¿Sabes lo que ven los adolescentes en Internet, en ese móvil que llevan en el bolsillo desde los 12 o 13 años, esa tablet que les regala la abuela, o en casa de sus amigos? Sex Education, algunos Élite. Y leen After, "que es como 50 Sombras de Grey, pero peor, para adolescentes; cuidado, que ahora llega la película". Nos lo explica Cristina Cons, joven pedagoga gallega, experta en educación afectivo-sexual, conversando con ReL en el encuentro de LifeTeen en Montserrat.
Los padres han de controlar las pantallas: todas en lugares visibles
Luego está la falta de control de los padres, que es peor cuando hay padres que creen que "controlan".
"Algunos padres dicen 'supongo que algo malo hay en el móvil, en Internet' pero no entienden hasta qué punto. A los chavales no les atraen las cosas buenas, precisamente, sino las malas que ven todos los demás en una sociedad hipererotizada y hipercosificada. Según la ley y los términos y condiciones de redes sociales, hasta los 16 años no deberían entrar ni en wasap, ni en Facebook ni en YouTube ni en Instagram. Un niño aprende la moral sexual de su familia y entorno entre los 6 y los 12 años, y en la adolescencia ha de dar pasos para practicarla. Es imposible controlar todo porque quedarán con un amigo con móvil. Por eso debemos educarlos ya desde los 6 años, hablarles de lo bueno e ideal, del amor verdadero, y no facilitarle pantallas. Los métodos de control parental en seguida se hackean. Los niños de 10 años saben más que nosotros".
"Hay normas mínimas: que el ordenador de casa esté en un sitio visible, zona común; nada de móviles en el cuarto de baño, donde suben sus fotos semidesnudos a Internet. Si quiere escuchar música, en la radio, no en el móvil. Nada de pantallas en el cuarto, ni tablets, ni PC, ni TV. Todo en sitios transitables. Y recortemos al máximo el tiempo ante pantallas".
"Hay normas mínimas: que el ordenador de casa esté en un sitio visible, zona común; nada de móviles en el cuarto de baño, donde suben sus fotos semidesnudos a Internet. Si quiere escuchar música, en la radio, no en el móvil. Nada de pantallas en el cuarto, ni tablets, ni PC, ni TV. Todo en sitios transitables. Y recortemos al máximo el tiempo ante pantallas".
¿Educación sexual? Sí, pero ni represiva ni permisiva: personalista
Cristina propone una educación sexual que no sea represiva (del tipo "de eso ni se habla", "niño, no te toques", signos que hacen pensar al niño que el cuerpo y el sexo es algo malo) ni tampoco ha de ser permisiva (lo de 'le daré condones porque como va a hacer de todo..." no es educar"). Propone una formación personalista: "hablar de lo bueno del cuerpo humano, que estamos hechos para el amor, la vida, el encuentro con el otro, la belleza del sexo, del matrimonio, despertar el corazón a la belleza, hacerlo desear de tal manera que podamos rechazar lo contrario. Si sabes desde niño que eres digno de amor, sabrás apostar por las cosas grandes", proclama con entusiasmo, convencida.
¿Educarán en 'el amor' Netflix, el Estado... y no los cristianos?
"¿Qué pueden hacer las parroquias y comunidades cristianas en este entorno? Las parroquias han de tener educación afectivo sexual. ¿O vamos a dejar que eduque Netflix en el amor, o el Estado? Educar es nuestra responsabilidad como cristianos. Esta educación sexual y afectiva tiene que impartirla jóvenes a ser posible. Los adolescentes y adultos jóvenes no necesitan teoría, sino modelos para imitar. Si no tienes jóvenes así en tu parroquia, contrata a alguno externo para que venga. Si lo tienes, fórmalo para que se dedique a la formación afectivo-sexual. Nuestras parroquias requieren gastar menos en flores o bancos y más en formadores de adolescentes".
El feminismo bueno: hombre y mujer se complementan
Cristina también habla del feminismo que a ella le gusta. "Es el que reivindica la belleza de la feminidad, la maravilla de la mujer, su potencial maravilloso y que la dejen ser ella, creciendo junto al hombre. A mí me gustan dos feministas: una es Edith Stein, sus textos sobre la mujer, la otra es Tatiana Góricheva, un feminismo cristiano..."
Edith Stein en 1913/1914: filósofa agnóstica,
judía, y luego santa carmelita
"Hay muchas corrientes feministas. Algunas repiten el discurso opresor-oprimido, como hacía el marxismo con los obreros, y ahora con las mujeres. También Jordan Peterson señala que hay discursos hoy construidos sobre buscar opresiones. Yo creo en la igualdad de oportunidades. El ser humano se siente siempre incompleto, porque nos completa el otro, el del otro sexo, y esa es la riqueza que nos hace crecer y salir de uno mismo".
judía, y luego santa carmelita
"Hay muchas corrientes feministas. Algunas repiten el discurso opresor-oprimido, como hacía el marxismo con los obreros, y ahora con las mujeres. También Jordan Peterson señala que hay discursos hoy construidos sobre buscar opresiones. Yo creo en la igualdad de oportunidades. El ser humano se siente siempre incompleto, porque nos completa el otro, el del otro sexo, y esa es la riqueza que nos hace crecer y salir de uno mismo".
Pablo J. Ginés, ReL
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