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miércoles, 13 de marzo de 2019

Para los que NO han ido a Misa el Domingo: Mire lo que ha perdido

Lea todo: la ayudará a entender lo que está perdiendo

La Eucaristía es el corazón de la iniciación cristiana.
La Eucaristía se coloca en el corazón de la "iniciación cristiana", junto al Bautismo y a la Confirmación, y constituye la fuente de la vida misma de la Iglesia. De este Sacramento del amor, de hecho, nace todo auténtico camino de fe, de comunión y de testimonio.
S.S. Francisco
Catequesis del 5 de febrero del 2014

Ejercicio concreto del amor.
Una Eucaristía que no comporte un ejercicio concreto del amor es fragmentaria en sí misma.
S.S. Benedicto XVI
Cartas Encíclica DEUS CARITAS EST, n.14




Ser amados y amar a los otros.
En la comunión eucarística, está incluido a la vez el ser amados y el amar a los otros.
S.S. Benedicto XVI
25° Congreso Eucarístico Nacional italiano
Septiembre 11 del 2011




La Santa Misa nuestra primera preocupación y nuestra primera acción.
Quienes trabajan manualmente y cuya mente se ha de ocupar en asuntos temporales y externos durante el día, deben hacer de la Santa Misa su primera preocupación y su primera acción, con el fin de no distraerse con facilidad, al asistir a ella, con los pensamientos con que se llenaría su mente si oyeran la santa Misa después de haberse dedicado a lo que es propio de su empleo; así se separa lo santo de lo profano y no se corre el peligro de perder el fruto que se pueda obtener de la práctica más santa de nuestra religión.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,3




No faltar a la Santa Misa ni un solo día.
No hay obligación de oír la misa los demás días; con todo, no se debe descuidar y, a pesar de las ocupaciones que se tenga, hay que hacer lo posible para no faltar a ella ni un solo día. Hay que convencerse de que ese tiempo no estará perdido, sino bien empleado, y de ordinario, mucho mejor que si se empleara en el trabajo; pues por medio de tan santa acción se atraerán las gracias y bendiciones de Dios sobre todo lo que hay que hacer a lo largo del día.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,3,2

La unión con Cristo y de unos con otros es absoluta.
Pues si la unión con Cristo y de unos con otros es absoluta, nos unimos también, en cuanto a las voluntades, con todos los que juntamente con nosotros comulgan. Pues esta unión viene a realizarse por voluntad y no sin nuestro consentimiento: Porque todos somos un solo cuerpo, porque participamos de un mismo pan, como dice San Pablo 1 Cor 10,17.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Sobre la Fe Ortodoxa L.4 c.13

Es el alma de una comunidad eclesial.
Una espiritualidad eucarística es el alma de una comunidad eclesial que supera las divisiones y contraposiciones y valoriza la diversidad de los carismas y ministerios, poniéndolos al servicio de la unidad de la Iglesia, de su vitalidad y de su misión.
S.S. Benedicto XVI
25° Congreso Eucarístico Nacional italiano
Septiembre 11 del 2011

Un encuentro cotidiano muy personal e íntimo con el Señor.
Revisando nuestra propia práctica eucarística, sostenidos por una fe viva en la presencia de Jesús y en su amor, aspiremos a lo óptimo, es decir, a hacer del encuentro con la Eucaristía un encuentro cotidiano muy personal e íntimo con el Señor, tal, que esa presencia se vea reflejada en nuestra conducta diaria, revelándose y manteniéndose siempre a la altura de nuestra fe.
Mons. Christophe Pierre, Nuncio Apostólico en México
Quinto Congreso Eucarístico Nacional Tijuana 2011
*S.S. Benedicto XVI, 11 de septiembre de 2011

Primera plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Señor Jesucristo, Dios nuestro, el único que tienes poder para perdonar los pecados a los hombres, no tomes en cuenta, como bueno y amador de los hombres que eres, ninguno de mis deslices conscientes o inconscientes, y hazme digno de recibir sin condenación tus divinos, gloriosos, inmaculados y vivíficos misterios, no para castigo, no para aumento de pecados, sino para purificación y santificación y arras de la vida y del reino futuro, para muralla y socorro contra los enemigos y para destrucción de éstos; para borrar mis muchos delitos. Porque tú eres Dios de misericordia, de compasión y de amor a los hombres; y a ti entonamos la gloria con el Padre y con el Espíritu Santo ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Primera plegaria eucarística


Segunda plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Ante las puertas de tu iglesia estoy y no me libro de los malos pensamientos. Pero tú ¡oh Cristo Dios!, que justificaste al publicano Mt 9,9-13, y te compadeciste de la cananea Mt 15,22-28, y abriste al ladrón las puertas del paraíso Lc 23,40-43, ábreme las entrañas de tu bondad, y ya que me acerco y te toco, recíbeme como a la pecadora Lc 7,37-50 y a la hemorroísa Lc 8,43-48. Pues ésta, habiendo tocado tu franja (del manto), fácilmente recobró la salud; y aquélla, habiendo abrazado tus pies inmaculados, obtuvo el perdón de sus pecados. Pero yo , miserable, que me atrevo a recibir todo tu cuerpo, no sea arrojado al fuego, sino recíbeme como a ellas e ilumíname los sentidos del alma, consumiendo los reatos de mis pecados. Por los ruegos de la que te engendró virgen y de las potestades celestiales; porque eres bendito por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Segunda plegaria eucarística


Tercera plegaria eucarística de San Juan Damasceno.
Tengo herido el corazón; me ha derretido el ardor por ti, me ha transformado el amor a ti, ¡oh Señor!; estoy encadenado a tu amor. Quede yo lleno con tu carne; quede yo saciado con tu vivífica y divinizadora sangre; goce yo de tus bienes; sumérjame yo en las delicias de tu Divinidad; sea yo hecho digno de que cuando vengas glorioso salga a tu encuentro, arrebatado yo entre nubes al aire 1 Tes 4,17 con todos tus escogidos, para que te alabe, y te adore, y te glorifique, dándote gracias y confesándote juntamente con tu Padre, que no tiene principio, y con tu santísimo y bueno y vivificante Espíritu, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.
San Juan Damasceno, Doctor de la Iglesia
Tercera plegaria eucarística



Una sola Santa Misa bien oída.
Se puede obtener más fácilmente lo que se pide a Dios, y recibir más gracias asistiendo a una sola Santa Misa bien oída, que con todas las más santas acciones que se pudieran realizar.
San Juan Bautista de la Salle
Instrucciones y oraciones para la Santa Misa,
la confesión y la comunión 1,2,5-10



Apostolado de la Santa Misa Diaria





















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