desinteresada por proteger, amar y servir a los suyos. Amor que es retribuido infinitamente.
Silvana Ramos, catholic-link
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